El doctor Carlos Palombo, ex director del Hospital municipal de General Villegas, habló con ACTUALIDAD del reconocimiento al doctor Oreste Crusat y del trabajo previo que se hizo en este sentido, que va a concluir, en fecha a confirmar, con la colocación de una placa con el nombre del médico en la puerta de entrada a la Sala de Internación del Hospital.
«Esta es una iniciativa de todo un equipo de trabajo del Hospital. Lo hizo cada uno desde diferentes lugares y luego se conformó una unidad para que esto ocurra. Creemos justo y meritorio que la figura de Oreste tenga este reconocimiento. Para mí es una satisfacción enorme porque lo conozco, porque sé lo que es como persona, como trabajador de la salud pública, fundamentalmente, y su compromiso humano, social, desde esa medicina humanizada que tanto uno promueve y promulga; y que está un poquito olvidada últimamente. Oreste es admirable en todo su conocimiento, su capacidad y su compromiso», sintetizó Palombo.
Para el profesional, «siempre fue muy distintivao en varias cosas. En su humildad y en su silencio, es una persona muy callada, muy reservada, de perfil absolutamente bajo, casi un altruista de la medicina. Su horario de trabajo activo presencial terminaba, pero no terminaba nunca, porque se quedaba pensando en un paciente que a lo mejor era complejo, iba a leer y volvía al otro día con nuevos datos. Todos lo ‘sacudíamos’ cuando tal vez había algún paciente de diagnóstico no muy claro, todo el mundo le iba a preguntar a él, un libro abierto de la medicina».
«Yo aprendía mucho con él. Mi especialidad es la cardiología y en todo lo que no sabía de otras especialidades, para mí él era un referente muy fuerte. Es una persona absolutamente formada. Pero todo funcionario público, de la salud en este caso, no deja de ser un trabajador sin rango y nos debemos a la gente. En eso él es un gran representante. Él entendía muy bien ese rol y seguramente estaba muy arraigado desde su educación familiar, desde chico, de lo que era brindar y servir al otro. En este sentido, a mí me enorgullece. Es admirable todo lo que le he visto hacer», agregó.
A su vez, resaltó su figura «en el acompañamiento del fin de vida. También es todo un desafío en este tipo de salud cómo acompañar ese momento. Y en eso era una persona absolutamente destacada. Lo llamamos medicina humanizada, un paciente que es un ser humano completo, que tiene un montón de realidades que lo atraviesan y hacen a su estado de salud. Este era un concepto que Oreste tenía absolutamente arraigado. Un formador permanente de los médicos más jóvenes, de los enfermeros, de los administrativos, de todo el equipo de salud, con todas sus características. ‘El Gordo’, como le dicen todos, es todo un personaje, distintivo de la salud pública en General Villegas, sin dudas».
Además de Palombo, hubo otros profesionales que trabajaron para que Crusat fuera reconocido. Entre ellos, Marcelo Tau, Hernán Vázquez y Christian Di Giorgi, aunque resaltó que en realidad «todo el equipo de trabajo actual y los que han pasado por el Hospital. Nadie va a estar en desacuerdo con esto y creo que para todos esta distinción va a ser un motivo de alegría. Que lo haga el Concejo Deliberante tampoco es casual, porque es el representante del pueblo de General Villegas, que ha recibido la ayuda de Oreste siempre que la necesitó».
Reconoció que al doctor «no le gusta nada todo esto, tener tanto protagonismo, pero Marcelo, Hernán y Christian lo han convencido»; y sostuvo que «seguramente cuando se haga el reconocimiento en el Hospital voy a hacer el esfuerzo para estar ahí, acompañándolo».
Respecto a la placa que será colocada en el acceso a la sala de internación, dijo que es «un lugar distintivo por donde Oreste transitó tantos años, más allá de que Villegas tiene un montón de profesionales destacados. La salud allí está muy bien cuidada por la calidad y cantidad de profesionales que tiene; y esto es envidiado desde muchos lugares», sostuvo.
«Es lindo que a uno le reconozcan el trabajo», expresó Palombo. Y explicó algunas «trabas» en este sentido. «Aparentemente los reconocimientos en vida no están reglamentados. Para mí que llegue cuando la persona está muerta, ya no sirve. Está bueno que sea en vida y por eso llegó esta idea de que sea Personalidad Destacada, que sí está permitido. Entonces se avanzó por este motivo. Es muy importante para él que se lo pueda reconocer, también para sus hijos, familiares y amigos».
