La intensificación de la crisis del coronavirus –tanto en la Argentina como en el mundo– y la previsión de un período de cuarentena obligatoria más prolongado, llevó al Gobierno a evaluar la suspensión de los aportes patronales.
El pasado 17 de marzo los ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas anunciaron un paquete de alivio económico en el que se eximió «el pago de contribuciones patronales a los sectores afectados de forma crítica por la emergencia», entre los que citó a los vinculados al turismo y al espectáculo.
Sin embargo, ahora el parate es de tal magnitud que no hay sector de la economía que no se vea golpeado. Por eso, la nueva medida –cuya oficialización es inminente- apunta a ampliar la suspensión del pago de aportes patronales y, además, prolongar el período inicial, que se había estipulado en 30 días la semana pasada.
En esta línea, Gobierno anunció la entrega de una suma de $10.000 en abril en un sólo pago y que podría extenderse, a monotributistas de las categorías A y B y trabajadores informales, que beneficiará a alrededor de 3,6 millones de hogares.
Se trata de un Ingreso Familiar de Emergencia por la situación generada por la pandemia del coronavirus y los beneficiarios deberán inscribirse en la página web de ANSeS, donde colocará la cuenta bancaria -si es que tiene- y declarar que no posee otro ingreso (no alcanzará a jubilados, ni pensionados, ni quienes tengan otras percepciones, ni renta financiera).