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General Villegas
miércoles, diciembre 11, 2024
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Ya brota agua dulce y potable de la planta de ABSA

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Los usuarios irán notando la diferencia de manera paulatina, ya que el reemplazo se hará efectivo de a poco, en varios días.

Es oficial. El intendente Eduardo Campana y el presidente de ABSA, Rafaelle Sardella, dejaron habilitada la nueva planta de ósmosis inversa que viene a pagar una vieja deuda del Estado con General Villegas.

Hay que decirlo: el agua que aún brota de las cañerías de la empresa que presta el servicio en la ciudad cabecera es intomable. De hecho, las recursos para evitarla son múltiples. Algibes, tanques externos donde acopiar el agua de lluvia, recibir los bidones de agua tratada que entrega ABSA o -la más usual- comprar en bidones o en botellas a las firmas que comercializan este insumo vital, que han proliferado al compás del pésimo servicio del ámbito estatal.

Tras el acto oficial este cronista no resistió la curiosidad y bebió de la misma jarra que se sirvieron las copas del brindis oficial. Y da fe que el agua es excelente.

El agua nueva y buena va a ir reemplazando de a poco el agua vieja y mala que aún ocupa tanques y cañerías. Calculan que el proceso puede durar hasta una semana y los cambios se notarán de manera paulatina.

Tras la palabras de Eduardo Campana tomó la posta el ingeniero Rafaelle Sardella, de origen italiano pero con doble nacionalidad.

Y dio fe de su impronta itálica y verborrágica al decir que los villeguenses teníamos el «mismo agua que el Mar Muerto», célebre porque la alta salinidad de sus aguas permite a los bañistas flotar como un barquito de papel.

Contó a los presentes que «la planta instalada es la misma que usan en Israel para desalinizar el agua del mar» pero que debe haber conciencia para cuidar el agua que genere «de la misma manera que la cuidan en Israel».

Y sorprendió, dado su perfil técnico lejano a lo políticamente correcto, al pedir que «paguen la factura. Pónganse al día», como entendible requisito para mantener el bien preciado del agua. Ningún político se hubiera atrevido a tanto. Menos en campaña. Bien por Sardella.

Luego, en diálogo con FM ACTUALIDAD, declaró que «esta es otra historia. Acá nunca más tiene que volver a ocurrir lo que vi en mi primera visita a Villegas, en el 2016. Aquella vez me fui muy deprimido de ver la pésima calidad de agua que tenían, con instalaciones perimidas, descuidadas, abandonadas. A partir de eso hicimos un proyecto y encargamos una planta a una firma internacional, de tecnología de punta. Esta planta es la misma que tiene Israel para desalinizar agua de mar. Después de tanta desidia, de tantos años de no hacerse nada, poder ver salir de las tuberías agua potable y apta para consumo humano nos llena de orgullo y satisfacción. Es ni más ni menos que lo que espera la gente: que sus funcionarios solucionen sus problemas.»

Según explicó «la planta está en plena producción, en un sistema que nosotros llamamos manual, llenando el tanque de reserva, logrando la mezcla optima de agua para ir llenando las tuberías. Vamos a iniciar un proceso que puede durar algunos días, donde se va a ir vaciando el agua que está en las tuberías hasta su completo reemplazo por la nueva, que se está filtrando en la planta. En pocos días este proceso manual va a ser automatizado y dirigido en forma telemática. La gente va a ir notando día tras día el cambio en la calidad del agua que recibe.»

Al ser consultado por el estado de las cañerías que transportarán el agua a cada hogar dijo que «en tres años de gestión hemos cambiado más de 220 mil metros de cañerías de última generación y vale decir que en los doce años anteriores se cambiaron 100 mil. Si se mantiene ese régimen en algún momento se habrán cambiado todas. Pero en el caso de Villegas, al bombear agua dulce la sal existente en las cañerías se va a ir disolviendo y desapareciendo. Ese no va a ser el inconveniente. Eso sí, va a haber que invertir en mantenimiento hasta que se dispongan los recursos para hacer el reemplazo de cañerías. En el mundo se hace en procesos de 5, 10 y hasta 20 años.»

Por último, se permitió reflexionar sobre las divisiones de la sociedad: «En un momento de tanta grieta y tanta diferencia de opiniones políticas, en el directorio de ABSA hay directores de distinto pensamiento político. Cuando Horacio Pascual llegó a la empresa nosotros ya teníamos tomada la decisión de instalar la planta. Recuerdo que se le iluminó la cara y nos acompañó en todo, más allá de su orientación política. Es otro motivo de satisfacción el haber dado respuesta a la gente, en armonía y con gente de distinto pensamiento político. Acá no hubo grieta. Todos de acuerdo. Horacio Pascual ha apoyado siempre las políticas de ABSA.»

Agua que has de beber

La planta de ABSA en Fasciolo y Saavedra permitirá tratar 200 mil litros por hora, optimizando así la cantidad y la calidad del servicio de agua que presta la empresa en General Villegas.
Para eso se realizaron cuatro nuevas perforaciones, la cañería de  vinculación de las mismas, y la instalación eléctrica necesaria para poner en marcha el moderno establecimiento potabilizado.
General Villegas cuenta con dos cisternas: una de 100 metros cúbicos que almacena el agua cruda y otra de 500 metros cúbicos que recibe el agua tratada por la planta de ósmosis. Ambas fueron puestas en valor, pintadas, impermeabilizadas y se les colocó cemento hidrófugo en su interior.

Qué es la ósmosis inversa

La ósmosis inversa es el mejor nivel de filtración disponible. La membrana de RO actúa como una barrera a todas las sales disueltas y las moléculas inorgánicas, así como moléculas orgánicas. El rechazo de sales disueltas es típicamente 95% a más del 99%.
El fenómeno de la Ósmosis está basado en la búsqueda del equilibrio. Cuando se ponen en contacto dos fluidos con diferentes concentraciones de sólidos disueltos se mezclarán hasta que la concentración sea uniforme.
Con una bomba de alta presión, el agua de alimentación se bombea continuamente al sistema de membranas a una presión elevada.
En un paso previo de ingreso al sistema de ósmosis inversa se dosificará antiincrustante con el objeto de reducir el nivel de incrustaciones sobre la membrana, prolongando la vida útil de la misma.

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