Recuperado de Covid, José Luis «Tin» Costa llamó a tomar conciencia de la situación que atraviesa General Villegas con la segunda ola.
Tras pasar varios días internado en el Hospital municipal, donde su mujer, Sandra, aún lucha por su vida, habló con ACTUALIDAD y pidió a los vecinos que se cuiden. «Esto no es joda, como dice el doctor Sala», expresó, emocionado.
«Después de haberla pasado tan mal, el cambio es terrible, es un giro muy grande y estoy reponiéndome. Tengo todo el cuerpo dolorido por las consecuencias del Covid, tratando de salir adelante», sostuvo.
Tras el alta «Tin» ocupa sus horas en descansar y recobrar fuerzas. Otra particularidad de su caso es que estuvo hospitalizado junto a Sandra, su esposa. «Primero me internaron a mí, porque estaba muy bajo de saturación. Nosotros en realidad ya estábamos aislados, porque mi hijo había tenido contacto con un positivo», dijo.
Relató que cuando llegó al Hospital «ya tenían todo preparado; y ahí arrancó la odisea, por así decirlo. Sandra la está peleando fuerte. Está luchando, que sale y que no sale. Peleándola grandemente porque está más comprometida. Sigue en terapia, atendida maravillosamente por todo el personal médico. Esperando que vaya evolucionando… no está intubada pero sí con oxígeno.»
Creyente desde hace muchos años, el villeguense aseguró que su fe «incidió en la recuperación. Siempre tuve fe, pero en momentos como éstos te aferrás más que nunca»; y manifestó que en su experiencia tuvo dos días «en los que necesitaba una nariz de vaca para respirar, porque te falta el aire. Uno se aferra más que nunca a Dios, porque es la liana de uno en ese momento».
En su internación «Tin» pudo aportar su palabra de aliento a «aquella gente que llegaba muy mal, porque hubo situaciones de personas que se murieron adelante mío. Esto es un desastre, 114 personas muertas de esta manera es terrible».
«Un día llegó un hombre desahuciado, entregado, así que lo estimulé, lo ayudé, pensando en esto de que uno tiene más felicidad en dar que en recibir. Hoy gracias a Dios está con su familia en Piedritas. Ahora nos mensajeamos. Se llama Omar Mariani y es un hombre muy bueno y muy agradecido; y uno se siente feliz porque pudo aportar un poquito en esa situación», reveló.
El contexto no era el mejor, obviamente. «Es muy difícil. Rubén Rossi, con quien éramos concuñados, llegó bien al Hospital, con una sonrisa, como era el ‘Gringo’. Al otro día entran las enfermeras cantándole el feliz cumpleaños, una cosa hermosa. Al rato no paraban los mensajes de aliento para él y a los dos o tres días se muere. Una cosa increíble. No lo podés creer. Te deja descolocado. ‘Luisito’ Favale también… entró y a los dos o tres días murió. Esto es increíble», se lamentó.
Por momentos el relato de «Tin» se detuvo para hacer una pausa y darle lugar a la congoja que lo atravesaba. «Es que las emociones están a flor de piel. Se fueron amigos, parientes, vecinos. Esto es terrible, me parece que esto llegó para quedarse y va a seguir haciendo desastres».
«Tenemos que tomar conciencia. Se nos va a ir la vida por nada, porque te falta el aire y chau. Te fuiste. Lo que han hecho y hacen las enfermeras en el Hospital es tremendo, cómo te cuidan…», destacó el villeguense.
También se refirió a otro aspecto que trae aparejado la pandemia, no menor para la salud pública: «el gasto que se está teniendo, porque mientras estuve ahí no paraban de bajar y bajar tubos de oxígeno todo el tiempo, todos los días. Pero en algún momento la plata se va a terminar. Entonces hay que ver qué se puede hacer y evitar todo eso, porque inclusive empobrece al pueblo».
«Como dice el doctor Sala, esto no es joda. Hay que cuidarse y cuidarse», concluyó «Tin», llamando a tomar conciencia a los descreídos que aún siguen minimizando la existencia y los alcances de la pandemia.
