David Del Valle es un ícono del ciclismo para nuestra ciudad. Casi 50 años compitiendo en diferentes carreras a lo largo y ancho de la República Argentina. Justamente venía de competir en el Rally de Altas Cumbres, junto a su hijo Franco. Lograron el segundo lugar en la competencia por equipos. David pasó por los micrófonos de Ovación para charlar con Román Alustiza sobre la experiencia vivida en este Rally y lo que significa el ciclismo en su vida.
«Por el mes de marzo comencé con un preparación para competir en el Argentino de pista, que justamente se desarrollará en los próximos días. Había trabajado mucho en mi alimentación con ayuda de mi nutricionista. También laburé mucho desde lo físico con Alejandro Calzada. Puse mucho esfuerzo, me levantaba a las seis de la mañana a entrenar y meterle duro», comentaba David sobre como su preparación a lo largo de este año. A lo que agregó: «En el invierno recibí una invitación de mi hijo para correr juntos en el Rally de Atlas Cumbres. Ni lo dudé, dejé de lado el argentino de pista y me centré en esta carrera. Necesitaba compartir la experiencia junto a mi hijo y mi nieto, es algo impagable».
Una vez tomada la decisión de ir la carrera que se desarrolló en Mina Clavero, Córdoba, David supo que no iba de paseo. «Antes de ir metí una seguidillas de competencias para ir entrando en ritmo. Mi hijo me decía que vaya a divertirme, pero en cuanto me pongo el número en la espalda, mí única diversión es ganar. No puedo dejar mi lado competitivo, son casi 50 años que vengo metido en esto».
La carrera de Altas cumbres se dividió en tres arduas etapas, David contaba como fue cada una. «Largamos por Mina Clavero, la primer etapa era de 40 kilómetros. Tuvimos un buen rendimiento, terminamos muy bien en la clasificación. La segunda ya fue un poco más complicada, muchas piedras, no había caminos. Tuvimos que caminar por algunos lugares y eso provocó que tardemos para hacer los trece kilómetros. En ese trayecto nos descontaron un poco de tiempo los corredores que venían por detrás nuestro. La última etapa también tenía otro trayecto muy difícil, parecido al de la segunda. Esta vez pudimos andar mejor y terminamos quedando en el segundo puesto de nuestra categoría. Además tuvo un condimento especial, ya que en la llegada nos esperaba mi nieto. Esa situación me puso muy contento e hizo que no me arrepienta de haberme bajado del argentino de pista».
Para cerrar, David reflexionó sobre lo que significa el ciclismo en su vida. «Soy muy agradecido con la bicicleta. Le di mi vida, pero ella me dio el medio que sostiene mi vida. Le dije a muchos que este fue mi último año compitiendo, y de verdad lo pienso así. Aunque cuando leo cosas sobre competencias se me hace difícil. Lo único que les digo es que se viene una sorpresita para la vuelta del partido».