22 C
General Villegas
miércoles, septiembre 11, 2024

¿Cómo prevenir un golpe de calor?

spot_img
spot_img

Se aproxima el verano y poco a poco empiezan las temperaturas cada vez más sofocantes. Durante esas jornadas de calor bochornoso muchas personas son potenciales víctimas de golpes de calor. ¿Cómo se pueden prevenir?

 

Cualquiera corre el riesgo de sufrir un golpe de calor si se dan las circunstancias, pero este riesgo es especialmente alto entre los aficionados a los deportes al aire libre que no toman precauciones suficientes, la más importante de ellas, la de no hacer ejercicio cuando el calor ronda los cuarenta grados.

Cuando el cuerpo gana calor con mayor rapidez del que puede eliminar, intenta expulsarlo haciendo circular la sangre central hacia la periferia para poner la máxima cantidad de sangre en contacto con la piel, a fin de enfriarse. Pero cuando la temperatura del aire es superior a treinta y cinco grados, la radiación cesa y la evaporación es el único mecanismo natural de enfriamiento.

Pero el enfriamiento por evaporación es limitado, ya que la sudoración máxima de una persona no aclimatada al calor es aproximadamente de un litro y medio por hora, cantidad que puede subir hasta dos litros si se practica ejercicio físico.

Por otra parte, la tasa de evaporación es inversamente proporcional a la humedad relativa del aire. Cuando la humedad es alta, la evaporación se ralentiza y la sudoración se convierte en un mecanismo de enfriamiento menos eficaz. Si la humedad es superior al setenta por ciento, la evaporación es difícil y el cuerpo pierde su capacidad para eliminar el calor.

Cuando el mecanismo de regulación de la temperatura corporal falla se produce un aumento peligroso de temperatura que puede desencadenar en un golpe de calor, una situación que muchas veces es mortal. La suma de temperatura y humedad ambiental alta y ejercicio de alta intensidad es un cóctel explosivo.

¿Qué es un golpe de calor?

El golpe de calor se manifiesta por una temperatura corporal superior a cuarenta grados asociada con cambios en el sistema nervioso central y fallo multiorgánico. Los síntomas que advierten de un golpe de calor son: calambres musculares, dolor de cabeza y abdominal, náuseas, confusión, torpeza, desorientación y agitación. La sudoración puede estar presente en el golpe de calor producido por el ejercicio, pero es más frecuente su ausencia en el golpe de calor clásico. Incluso puede aparecer una sensación de frío y piel de gallina, pues el sistema termorregulador se confunde y cree que es preciso aumentar aún más la temperatura corporal. Más tarde aparecen trastornos neurológicos (adormecimiento, estupor, convulsiones, pérdida del tono muscular con contracturas y alteraciones pupilares), taquicardia, hipotensión, piel caliente y hemorragia nasal. La mortalidad es del treinta al cincuenta por ciento de los casos.

¿Cómo prevenirlo?

La forma más eficaz de evitar un golpe de calor es, lógicamente, no exponerse a los factores de riesgo; es decir, no hacer ejercicio cuando la temperatura supera los treinta y cinco grados. Pero, por si una causa u otra tenemos que enfrentarnos al infierno, nos ayudará seguir estos sencillos consejos:

  • Beber agua constantemente.
  • Descansar a menudo.
  • Utilizar vestimenta holgada y clara.
  • Proteger la cabeza con un gorro claro, de ser posible de algodón (muchos tejidos sintéticos dejan pasar las radiaciones ultravioletas).
  • Rociar el cuerpo con agua durante el ejercicio no es útil para contrarrestar la producción de calor provocada por el ejercicio vigoroso realizado durante treinta minutos en un clima cálido. Además, al mojarse la ropa y el calzado, aumenta la posibilidad de sufrir rozaduras y ampollas.
Tratamiento

Lo más importante ante un caso de golpe de calor es refrigerar a la víctima hasta bajar su temperatura a treinta y nueve grados. La inmersión en agua fría es el sistema que más rápidamente enfría el cuerpo (de 0,15 a 0,24 grados por minuto). Una vez la temperatura ha bajado a treinta y nueve grados y medio no hay que continuar con la refrigeración, a fin de evitar la hipotermia.

Cuando no es posible sumergir al paciente en agua, hay que protegerle del sol, desnudarle y tumbarle en posición fetal para obtener la máxima superficie de evaporación, rociarle con agua y aplicar aire para favorecer el enfriamiento por evaporación. Otro método eficaz, pero más lento, de refrigeración es la aplicación de toallas de agua helada combinada con compresas de hielo en la cabeza, tronco y extremidades.

Naturalmente, hay que llevar a la víctima lo antes posible a un hospital.

Factores peligrosos

La combinación de alta temperatura, alta humedad y ejercicio es la principal causa de un golpe de calor, pero hay otras circunstancias que pueden coadyuvar a sufrirlo, como la obesidad, la forma física deficiente, la deshidratación, las quemaduras solares, la diarrea y la ingesta de algunos fármacos y drogas, como el alcohol, las anfetaminas, los antihistamínicos, las benzodiacepinas, la cocaína, los diuréticos y los laxantes.

Incluso el haber sufrido ya un golpe de calor puede favorecer la aparición de otro.

spot_img