La Jefatura Distrital General Villegas informó a través de las redes sociales que, «de acuerdo al calendario escolar 2021, las escuelas comenzaron su actividad el 1° de febrero con una dotación mínima que se completa el día 11».
La Inspectora Jefe Distrital, profesora Susana Garat, agrega textualmente:
«La DGCYE de la Pcia. de Bs. As determinó la realización de dos Jornadas Institucionales para el 11 y 12 de febrero, con el fin de preparar a las instituciones educativas para el período de intensificación de la enseñanza de los estudiantes con trayectorias en proceso o discontinuas, que tendrá lugar a partir del 17; y el regreso escalonado a la presencialidad a partir del 1° de marzo. Resultará necesaria la organización de estudiantes, los días, los horarios de ingreso y egreso de cada grupo; y las actividades que se llevarán a cabo a fin de ser comunicada a las familias.
El Plan Jurisdiccional de Regreso seguro a la presencialidad continuará siendo el marco referencial ineludible. La organización de los espacios físicos, la limpieza, la distribución del mobiliario y todas las condiciones de higiene necesarias en este contexto deberán planificarse de acuerdo a lo allí establecido. Cada Escuela decidirá, de acuerdo a sus características, cuál es el mejor modelo a adoptar.
Por otra parte, la DGCYE pone en marcha el programa FORTE (Fortalecimiento de las trayectorias educativas), cuyo objetivo es contar con una planta docente que fortalezca los aprendizajes de aquellos alumnos con trayectorias discontinuas o en proceso; y respaldar a los docentes que, por formar parte de la población de riesgo, deben pedir dispensas y trabajar de manera virtual.
El mes de febrero es una etapa de reencuentros. Inscripciones, pases, organización institucional, plan de riesgo, planificaciones y capacitaciones nos ponen en acción y en relación. Un contexto de pandemia nos obligó a una reestructuración, necesaria para resguardar un bien prioritario e indiscutido como es la salud y la vida. Es necesario repensar la enseñanza en tanto estrategia, contenidos priorizados, la evaluación como instancia de formación y no de exclusión.
La presencialidad asumirá otras características, la organización tradicional de las áreas no será la misma, pero podrá ser una puerta de entrada para lograr transformaciones que impacten de manera positiva. Nosotros podemos elegir cómo nos vamos a posicionar en esa dinámica. Explorar, reorientar, buscar en el problema alternativas de salida, alumnos-docentes- familias, coordinando esa búsqueda desde un saber transitado, pero no acabado, es más impactante, más atractivo, más eficiente. La herramienta valiosa que podemos ofrecer está, muchas veces, en la búsqueda y la estrategia más que en el contenido.
Este tiempo nos necesita mejorando nuestros vínculos, buscando acuerdos en el marco del respeto mutuo, cuidando las palabras, siendo propositivos no obstaculizadores, potenciando argumentos desde el conocimiento académico o desde la experiencia genuina. La mirada de los niños y los jóvenes está puesta en nosotros, dejemos en ellos una huella amable. Les deseo a todos que tengamos un excelente comienzo».