El clima se ensañó con el carnaval de Banderaló. Las fechas previstas por los organizadores tuvieron que suspenderse y reprogramarse, algunos artistas que formaban parte de la grilla de espectáculos debieron bajarse de la programación por problemas de agenda y el hecho de cobrar entrada a voluntad (en vez de fija) afectó a la recaudación total.
«Mal no nos fue, pero nos podría haber ido mucho mejor», reconoció Luis Eliceche, integrante de la comisión organizadora.
«La entrada a voluntad, las dos noches, nos limitó. Se empezaron a caer algunos artistas por el cambio de fechas. Algo de ganancia quedó, pero no la que esperábamos», afirmó. Afortunadamente la cantina funcionó bien.
Los organizadores evalúan la posibilidad de hacer algún baile de carnaval o baile de la espuma para febrero, o incluso el fin de semana largo de marzo. El objetivo es recuperar lo que se perdió, para que quede más dinero disponible para ambas instituciones educativas.
En el transcurso de esta semana o la próxima, la comisión definirá qué hacer y cuándo.