La Comisión de Ceferino Namuncurá organiza para este viernes 26 de agosto una procesión y misa que se llevará en la ermita, ubicada en Chassaing Sur y Pichincha de General Villegas.
La convocatoria es para las 15 horas, momento en que comenzará la marcha que recorrerá la calle Pichincha hasta casi Monte Santiago; y se regresa por la calle paralela hasta la ermita nuevamente, donde se oficiará la misa. Al terminar, se compartirán chocolate y tortas, a través de las donaciones recibidas por parte de la gente.
«Estábamos muy tristes por estos dos años de pandemia, por nuestra sociedad y por las celebraciones que no se pudieron hacer. Pero hoy lo podemos hacer e invitamos a toda la comunidad a compartir la actividad, que va a estar presidida por el Padre Fabián García, villeguense. Estamos felices», comentó el presidente de la Comisión, Rodolfo Gómez, en diálogo con Actualidad.
La celebración se realiza en un nuevo aniversario del nacimiento de Ceferino Namuncurá, un 26 de agosto de 1886; «y también tenemos los 11 años de su llegada a General Villegas, en el mes de agosto de 2011. Mucha gente lo visita y lo acompaña en su ermita», recordó Gómez.
Ceferino Namuncurá: el santo de la Patagonia
Chimpay está vinculado indisolublemente a la figura de Ceferino Namuncurá, hijo de Rosario Burgos y del célebre cacique araucano Manuel Namuncurá.
Ceferino nació en Chimpay el 26 de agosto de 1886. Fue bautizado dos años más tarde por el misionero salesiano Domingo Milanesio. Tras pasar su infancia a orillas del río Negro, ingresó en 1897 en el colegio de San Fernando y luego fue aceptado en el colegio salesiano Pío IX, de Buenos Aires, donde se afirmó su vocación religiosa.
En 1904 Ceferino Namuncurá, acompañado por Monseñor Antonio Cagliero, partió a Italia, donde fue recibido por el Papa Pío X y luego continuó sus estudios religiosos en Turín. Su salud no soportó el rigor del invierno italiano y a fines de abril fue llevado a Roma, donde falleció de tuberculosis.
Sus restos fueron repatriados en 1924 y descansan en la capilla de Fortín Mercedes, al sur de la provincia de Buenos Aires. En 1945, se inició una causa de beatificación, que fue considerada favorablemente por la Sagrada Congregación de Ritos.
Ceferino en Buenos Aires
Entró como aprendiz de carpintero en los Talleres Nacionales de la Marina, en el Tigre. Era muy joven, pero sentía la enorme necesidad de ganarse la vida. A su padre se le ocurrió pensar que los presidentes pueden hacer cosas buenas y le escribió una carta al entonces primer mandatario, Luis Sáenz Peña, para pedirle por su hijo. Sáenz Peña acudió al Superior Salesiano, quien recibió a Ceferino en el colegio de la calle Artes y Oficios, hoy Quintino Bocayuva, en el barrio de Almagro. Allí llegó el indiecito patagónico dispuesto a instruirse para ayudar a su pueblo.
Ceferino en Roma
Estando con los salesianos, Ceferino tuvo la oportunidad de viajar a Roma, para visitar al Papa Pío X, quien lo recibió el 26 de septiembre de 1904. Ceferino le entregó al sumo pontífice una manta de piel de chulengo blanco. La entrevista no le fue concedida de inmediato, pero cuando al fin pudo encontrarse con el Papa, Ceferino se mostró recatado, humilde y silencioso. Luego viajó a Florencia y Bolonia, pero el trajín aceleró su muerte. Debió dejar los libros, cursos, latín y catedrales y, después de pasar 45 días en el hospital, murió el 11 de mayo de 1905, en plena primavera europea.