Matías Pavesi, médico cardiólogo, fue consultado por Actualidad acerca del uso del barbijo en el contexto de actividades deportivas y los posibles perjuicios que provocaría en los atletas.
El profesional comenzó partió de la base de que la utilización del barbijo en las actividades recreativas y deportivas está dentro de la norma para realizarlas. «Es una norma que, en conjunto con el distanciamiento social y las medidas de higiene, está contemplada como parte de la protección del coronavirus. Hoy en la bibliografía médica no hay evidencia de que el barbijo provoque perjuicios en la práctica deportiva. No existe tal consenso. La percepción del esfuerzo y de sofocación es muy individual. Existe gente que lo puede manifestar, pero de ahí a que pueda ser perjudicial o a que nos pueda poner en riesgo hay una diferencia», aclaró.
Pavesi trajo a colación que muchos deportistas entrenan en invierno con cubrebocas o cuellos contra el frío, y que lo hacen sin inconvenientes. «Es verdad que existe mayor esfuerzo a nivel de músculos respiratorios y que pueden generar esta situación de disconfort. Pero no está demostrado que provoquen perjuicios. De hecho existe una escuela opuesta que dice que el uso de restricción con mascarillas puede hasta mejorar el rendimiento deportivo porque sirven para ejercitar los músculos respiratorios y, a priori, podrían mejorar ciertos parámetros de rendimiento», añadió.
El médico, quien es también un atleta, aconseja que quien tenga una sensación de disconfort caminando o corriendo con barbijo no lo haga. «Quizás el barbijo no es la causa. Quizás tenemos cierta euforia con esto de salir a hacer actividad física después de dos meses de encierro y quizás no lo estamos haciendo progresivamente, pausadamente, recreativamente y ahí es donde se generan estas sensaciones. El barbijo la puede provocar, es una percepción muy individual. Pero a nivel médico hoy no hay ninguna contraindicación para hacer estas actividades recreativas con barbijo», explicó.
Pavesi fue consultado por el atleta chino (un hombre joven) que falleció mientras corría con barbijo. «El neumotórax espontáneo y primario es algo raro y por eso fue tapa de diario. Le pudo haber ocurrido a alguien con o sin barbijo, o incluso a alguien que en vez de correr estaba tejiendo. Es algo que ocurre por fuera del deporte y por fuera del barbijo. En esta pandemia estamos aprendiendo día a día. A lo mejor en dos años se recabó información estadística donde evidentemente sí, en cierto grupo de pacientes, con cierta predisposición, haciendo determinada actividad física y con barbijo se dio tal cosa. Eso hoy no se puede descartar porque los números no están. Vamos aprendiendo día a día con la pandemia. Hoy no hay evidencia que sugiera esta situación. Hoy uno quiere creer que esto es un caso aislado, que ocurrió en un paciente que quizás hubiera tenido ese neumotórax espontáneo y primario de todas formas, porque el neumotórax justamente tiene un pico de prevalencia en gente joven y con ciertas características. Es eso: un caso aislado que nos llegó por lo atípico y por el impacto en la opinión pública. Pero no tenemos los datos para decir que esto es algo que está sucediendo», describió.
Por último, ante la aparición de síntomas de ahogamiento, recomendó no echarle la culpa al barbijo, sino consultar a un médico. Subestimar síntomas por pensar que están relacionados con el barbijo puede ser un error fatal.
«No va a haber competencias en lo inmediato, así que hay que tomarlo como algo recreativo y de salud. No es para correr una carrera, esto se planteó en un contexto de salubridad: salir de casa para movernos. La medida tiende a preservarnos a nivel psíquico, físico y social. No tiene que ver con volver a las marcas de hace dos meses. No tenemos que tomarlo por ese lado porque esto es recreativo, son normas para mejorar la salud física, psíquica y social que se vio deteriorada por el encierro», concluyó.