Luego del cortocircuito que se produjo entre la casi totalidad del bloque de concejales de Juntos y el intendente Eduardo Campana -así lo publicó Actualidad en la nota «¿Hasta aquí llegó el amor?: Volvieron las rispideces entre Campana y los concejales de Juntos»-, este medio pudo dialogar con la edil Romina Domínguez Carvalho quien dio su versión de los hechos.
Domínguez Carvalho negó que haya rupturas o situaciones de no vuelta atrás, pero sí sostuvo que «es una rispidez que no hay que minimizar».
«Siempre las rispideces hay que solucionarlas a tiempo para evitar que se agranden a futuro. Me parece que tanto el Ejecutivo como el Legislativo somos parte de una gestión, nosotros acompañando desde otro lugar y con la independencia que nos toca pero sabiendo que tenemos que construir a futuro por la ciudadanía de Villegas. No nos podemos quedar en esas peleas burdas. Esto es solo un tropiezo y me parece que este tropiezo se debe a que hubo mucho recambio de autoridades en el Ejecutivo municipal y a que habemos nuevos concejales. Esto habla de un reacomodamiento del espacio político. Me parece que cada uno tiene que empezar a encontrar su lugar en esta nueva etapa. Yo soy una de las que tiene que encontrar su lugar en el Legislativo. Creo que pasa por ahí, por una cuestión de reacomodamiento y de ver cómo podemos empezar a trabajar juntos y en armonía», expresó la flamante edil.
Diario Actualidad: ¿Pero cuál fue el conflicto? ¿Qué fue lo que generó esta rispidez?
Romina Domínguez Carvalho: Hubo una gestión puntual, en realidad fue una mediación desde el bloque para resolver la situación de una persona. Nos acercamos a una Secretaría puntual y evidentemente hubo una lectura equivocada porque nuestra intención como concejales no fue interferir en la gestión desde ningún punto de vista, sino colaborar. Por eso nos pareció que era pertinente aclararlo y hablarlo con el intendente. Nos parecía importante salir a explicar esto: si bien fue algo que reviste su gravedad a manera interna, también es cierto que es un tropiezo de un nuevo comienzo y que hay que arreglarlo para seguir trabajando todos juntos. Sabemos que nadie tiene intenciones de hacer nada que dañe la gestión, así que esto se puede acomodar. Es importante que el Ejecutivo respete esta posibilidad de mediar porque nosotros fuimos elegidos por el pueblo. También nosotros como Legislativo tenemos que respetar las decisiones que tiene el Ejecutivo, decisiones que tiene la capacidad para tomar y que puede hacer de manera independiente. Es un equilibrio y pasa por ahí. Es un momento de marcarlo para que sepan cuál va a ser el formato de este nuevo Concejo, que sí va a escuchar los pedidos y las demandas de la ciudadanía y que va a tratar de vehiculizar una respuesta a través del lugar que corresponda. Para evitar que esto genere otro problema a futuro dijimos: «Vamos a resolverlo ahora».
El tropiezo es de todos. Hay una lectura del Ejecutivo que creemos que no es la correcta. Quizás ellos interpretaron que hicimos algo con mala intención. Muy lejos de eso. Esto no es un entorpecimiento de la gestión, esto fue una colaboración. Si bien somos oficialismo y acompañamos esta gestión, también somos independientes. Esto quiere decir que vamos a ser autónomos y críticos en el buen sentido, críticos a la hora de pensar y analizar qué es lo mejor para Villegas. Es importante que la comunidad lo sepa. Si en algún momento tuviese que votar algo en contra, lo haría. Por supuesto que trataría de trabajarlo primero de manera interna. No es que uno por ser concejal oficialista a todo tiene que decir que sí. Uno tiene una voz, un criterio, uno tiene ideas como todo el mundo. Estamos en una democracia y nos parece muy importante entender y respetar la división de poderes.
Este es un camino de todos, para construir un nuevo Concejo y un nuevo equipo de gobierno que pueda funcionar sin rispideces constantes. Las rispideces van a estar siempre porque cuando uno hace, se equivoca. Además no todos estamos siempre de acuerdo. Pero por lo menos son rispideces sanas, que nos sirven para construir.
DA: ¿Cómo fue la reunión entre el intendente Campana y el presidente del bloque Ignacio García?
RDC: Fue una reunión amena. Ignacio entregó esa famosa nota donde se explica esta necesidad de autonomía y de respetar la división de poderes, pero fue una reunión donde se dejó pautado que esto fue una mala interpretación, una desinteligencia producto del reacomodamiento de un montón de cuestiones. A partir de ahora vamos a tratar de trabajar en conjunto y de resolver nuestras cuestiones internas para no hacerle daño a la comunidad.
Si bien el conflicto no fue anecdótico, porque generó molestia en el bloque y también en el Ejecutivo, hay que saber dejarlo atrás, ser maduro políticamente y entender que nosotros estamos para acompañar y mejorar la calidad de vida de los villeguenses. Entonces nuestras energías tienen que estar puestas en eso y sentar un precedente para que este conflicto no se repita.
Me parece que el punto de las rispideces es que no lleguen a la ruptura. Es sano disentir, no estar de acuerdo siempre y poder debatir. Lo que sí hay que lograr es la escucha y el respeto. Me parece que esto fue marcar que nosotros somos concejales y somos elegidos por el pueblo y necesitamos tener un espacio de escucha y poder mediar, porque por algo la gente nos puso donde nos puso.
Hay un sentido de democracia que compartimos, un sentido de pertenencia que nos va a permitir construir un bloque fuerte y también construir una buena relación con el Ejecutivo, porque si nosotros estamos sólidos el Ejecutivo también va a aprender a sumar a ese bloque al trabajo que considere necesario. Estamos todos en la misma línea: somos oficialismo, acompañamos la gestión pero no somos obsecuentes, somos independientes porque somos poderes diferentes. Lo vamos a sostener a lo largo de estos años que tenemos para trabajar.
Hay que tener la madurez personal y política para trabajar más allá de las diferencias personales que podamos tener. Hay que encontrar un sano equilibrio. Queríamos que el Ejecutivo sepa esto para evitar que se replicara a futuro y que luego la situación se agravara. Esto tiene que terminar acá, hay que limar las rispideces y pensar que el ciudadano de Villegas está esperando soluciones reales a sus problemas diarios.
