Al menos no como está previsto, según sostuvo el director del Hospital municipal. Habló de una mutación del virus que sorprende por sus síntomas y consecuencias; y de que la situación se revirtió en cuanto a que «ataca más a personas jóvenes que a mayores». Pidió a la comunidad no perder de vista los cuidados vigentes, que ya deberían ser parte de nuestra vida cotidiana.
El director del Hospital municipal, doctor Raúl Sala, brindó en diálogo con ACTUALIDAD un panorama de la situación actual del distrito de General Villegas respecto al Covid. «Ha mantenido una meseta bastante estable. No hemos logrado descenderla en cuanto a lo que teníamos previsto hace unas cuatro semanas. Estamos bajo en comparación con otros distritos, pero nos está costando terriblemente producir el descenso en la cantidad de casos», expresó.
«En el Hospital estamos bien en algunos servicios, mal en otros. Tenemos muchos pacientes respirados. Hasta este martes había nueve pacientes en UTI Covid, ocho en las instalaciones de Aderid, que en algún momento se habían cerrado y hubo que reabrirlas para seguir atendiendo las demandas. En sala Covid tenemos siete y en la UTI tenemos un paciente post enfermedad, que ha sufrido complicaciones. Este virus tiene una inmensidad y diversidad en sintomatología y ataque multiorgánico, que nos sorprende día a día. En sala general (pacientes no Covid) tenemos cuatro personas», detalló.
"El virus ha cambiado y sigue cambiando"
El director del Hospital destacó la situación que vienen advirtiendo, «no en cuanto a la mutación de cepas, sino a la modalidad de ataque. Hemos observado que desde el comienzo de la pandemia a la actualidad, el virus nos está sorprendiendo a todos los profesionales de la salud y, de alguna manera, desestabilizando, debido a la signo sintomatología con que se presenta en cada uno de los pacientes en particular».
«Hoy estamos viendo que los jóvenes son mucho más afectados por el virus que los ancianos, que el 90 por ciento de los vacunados pasan el virus de una forme leve a moderada, pero hay un 10 por ciento de jóvenes o que superan los 50 años que están vacunados y han tenido una mala respuesta», describió.
Y continuó: «Estamos viendo pacientes que habiendo recibido plasma o suero equino en las dosis correspondientes, están respirados y algunos han fallecido, más allá de que se ha hecho el uso de corticoides en altas dosis. Y es gente joven, eso es lo altamente preocupante».
Inclusive habló de algunas consecuencias que quedan en el paciente, como por ejemplo las musculares. «El paciente a veces tiene que volver a aprender a caminar, aprender a tragar nuevamente por la debilidad que les deja, con una insuficiencia respiratoria, moderada a severa».
«En un principio de la pandemia este virus -como todos los cuadros virales- afectaba al sistema inmunológico, veíamos que el patrón radiológico era altamente definitorio y que uno casi podía decir si era PCR positivo o negativo, de acuerdo a la tomografía que presentaba. Hoy por hoy estamos viendo un patrón radiológico que cambió a nivel pulmonar; y no sabemos si es una neumonía bacteriana o bilateral por Covid», añadió.
«¿Adónde voy con esto?», se preguntó. Y respondió: «que más allá de que estemos vacunados, de que tengamos la edad suficiente para decir ‘a mí no me va a pasar nada’, tenemos que seguir cuidándonos, porque este virus no respeta a los vacunados ni a los que por ahí cumplen con el distanciamiento».
«¿A qué le debemos apostar?», volvió a preguntar. «A la vacunación, pero por sobre todas las cosas al distanciamiento social, la higiene de manos y el barbijo, que deben ser incorporados como una forma de vida», sostuvo.
¿Habrá una tercera ola?
En este sentido, el director del Hospital municipal dijo: «Yo creo que la gente ya ha comprendido la situación. Estamos siendo muy cautos, por eso estoy planteando la realidad del Hospital».
«Si este fin de semana, con el Día del Padre, hubo reuniones familiares donde no se respetaron las medidas de higiene, seguridad y distanciamiento, seguramente vamos a tener un incremento en los próximos siete días. Ojalá que no», añadió.
Un descanso para el personal
Por otro lado, Sala se refirió a la necesidad que ha manifestado el personal de la salud de ir tomándose un descanso. Y habló de la posibilidad de que se empiecen «a coordinar unas mini vacaciones, si la situación así lo permite. Estamos todos agotados por el trabajo y por el hecho de estar en disponibilidad permanente, por un año y medio, durante las 24 horas».
En este contexto, reiteró la «posibilidad de empezar a dar vacaciones coordinadas. Obviamente sin alterar ningún tipo de servicio, para que los que están abocados a la salud tengan un descanso».
«En realidad estamos haciendo lo que debemos hacer. Llevamos mucho tiempo preparándonos, creo que desde la Facultad; y de alguna manera templando nuestra forma de actuar, nuestra frialdad, nuestra empatía por algunas cosas. Pero un año y medio hace que debido al estrés tengamos que empezar a pensar que algunos compañeros necesitan un descanso para poder ordenar sus ideas, porque cuando uno no duerme y está bajo estrés permanente tiende (porque somos humanos) a cometer errores», concluyó.
