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jueves, 28 marzo, 2024

¿QUÉ FUE DE LA AGUARÁ GUAZÚ CAPTURADA EN UN CAMPO DE CAÑADA SECA?

Hace unas semanas Diario ACTUALIDAD dio cuenta del hallazgo de un extraño animal en una estancia cercana a Cañada Seca: un ejemplar de Aguará Guazú.

En las últimas horas el diario La Nación se refirió a cómo se trabajó en su recuperación para devolverlo a las zonas donde había. A continuación, textual, la nota:

Lejos de su hábitat natural  apareció una aguará guazú en un campo en General Villegas, en la provincia de Buenos Aires, el 13 de agosto pasado. Tras el aviso de un productor al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Dirección de Inspecciones y la Fundación Temaikèn, activaron un operativo de rescate que duró un día entero, en el que se recorrieron más de 900 km para trasladar al animal al Centro de Recuperación de Especies de la institución, donde recibió atención médica.

Allí cuidadores y veterinarios realizaron los controles necesarios para evaluar su salud. «La revisión clínica nos sirve para saber si tiene enfermedades y para determinar si tiene alguna patología que pueda llevar a su medio natural», explicó Martín Falzone, jefe del hospital veterinario del Centro de Rescate. Paula Gonzalez Ciccia, bióloga especialista en conservación, agregó: «Para nosotros, además, era muy importante conocer su estado para poder inferir por qué razón había llegado a Buenos Aires. Si es un animal que se desplazó, si fue bajando por alguno de los ambientes que habita o si había sido víctima de trata ilegal». A la aguará guazú se le realizaron radiografías, una ecografía y se tomaron muestras de sangre y orina. «Para eso, como todo animal silvestre necesitamos anestesiarlo», explicó Falzone.

Luego del chequeo, la aguará guazú fue trasladada por dos horas a una caja hasta despertar de la anestesia. «La caja está especialmente diseñada para reducir el estrés del animal, que es nuestro peor enemigo cuando trabajamos con fauna», explicó Cristian Gillet, responsable del rescate y la rehabilitación de fauna silvestre de la fundación. Los veterinarios detectaron la presencia de parásitos intestinales. Además, pudieron confirmar que se trata de una hembra adulta joven en buen estado general de salud.

Ahora la aguará guazú permanece alojada en un espacio aislado y ambientado con vegetación para evitar el contacto humano y poder reinsertarla en su hábitat natural al recibir el alta en el Centro de Recuperación de Especies de Temaikèn. Ya le fue colocado un microchip para poder identificarla y rastrear su evolución cuando eso suceda.

Este no es el primer aguará guazú que se rehabilita en la fundación. «Es fundamental revalorizar esta especie amenazada en la Argentina y reconocer su importancia para el equilibrio de la naturaleza y la cultura de las comunidades locales. Rescatar y rehabilitar animales silvestres implica un proceso muy complejo en el que colaboran muchas organizaciones y personas para darles la oportunidad de volver a donde nunca deberían haber salido: la naturaleza. De esta se trata de compensar el desequilibrio que el hombre sigue causando en el ambiente», explicaron desde Temaiken.

Sobre el aguará guazú
El aguará guazú (chrysocyon brachyurus) es una especie única y endémica del continente sudamericano. «Es un carnívoro. Es muy especial, es de la familia de los cánidos, pero no está emparentado con los zorros, sino que son muy particulares», explicó Gonzalez Ciccia.

Este animal es autóctono de las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Córdoba y este de Santiago del Estero. También algunos habitan en el norte de Entre Ríos. La especie está sujeta a varias amenazas como la pérdida y/o degradación de sus hábitats, la caza y el tráfico ilegal, la persecución y los accidentes viales.