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General Villegas
viernes, 19 abril, 2024

Roli Ullúa: pasado, presente y futuro de un sueño hecho realidad

El villeguense espera expectante junto con sus compañeros de SAUDA (ex Los Chakras), la presentación de su nuevo CD con doce temas, todos de composición propia. Es el primer material discográfico desde que el grupo cambio de nombre

 

Rolando «Roli» Ullúa visitó ACTUALIDAD. ¿De qué habló? La presentación del nuevo CD de SAUDA, el primero desde que la banda cambió su nombre, después de diez años como Los Chakras.

Pero una cosa fue llevando a la otra. Entonces recordó sus inicios, sus sueños y además de su presente, que lo encuentra estable en todos los sentidos, también se refirió al regreso periódico a su General Villegas natal y su futuro, más allá del proyecto actual que lo mantiene ocupado.

«Roli» tiene 38 años y desde hace 15 vive en Mar del Plata. Hizo de todo un poco cuando llegó a la ciudad de la Costa. Limpió vidrios, fue albañil, mozo, atendió en un ciber… Mientras trabajaba estudiaba, pero nunca abandonó su sueño. Hoy tiene un gran presente y un futuro prometedor.

Roli tenés un muy buen presente, trabajando en un nuevo CD con SAUDA.

Estamos los mismos de siempre, pero cambiamos de nombre hace poquito. Ahora se llama SAUDA, ya no más Los Chakras. Seguimos caminando y apostando. Terminamos de grabar el nuevo disco. Vamos a ver qué pasa con el 2020.

Un disco muy romántico…

Estamos muy contentos con el material que ha salido y las canciones que se han logrado. Estamos conformes y eso es lo principal. Los 12 temas del disco son nuestros, pero el CD aún no salió y no se si van a entrar todos, o 10 por ejemplo. Todo depende de qué pase con la producción.

Un disco que va a ser presentado en Buenos Aires, ¿cuándo?

Calculo que en febrero o marzo, después de la temporada. Todo depende del proceso del material.

¿Cómo es componer? ¿Cuánto tiempo lleva?, porque hablamos de letra y música.

A mí me encanta. Eso lo hacemos entre los cuatro cantantes, que son Gustavo Danni, Guillermo Sabater, Juan Sabater y yo. La tarea la dividimos un poco. Yo hago más lo que es música, porque no puedo escribir nada. A veces siento que tengo que leer más para poder plasmarlo en letras. Me siento vacío en ese sentido. Tal vez necesito más herramientas. Los dejo a los chicos que escriben lindo. En cambio las melodías salen siempre. Me he despertado con algo en la cabeza, que he soñado; y entre dormido grabo un pedacito de lo que soñé en el teléfono. Cuando me levanto, mientras tomo mate, lo hago.

Son momentos que hay que plasmar en algún lugar, para que no se pierdan.

Es así, son momentos. Por ahí estás en algún lugar sentado, querés componer algo y no te sale nada. Pero a veces surge en cualquier situación. Depende también de cómo está la cabeza de cada uno. A mí me pasó en un momento en que se me fue el ‘viejo’ y justo tenía la grabación del disco. Mi ‘viejo’ falleció hace seis meses y me agarró en plena grabación, con el productor de Buenos Aires en Mar del Plata. Me costó un montón, trataba de no pensar.

Como dicen en el espectáculo, el show debe continuar…

Sí. Y hoy me pasa que escucho las canciones y siento en la voz esa ausencia, estaba así en ese momento, muy dolida.

Hay cambios también en ese sentido, en las voces de los protagonistas.

Ha mutado mucho. Tal vez porque nos permitimos hacer lo que nos gusta. Siempre fuimos de hacer muchos covers, porque es lo que te piden en los festivales, donde cuesta mucho que escuchen temas propios. Esto que salió de hacer los propios está buenísimo. Por eso no suena tan a lo que eran los otros discos. Son canciones que tienen que ver más con nosotros, con todo lo que hemos escuchado. Yo escucho música todos los días.

¿Del tipo de música que hacés, o variado?

Escucho todo. Tiene que ver con mi cabeza. Un día me levanto y pongo flamenco, otro día música de los ’80 que me fascina, o de los ’90, internacional, tango, cuarteto, cumbia de los ’90, que era la que me gustaba a mí.

Las fans de «Los Chakras», ¿siguen a SAUDA?

Sí, están firmes. Siempre nos acompañan y eso está muy bueno.

Roli seguís con las clases de canto también…

Sí, porque es algo que me gusta mucho, así que sigo con las clases en Mar del Plata. Y con muchos ensayos. El 11 vamos a tocar a Henderson. Esperando ese show con muchas ganas y lo que más queremos es que llegue ya la presentación del disco en Buenos Aires, empezar toda la gira y poder volver, si Dios quiere, a la pantalla de Telefé. Estamos con la cabeza en eso, que es como volver a empezar.

¿Crees que aparecer en la ‘tele’ ayuda?

Siempre, porque «Morfi» es un programa que ve mucha gente. Te puede gustar o no, pero son muchos los que lo ven en todo el país. Ayuda mucho al crecimiento del grupo, porque te da visibilidad. Lo que hace Gerardo (Rozín) con los artistas es increíble, porque le da espacio a artistas que quizás no conoce nadie. Es magnífico lo que hace con el equipo de producción.

Y todo empezó en General Villegas, con «Amalgama». Sos el único que llegó mas allá de su ciudad y creció con la música…

Tiene que ver con la búsqueda de cada uno. Yo desde que me fui de acá les dije a mis viejos que quería crecer musicalmente. Empecé a estudiar la carrera de música en Mar del Plata y siempre fue esa mi idea. Hasta que conocí a la gente de Los Chakras hace ya 10 años. Es parte de la búsqueda, siempre fui un soñador y sigo soñando. No me quedo quieto, porque es un camino de aprendizaje constante.

Y a pesar de todo mantenés tu humildad intacta.

De dónde venimos tiene que ver con eso. Del barrio, de nuestros viejos, de lo que uno ha mamado desde chico. Era otra historia la de antes.

Recordanos qué significa SAUDA, que tiene que ver con un cambio de representación.

Sí. No hace mucho empezamos a trabajar con el manager de Nanuel Pennisi. Nosotros sentíamos que hacía muchos años nos llamábamos Los Chakras, pero surgieron algunas cuestiones burocráticas para la grabación de un nuevo CD. Entonces cambiamos el nombre. Primero pensamos en uno de mujer y elegimos ‘Morena’. Obviamente la gente de producción tenía en mente otra cosa y no los convenció. Se nos ocurrió usar los apellidos de los cuatro: SA (los hermanos Sabater), U (Ullúa) y DA (Danni). Lo más loco es que cuando mi mujer busca el significado, significaba Morena en una lengua Afro.

¿El nuevo material que nombre tiene?

Todavía no está decidido, pero está dando vueltas «Sueño y Azar», que es el título de una de las canciones que le hicimos a un amigo, Coco Sily, al que conocimos a través de nuestro manager. El tema habla de un grupo de amigos que se va a jugar a un casino, con todo el amor del mundo, y terminan perdiendo todo. Después se dan cuenta que no vale la pena ponerse mal por eso. «La vida es sueño y azar…», dice.

¿Y qué anhelos tiene la banda más allá de este nuevo CD?

El anhelo es uno solo en todos. Hemos formado un grupo maravilloso y creo que en todos es el mismo, poder crecer, trabajar, que las canciones lleguen a toda la gente. Que el proyecto musical siga creciendo. Poder contar lo que pensamos con las canciones.

¿Qué significa para vos que los villeguenses estén atentos a tus pasos?

A mí me encanta. Disfruto mucho que la gente lo disfrute, porque no me olvido de dónde vengo. Es muy fuerte. Cuando mirás una cámara se te mueve todo. Es inevitable no pensar en mi vieja, en mi viejo, en mis amigos. Lo mismo cuando conozco gente del ambiente, con la que terminás tomando un café o un vino. Es algo que disfruto mucho. Me pasó cuando conocí a Marcelo Predacino, que es el director del disco y director de la banda de Abel Pintos. Él dice: ‘yo soy igual que vos’; pero yo lo veo del otro lado. A la gente tal vez le pasa lo mismo conmigo o con el que sea.

¿Cómo se logra disfrutar cada cosa?

Disfrutar es el motor de mi vida. Tomarme siempre las cosas con alegría. Todo el mundo tiene sus problemas, pero si nos peleamos, nos enojamos, no pensamos, estamos totalmente perdidos. Hay que hacer una pausa y si algo no va, buscarle la vuelta.