Orgulloso de sus hombres por la obtención de los torneo Apertura y Clausura, no es menos lo que siente Jorge Pineda por Pesce, Piovani y Quintero, entre otros pibes que irrumpieron en la primera de Santa Rita.
«Creo que solo tuvimos el equipo completo en la primera fecha. Después, por un motivo u otro, no lo pudimos armar. Pero fueron surgiendo chicos de inferiores, de tercera… el que entra está a la par o mejor del que está jugando. No han desentonado para nada. Hay más recambio, con muchos chicos que esperan el momento para estar en primera», les reconoció el técnico campeón.
Pineda reconoce que «Sarmiento venía muy bien, invicto, pero nosotros habíamos ganado todos los partidos de local. Sabíamos que iba a ser muy duro pero se dio. Yo esperaba más, porque no fue un partido vistoso. Por ahí influyó la expulsión, que cambió el trámite, pero creo que ganamos bien, aunque al final ellos tuvieron un par para empatar».
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En su balance no deja afuera otros actores del triunfo, a los que sube al podio junto a los jugadores y al cuerpo técnico: «¿Viste lo que es el estado del campo de juego? Es la tercera resiembra del año. Eso es todo mérito de los dirigentes. Los resultados no llegan solo por lo que hace el plantel, es un conjunto de cosas… el canchero, los dirigentes, los colaboradores y muchas cosas más que no se ven pero suman».
De Santiago Piovani, que llegó hace un tiempo de Cosmopolita, dijo que «vino a sumar como central pero nos rindió de lateral. Creo que puede jugar ahí. Marca bien y puede pasar al ataque».
De Guido Riscosa destacó que «es el emblema del Santa Rita de hoy. Es distinto a todos en esa posición. Muy regular, muy parejo. Cuando tiene que batallar lo hace y cuando tiene que jugar también. Y es muy querido por sus compañeros».
El DT llegado de Ameghino rescata también el sentido de pertenencia de todos los jugadores. «Me sorprendió cuando llegué, porque son hinchas del club, defienden la camiseta, son compañeros y van detrás del objetivo que se plantean».
Por delante le espera un enorme desafío: la Triple Corona, aquella que supo ganar Ingeniero cuando lo dirigía Rubén Piaggio. Y no esquiva el bulto. «No debemos relajarnos. Queremos ganar el Octogonal para quedar en la historia del club», se comprometió.
