De Santa Eleodora siempre, donde creció y vuelve cada vez que puede. De Villegas también, donde vivió por años trabajando en FM ACTUALIDAD, en las mañanas de la radio, una de sus pasiones. Su voz quedó grabada en los oídos de los oyentes, que no olvidan su paso por el medio.
A María Gagliardi la sorprendió el Coronavirus en Rosario, la ciudad santafesina donde se radicó junto a su hija y su madre. «Sí. Soy Positiva. Gracias a Dios estamos bien. Las tres. Tuve muchos síntomas en los primeros 6 días. Me alertó el intenso dolor muscular durante 2 días y medio, un día que me costaba despertarme, era sueño intenso en horarios poco comunes y cansancio. Bueno, y 5 síntomas más», escribió en sus redes sociales, poniendo en tema a sus allegados.
«El dolor de cuerpo que se siente es terrible. Yo tuve mucho dolor en las manos. Tuve muchos síntomas. Menos fiebre y pérdida del olfato tuve todos. Acá en Rosario está todo colapsado. De hecho tardaron 6, 7 días en hisoparme. Y después pasaron otros cinco días hasta que me dieron el resultado, aunque yo estaba seguro que era positivo. Uno conoce su cuerpo. Con una gripe común nunca tuve dolores de cuerpo. Y esta vez los dolores ni me permitían levantarme de la cama. Después los dolores fueron pasando y solamente sentía un gran cansancio», contó en la mañana del sábado, respondiendo el llamado de ACTUALIDAD.
María vive en un departamento con su mamá y Barby, su hija adolescente: «Todo un tema, en ambientes chicos, poder evitar el contacto con ellas. Con mamá sobre todo. Ellas en un ambiente, yo en otro. Cada vez que iba al baño tenía que limpiar todo con alcohol. El jueves tuve algunas molestias y el viernes dolores, que quizás sean porque me relajé al recibir el resultado. No pasé muy bien la noche y hoy (por la mañana del sábado) me despertó el dolor de cabeza. Suelo sufrir de migraña, pero este dolor es diferente. La frente, los ojos…»
Mientras esperaba el llamado de un médico que va a realizar el seguimiento de su caso y ver cómo sigue, María contó que «esta noche cumplo 14 días del primer síntoma y de aislamiento total, porque cuando lo percibí cerré la puerta del departamento y dije ‘no salimos más de acá’. Solo salí cuando me vinieron a hisopar y con un vaporizador con alcohol con el que iba rociando todo lo que tocaba. Mi hermano nos trae todo lo que necesitamos, lo deja en la puerta y una vez que se va yo lo entro. Es la única manera de no contagiar y que esto no se siga propagando. En este edificio vive mucha gente grande y nos tenemos que cuidar mucho unos a otros. Mi mamá y mi hija, gracias a Dios, no tienen síntomas».
Por último, abordó el tema de manera general para contar que «es increíble la gran cantidad de reuniones sociales que se siguen haciendo. Y por más que los denuncies, siguen. Quizás ya no alcance el personal policial para frenarlas. En pleno centro de Rosario se juntaron como 50 chicos en un departamento. Alguien conocido hizo la denuncia pero nadie fue a poner freno a eso. Y ahora 10 de esos chicos dieron positivo. No tienen cabeza, ni los chicos ni los padres que no controlan. Fueron 10 chicos que además deben haber contagiado a otros tantos amigos o familiares. Nadie toma conciencia del aislamiento», graficó.
Dejando poco a poco atrás su dolencia, María hace saber de su enojo, que continúa: «Es porque siento que en todo este tiempo no se hizo todo lo necesario. Se suponía que todos estos meses eran para prepararnos para el ‘pico’, pero parece que lo único que se hizo fue aumentar las camas. ¿Necesarias? Si. Absolutamente. Pero también es necesaria una respuesta pronta cuando alguien activa un protocolo. Probé reclamando. Nada. Probé con un contacto dentro de la Municipalidad. Nada. Y llegué a escribirle al Intendente. Le expliqué y me contestó. Al día siguiente me estaban hisopando. No debería estar pasando esto, por lo menos es lo que nos dijeron en marzo. Y llegó. Todo está colapsando. Los reactivos no alcanzan, los médicos, bioquímicos, enfermeros… Nada alcanza».