Este viernes 5 de mayo tendrá lugar a las 19 horas, en el Club Atlético Villegas, una charla a cargo de Juan Antonio Abdala, ex jugador de básquet y autor del libro «Crónicas de lo NO-DICHO».
El evento, organizado por el Instituto República, dirigido por la concejal Romina Domínguez Carvalho girará en torno a «Herramientas de contención familiar», alrededor de tres actores principales: la familia, las instituciones y la sociedad.
«Crónicas de lo no dicho» es un relato en primera persona del ex basquetbolista de Junín, sobre las adicciones y su vinculación directa con la comunicación: el habla y la escucha.
En comunicación con el Turco Abdala, explicó que viene haciendo esta serie de charlas desde hace cinco años Yo vengo haciendo ese trabajo desde hace cinco años y «más allá de la parte testimonial y lo anecdótico de cada crónica del libro, se desprenden herramientas que son funcionales para la vida de las personas.»
Abdala habla de la adicción como «una temática muy compleja, callada por generaciones enteras, que nos ha hecho retroceder como sociedad.»
Se trata de «poder hablar libremente sobre este tema y la familia y las instituciones deben involucrarse» porque «recién ahora se está construyendo un nuevo paradigma para hablar libremente», señaló.
El ex basquetbolista, símbolo de Argentino de Junín hacia mediados de los ’90, cree que «la primera causa en esta problemática es la falta de información. Las familias no saben cómo resolver un problema cuando tienen un hijo o un familiar que está en consumo problemático. Esto es gravísimo porque estamos hablando de la salud mental y de la vida de las personas.»
La charla se basa en un testimonio porque «fue todo lo que me pasó a mí desde los 17 años en adelante, aun jugando Liga Profesional de Basquet. Es muy rica la charla porque se puede interactuar, porque tiene mucha información», expresó.
Para el ex basquetbolista, se trata de «un trabajo de hormiga que para mí ha sido maravilloso. El libro se está dando en todas las escuelas de la región. Es importantísimo que los chicos hablen de la temática, que puedan poner en palabras lo que les pasa y lo que sienten.»
Abdala destacó además a la Asociación de Jugadores de Basquet de la Argentina, porque «me han acompañado muchísimo, tanto en el libro como en las charlas.»
El libro Crónicas de lo No-Dicho, fue declarado de Interés Municipal por el Concejo Deliberante de Junín y según su autor, «ha tenido una trascendencia que yo no me esperaba. Llevo impresos más de mil setescientos libros. Es una locura lo que me pasó. Pensé hacerlo para familiares y amigos y de repente, me animé a hablar y tuve que ir a capacitarme y a instruirme.»
Además expresó que «tuve hacer una Diplomatura socioterapéutica con abordaje en adicciones, un curso de neurolingüística, porque de golpe me encontraba hablando en un teatro con 300 alumnos e iban psicólogos y psiquiatras que tomaban nota, porque para los profesionales de la salud, los testimonios son muy ricos.»
«Yo cuento en primera persona lo que me pasó sin ningún tipo de eufemismo», dijo y agregó que toda la preparación que realizó tras superar su adicción «es algo netamente evolutivo, no solo para mí, sino para mi familia, porque mis padres vienen de una generación casi olvidada, que no ha tenido ni contención, ni herramientas, ni conocimientos.»
Por esta razón, la primera crónica se llama «La olla de los ignorantes» y refiere al momento en que su mamá le encuentra consumo por primera vez.
«Seguramente en Villegas hay muchas familias que están sufriendo en este momento y por miedo, por vergüenza o por ignorancia y entiéndase y léase bien la palabra ignorancia, porque a mi mamá le pasó eso. Mi mamá y mi papá no tuvieron información en ese momento para enfrentar una situación con su hijo adolescente y 30 años después, nos está pasando lo mismo», afirmó.
Según Abdala «ya no podemos escapar de esto, hay que levantar la alfombra de una vez por todas y las instituciones, los clubes, las escuelas, las empresas deben involucrarse.»
Abdala invitó a todos a asistir a la charla, a participar, a animarse a levantar la mano, porque hablar es empezar a sanar.
«En esos dos mundos en que yo vivía y que convivían entre sí, nadie sabía nada y nadie hablaba. Ni el entrenador sabía que yo me drogaba, ni los dirigentes habían que yo me drogaba, ni en las secuelas sabían que yo me drogaba. Y el tema es que a veces lo saben, lo callan y es un problema gravísimo», advirtió.
«Hay que empezar a desmitificar un montón de cosas y esto tiene que ser tomado como un problema más. Es un problema más que hay que resolver, como la obesidad, como la bulimia, como la anorexia, como la violencia, como la inseguridad. Ahora está la ESI (educación sexual integral) y un montón de cosas que están empezando a generar un nuevo paradigma», expresó Juan.
Abdala considera que sigue siendo «una persona de riesgo. Me recuperé, me estabilicé, formé una familia y después de todo lo que me pasó, es enormemente valioso pero después lo tenés que sostener. Sostener una familia, sostener una actividad, sostener un trabajo, sostener un deporte. De eso también vamos a hablar», aseguró.
En tanto, se encuentra trabajando en un nuevo libro: «Crónicas de lo No-Dicho 2», junto a Fabián Tonda, director general de la Comunidad Terapéutica Aylén y presidente de la Federación de Organizaciones no Gubernamentales de la Argentina para la Prevención y el Tratamiento de Abuso de Drogas.
Esta segunda edición «va a ser es cerrar el círculo después del pos tratamiento. Se habla, pero va a tener muchas cuestiones más técnicas. La idea es que cuando una persona agarre el segundo libro sepa qué hacer qué hacer o no hacer ante un problema de consumo de sustancias», indicó.
Por último manifestó que «la única manera que tenemos de crecer un poco como sociedad es involucrarse y hacer algo por el otro, tener empatía. Así que yo le agradezco mucho a Romina (Domínguez) que haya levantado el teléfono, que me haya llamado y esté organizando todo esto. Le agradezco de corazón por darme la oportunidad de que una familia decide ir a escuchar y a hablar.»
El libro de Juan se inicia con la frase «Juan, yo traje un hijo para la vida, no para la muerte.» Una frase fuerte «que mi mamá me dijo cuando estaba en un estado bastante crítico», expresó.