– Buen día. ¿Qué vas a llevar?- pregunta una de las chicas que trabaja en la atención al público de la verdulería Don Ramón.
– Estoy buscando a Oscar Orozco. ¿Se encuentra?- dice el cronista de Actualidad.
– Si, ahí atrás, en el patio. Pasá – es la respuesta.
Más allá de unas naranjas que parecen muy jugosas, de unas manzanas refulgentes, y de unas lechugas de hojas gigantes que invitan a una ensalada, más allá del mostrador y de un angosto pasillo, está Oscar Orozco fumando un cigarrillo, junto a su amigo Carlitos. Ambos, como corresponde, están sentados sobre un cajón de verdura.
Enseguida le arriman un cajón a este cronista y comienza la charla. Como marca el manual del periodismo, empezamos por el principio.
¿Quién es Oscar Orozco?
Oscar Orozco es la persona que está detrás de las verdulerías Don Ramón. Por su bajísimo perfil es prácticamente desconocido, pero nació en General Villegas y hace muchos años que está en el rubro.
Sus inicios se remontan al año 1986, cuando comenzó a trabajar para un verdulero de Pehuajó. Esa actividad le demandaba viajar en camión por toda la zona, llevando mercadería a distintas ciudades.
Tras varios años de trabajo y luego de muchos kilómetros recorridos, se presentó la oportunidad de instalar un negocio propio en Daireaux junto a su hermano y su padre Ramón: el Don Ramón que da nombre a todas las verdulerías. Ese comercio se constituyó en la casa central y el primer eslabón de todo lo que vendría después.
En la actualidad hay 12 verdulerías Don Ramón: 4 de ellas en General Villegas (una en calle Moreno entre Sarmiento y Pueyrredón; otra en Moreno y Necochea; la tercera en San Martín y Azcuénaga; y la restante en Berutti y Rivadavia); pero también en Ameghino, Rivadavia, Carlos Tejedor y la ya mencionada casa central en Daireaux.
Don Ramón tiene una flota de camiones propia para comprar y distribuir mercadería. Lo destacable es que esos camiones van a los mercados centrales de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Mendoza o Rosario, pero también van directamente al productor.
«Con algunos productores tenemos una relación de confianza. Hay una especie de contrato de palabra: ellos me guardan la producción de cierta cantidad de hectáreas y yo les compro todos los años. De esa forma conseguimos mercadería a muy buen precio, sin intermediarios que la encarezcan», explica Oscar.
De hecho, muchos pequeños almacenes que venden algo de verduras y frutas le piden mercadería a Orozco. Él compra y distribuye con sus camiones para que los almaceneros no tengan que pagar precios exorbitantes y para que esos precios no se trasladen a la gente de a pie.
Una fuente de empleo, pero siempre local
Más de 20 personas trabajan de manera directa para las verdulerías Don Ramón. A eso hay que sumarle los «changas», es decir aquellos muchachos que descargan los camiones de mercadería.
«Son chicos que están fuera del sistema, chicos que no tienen muchas oportunidades y Oscar les da trabajo», dice Carlitos.
Es una tarea ardua, no solo porque cada camión puede llegar a tener cientos de kilos de verdura y fruta, sino porque debe hacerse bien temprano, por la madrugada, sin importar el frío o la lluvia. La mercadería tiene que estar disponible para la venta a la hora de abrir al público.
«Todo el trabajo que genera Don Ramón es local. Es plata que se queda acá. No son solo las chicas que venden y los que descargan la mercadería. También cargamos nafta acá, arreglamos los camiones acá, todo lo hacemos pensando en la gente de acá», explica Oscar.
De hecho, y esto nunca sale a la luz, Don Ramón siempre aporta a cuanta olla popular o comedor necesite verduras para darles de comer a los que menos tienen.
Un ambicioso proyecto que podría convertir a Villegas en un Mercado Central de la región
Además de vender al público, Don Ramón le da un valor agregado a una parte de su mercadería que luego tiene un destino: la exportación.
«En el sur producimos cebolla, cabuto (una variedad de zapallo) y calabaza. Todo eso se trae acá, donde se descarta lo que no sirve, se limpia, se selecciona lo mejor y se arman bolsas de mercadería que se mandan al Mercado Central. Allá la exportan. Serán unas 130.000 bolsas anuales. Ese trabajo lo hacemos desde febrero hasta octubre, a la intemperie. Por eso pedimos un terreno en el parque industrial. Queremos armar un galpón, con baños y con todas las comodidades para que las personas que hacen ese trabajo lo hagan en mejores condiciones», afirma Orozco.
Pero la idea no muere allí. El objetivo es utilizar ese mismo terreno para llevar adelante un proyecto ambicioso y, al mismo tiempo, muy factible de implementarse: aprovechar que General Villegas está en un punto central y equidistante de los distintos mercados centrales del país para convertirla en un Mercado Central de la Región.
Transformar a Villegas en un polo alimentario donde todos los productores pequeños, medianos o grandes -no sólo de Villegas sino de toda la región- puedan ubicar su producción y donde los precios -sobre todo para los consumidores finales- sean justos y no estén inflados por una larga cadena de intermediarios.
Incluso se proyecta armar una especie de feria para todos aquellos productores y emprendedores que deseen tener un espacio donde comercializar su mercadería: miel, chacinados, dulces o cualquier otra cosa siempre y cuando sea alimento. Cada puestero pagaría un canon al municipio para que sea la Municipalidad la encargada de brindar servicios básicos como seguridad, por ejemplo.
«No es un proyecto faraónico. Es algo que se puede hacer, que es sustentable en el tiempo, que fomentaría la producción en pequeñas parcelas que ahora están improductivas y que generaría cientos de puestos de trabajo genuinos para General Villegas», redondea Orozco.
El primer paso ya está dado
En la última sesión del Concejo Deliberante los ediles aprobaron la transferencia, a título gratuito, de un terreno ubicado en el Área de Servicios Industriales y Logística destinado a la instalación de un «centro de acopio y distribución de frutas y verduras».
El primer ladrillo de los cimientos de un proyecto que puede ser muy importante para Villegas ya fue colocado. De todas formas aún se necesita del apoyo y la voluntad política para que esta idea logre cristalizarse. ¿Podrá Villegas convertirse en un Mercado Central Regional?