El Padre José Luis Rossi, «Joselo», está a cargo desde hace unos días de la Parroquia «San Juan Nepomuceno» de Emilio V. Bunge; y en este contexto habló con ACTUALIDAD.
Recordó que «cuando era un joven de Parroquia, por el año 2005, veníamos a esta zona con un grupo de Trenque Lauquen a misionar, cuando todavía estaba el Padre Juan Kukielka. Esa fue mi primera llegada a Bunge».
«Después, en 2014, estuve como Diácono en General Villegas y también daba clases en el colegio secundario de Bunge, así que conozco a algunas personas del pueblo. Es una historia que de algún modo viene desde hace rato», añadió.
El sacerdote nació en Trenque Lauquen. «Mis padres, mis abuelos, están allá. Todas mis raíces están por aquel lado», dijo.
Comentó que cuando se fue de General Villegas en 2015 tuvo como destino la ciudad de Nueve de Julio. «Estuve tres años allá y de ahí fui a Robert, Partido de Lincoln, que fue mi primera Parroquia estando solo. Permanecí ahí tres años y medio; y ahora volví a esta zona».
Con 34 años de edad, regresó a nuestro distrito en tiempos de pandemia. «Creo que nuestra función en momentos como éstos es tratar de llevar consuelo, esperanza, no quedarmos a veces con la mirada puesta en lo difícil de la situación, sino abrirnos a Dios que es quien también puede darnos fortaleza para hacer frente a esta realidad tan compleja que nos toca vivir como sociedad», expresó.
«La vida de fe no es una actividad esencial más, sino que es algo vital del hombre, que va mucho más allá. Hay que tratar de acompañar la vida de la gente que a veces tiene en el corazón un poco de desesperanza, de agobio, de cansancio. El mensaje del Evangelio es de esperanza, de alegría, de fortaleza, que hoy más que nunca se necesita en nuestra sociedad», agregó.
«La fe es algo vital porque tiene que ver con la vida de la persona -manifestó el sacerdote-. No somos solamente nuestro cuerpo y necesidades básicas, sino también espíritu, un alma que necesita fortaleza, cuidar también la vida interior».
El Padre «Joselo» comentó que ya estuvo recorriendo algunos pueblos del distrito, como Coronel Charlone, Santa Regina y Cañada Seca. «Conociendo un poco y celebrando la Eucaristía», sostuvo; al tiempo que mencionó que no había podido estar en Piedritas, «porque la situación allí es más compleja; y creo que uno tiene que cuidar y respetar la realidad de cada localidad de una forma particular. Llegará el momento de que podamos ir a acompañar también a esa comunidad».
Villa Saboya y Santa Eleodora, más alejadas, requieren de otra organización para una visita. «Nos iremos acomodando para poder visitarlas», expresó.
Respecto a su expectativa a cargo de la Parroquia de Bunge, sostuvo que «lo que uno es, lo que uno tiene, lo comparte en cada lugar adonde le toca ir a prestar su servicio como sacerdote. Pero la idea no es arrancar de cero, sino continuar la historia de una comunidad, caminar junto con ella, acompañando pero respetando la historia y la idiosincrasia de cada lugar», añadió.