Orlando «Gatica» Maldonado fue un zaguero central de Eclipse, aunque quienes lo vieron jugar dicen que podía hacerlo en cualquier parte de la cancha porque le sobraba técnica. Fue un duro y férreo defensor, pero no por su juego brusco sino porque no dejaba pensar a los delanteros, no permitía que se den vuelta y se imponía en el juego aéreo. De hecho, en toda su carrera nunca se fue expulsado.
Los inicios de Maldonado fueron en Sportivo. A los 12 años «Grillo» Moruzzi lo vio jugando un picadito y lo llevó al Pulpo. Pero, algunos años después, el «Turco» Handorf fue a su casa y lo fichó para Eclipse, donde jugó y salió campeón.
Su debut en primera fue con la mítica «Maquinita», aquel glorioso equipo de Eclipse que no se cansaba de ganar. Por supuesto que, con tantos buenos jugadores y siendo apenas un adolescente de 15 o 16 años, «Gatica» iba al banco de suplentes. A pesar de su juventud, Maldonado no desentonaba. Salió campeón con esa gran camada de jugadores en el año 1966.
«Eclipse era ‘la Maquinita’. Jugaban Galliano, el ‘Tito’ Paviolo, Walter (Baragiotta), Daniel (Betanzo), el «Oso», el ‘Gato’ Barcenilla, todos grandes jugadores. Salí campeón con ellos en el 66. Intercalé porque yo estaba en el banco de suplentes», comentó Maldonado.
«Gatica» también fue parte del Eclipse campeón 78/79, aunque se retiró unos partidos antes de la coronación.
En cuanto a los rivales, Maldonado enumeró a varios delanteros centrales que le complicaron la existencia: Carnelli y el ‘Negro’ Verón en Sportivo, Carlos Carchosky de Santa Rita. «Eran nueves muy mañeros. Igual a mí el que más me gustaba era ‘Tito’ Paviolo porque no era de choque, era un jugador exquisito», contó.
La zaga central la compartió con Galliano, pero fundamentalmente jugó junto a ‘Catola’ Barrios. Pero su escuela fue el ‘Gato’ Barcenilla: «Él me enseñó un montón, era un tipo que hablaba mucho», recordó.
«Cuando había que hacer un pique corto era difícil que se me vaya el delantero porque yo era muy rápido, en pique largo sí. Y donde le ponía el cuerpo…», el ex defensor de Eclipse no concluye la frase pero los que lo vieron jugar saben que los delanteros siempre perdían en ese mano a mano.