Asi lo expresó el gerente de la Cooperativa Eléctrica de la localidad, Juan Barrios, quien además sostuvo que están alertas porque el siguiente paso de los ladrones de bronce, son las instalaciones eléctricas, de donde se llevan los cables de cobre.
En edición anterior de Actualidad, hicimos mención sobre los lamentables hechos ocurridos en el cementerio de la localidad de Cañada Seca, donde se hicieron destrozos y robos en los nichos, especialmente de ornamentos de metal.
Para conversar sobre esos acontecimientos, nos comunicamos con Juan Barrios, quien además de llevar adelante el periódico Tres Límites, ocupa la gerencia en la Cooperativa Eléctrica de Obras y Servicios Públicos de Cañada Seca.
Sobre la profanación, Barrios manifestó que «el fin de semana que algunas personas conocidas han estad robando metales en el cementerio de Cañada, que está bastante retirado del pueblo, a unos cuatro kilómetros hacia el norte para el lado de Rufino.»
Por esa razón, «es normal que venga gente de Rufino que tiene familiares sepultados y es normal que haya vehículos. ahí. En este caso, un vecino vio una actitud sospechosa de dos personas que estaban en un auto y salieron prácticamente corriendo con una bolsa. Cuando notó que algo raro pasaba, vino para el pueblo a dar aviso, porque no tenía el teléfono celular encima», afirmó.
El hecho es que cuando la policía llegó, ya no encontró a nadie, pero verificaron que habían estado arrancando placas y floreros, todo lo que de bronce» e incluso «habían violentado puertas de los panteones más viejos que tienen mucho ornamento. Uno de los que abrieron es de los primeros pobladores de Cañada y tiene alrededor de cien años.»
De allí y de otros dos o tres panteones más los ladrones se llevaron objetos y candelabros, además de floreros de las tapas de los nichos.
«Mucho destrozo y mucha indignación causa el hecho de que sea en un cementerio. En un pueblo chico duele mucho que pasen estas cosas. No estamos acostumbrados a estas cosas, entonces causó un poco de alboroto», sostuvo Barrios.
Se supone que las personas que entraron a robar y a provocar destrozos no eran vecinos del pueblo, sino que se trataría de «gente que viene de otro lugar a a buscar metales que hoy están valen mucho y por eso se se incrementó el delito en todo el país», indicó.
En tanto, la policía continúa investigando, tratando de encontrar imágenes o algún dato importante a través de las cámaras de seguridad, para poder ubicarlos y el municipio estaría pensando en la colocación de alguna cámara en las inmediaciones.
Por otra parte, la Delegación municipal sumó su denuncia policial correspondiente, por tratarse de propiedad oficial, a la realizada por familiares que tiene seres queridos sepultados en el cementerio.
El gerente de la Cooperativa aclaró además que los delitos se cometieron en el sector más antiguo del cementerio, no en el nuevo espacio de la Cooperativa, donde hay unos 260 nichos. Allí «no pasó nada, fuimos a verificar y en nuestros panteones no notamos nada raro», seguramente porque ya no se utiliza el bronce en las tumbas.
Como expresó Barrios «el objeto no les interesa mucho porque lo terminan fundiendo y eso es lo que más duele, porque a veces tienen valor artístico, valor histórico y valor sentimental, que terminan fundiéndose.»
El robo de este tipo de metales está «empezando a preocupar a las cooperativas», sostuvo Barrios, porque existe «un mercado negro detrás del tema metales» y por lo cual «en algunas provincias ya se ha avanzado con algunos registros de responsabilidad de metales para los locales que los compran, porque en definitiva alguien está comprando todo esto.»
«El robo de cables y transformadores que en otras regiones del país es muy normal, están creciendo tremendamente porque contienen cobre que tienen buen valor. Arriesgan la vida para bajar un transformador y desarmarlo», explicó.
Barrios informó también que desde la Cooperativa de Piedritas tuvieron una conversación con el secretario de Seguridad, Rubén Rojo, sobre este tema, «porque la sustracción de placas y ornamentos es el primer paso para que aparezcan robos que tienen que ver con la parte eléctrica de las instalaciones, lo que no solo causa daño económico, sino que provoca interrupción del servicio con usuarios deben esperar a que uno pueda reparar todo eso.»
Sobre la situación de Cañada Seca en general, Barrios señaló que «está como en todas las localidades, con problemas, con necesidades pero bien.»
El gerente de la cooperativa destacó que «se ha notado un crecimiento de la población, hay un proyecto empresarial de una empresa que vino a radicarse a Cañada a reabrir una planta de silos que estaba cerrada desde hace décadas. lo que ha generado un movimiento importante y creemos que crear algunos puestos de trabajo que nos estaban haciendo falta.»
Sobre la cuestión de vivienda, Barrios expresó que «nuestro pueblo es muy chiquito, muy delimitado. Son 30 manzanas con pocas posibilidades de crecer hacia las afuera y hay gente que quiere construir y no se consiguen terrenos aptos para la venta. Es un problema, pero tiene un costado bueno, que es el crecimiento de la población por los puestos de trabajo que se van generando.»
«Tampoco es una explosión, pero para lo chiquitos que somos, 20 o 30 familias más en el pueblo es un montón», afirmó Juan Barrios.