Rubén Schropp es un argentino que está viviendo esta emergencia sanitaria mundial causada por la pandemia del coronavirus en uno de los lugares más golpeados por el COVID-19: Estados Unidos. Afortunadamente Rubén está radicado en Miami, donde no hay tantos casos positivos como sí ocurre en Nueva York.
Pero aunque sus días transcurren en aquella ciudad turística del hemisferio norte, su corazón está 7000 kilómetros más al sur, específicamente en Bernardo Larroudé. Y es que Rubén Schropp fue el goleador de aquel mítico equipo de Larroudé Football Club que salió campeón de la Liga de Fútbol de General Villegas en el año 1974.
Los nombres que conformaban aquel plantel son auténticos peso pesados del fútbol de nuestra región: Gauna, Ruzziero, Errecart, Lecerre, De Brasi, Paris, Guardia, Herrera, Schropp, Anselmini, Martins, García, Vaccarini, Herrero y Romero
«Adoro a la gente de Larroudé. Recuerdo lo feliz que nos hacía el fútbol. Lo sentíamos como si fuera un fútbol de potrero. Teníamos un equipo muy bueno. Si hubiera habido regionales en La Pampa hubiéramos tenido muchas chances. El campeonato de Villegas era bastante duro. Había un equipo de Sportivo que estaba a la altura nuestra, era palmo a palmo. Era difícil ir a jugar a Villegas, a Piedritas. Los recuerdos son los mejores, en cuanto al equipo y a la gente. Fue un año hermoso, daba gusto jugar en ese equipo», rememoró Schropp.
El Lobo de Larroudé y el Pulpo eran los equipos que se disputaban el campeonato del 74. «Sportivo estaba arriba nuestro. Fuimos a jugar a la cancha de Sportivo que estaba que reventaba de gente y empatamos 0 a 0. Seguíamos un punto abajo. Fue Atlético Villegas el que le arruinó el campeonato. Creo que le ganó 2 a 1 y nosotros le ganamos a Buchardo (que en ese entonces formaba parte de la liga villeguense)», comentó.
El partido que nunca olvidará fue un triunfo 3 a 2 frente a Ingeniero. En ese encuentro hizo dos goles y asistió a Guardia para el otro. Pero más allá de lo futbolístico hubo otro factor que lo volvió inolvidable: «Fue el mejor partido que jugué. Yo estaba haciendo el servicio militar y no iba a jugar porque tenía una guardia, pero el Mayor me autorizó. Llegué prácticamente a la hora del partido», recordó.
En 2016 regresó a Larroudé después de 40 años en el marco de un reencuentro de los jugadores que integraron aquel equipo del 74. «Para mí Larroudé es como un paraíso. Me hicieron un homenaje. Es una gente espectacular, yo tengo muchos amigos. Los hijos y nietos de aquellos que ya no están me dieron un reconocimiento como si me hubiesen conocido de toda la vida», se emocionó el goleador.
Schropp es un verdadero embajador del Lobo de Larroudé y sigue las noticias de su amado club desde EEUU. Es además, una pieza clave de aquel campeón imborrable de nuestra liga villeguense que siempre recordaremos.