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jueves, octubre 3, 2024

Abril Farías Simón, una pequeña gigante en tierras bálticas

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De la mano de «GPS, villeguenses por el mundo», y bajo la conducción de Esteban Mutuberría, recorrimos otro punto lejano de este planeta, donde se halla una de los nuestros.

Un programa especial, porque la protagonista es la más joven hasta entonces, lo cual le da mayor valor y mérito a su aventura en Europa. Abril Farías Simón, tras casi dos años afuera, estuvo en los estudios de ACTUALIDAD y nos contó su propia historia.

Primeros pasos

La primera experiencia, previa a terminar sus estudios, fue en 2017. En aquella oportunidad recorrió Serbia, Países Bajos y Croacia, de la mano de Gastón Courreges y una de sus pasiones: el Ballet.

Posteriormente, contó que su idea de emigrar y vivir en el exterior no «tuvo un origen fijo». Una vez terminado el secundario y en medio de tantas opiniones diversas sobre la situación del país, la joven ingresó a «AuPair» (página que ofrece una oportunidad de pasar un año en el extranjero a cambio del cuidado de niños) y rellenó un formulario, que fue enviado a varios países seleccionados por Abril.

Sin embargo, siguió su carrera de Medicina en La Plata. «Justo llegó la pandemia y viví momentos que no me gustaron, de mucha soledad y distanciamiento social», recordó.

No obstante, llegó un correo electrónico de una familia extranjera, que le procuró a Abril una enseñanza del idioma Español a una niña, llamada Carmen. La villeguense aceptó y el plan virtual se puso en marcha. «Yo lo veía como algo lejano y a largo plazo, no tenía tanta fe en que se podía lograr», señaló.

Jugando en las hamacas con Carmen.

Vuelo a Europa

Hasta que un día, la joven de 21 años recibió los pasajes para partir rumbo a Polonia y continuar su vida en el «Viejo Continente», algo que aceptó de forma repentina y sin dar muchas pistas de su decisión.

«En una cena junto a mi familia, planteé esta opción que se me había presentado y ellos me apoyaron desde un principio, hasta ahora», comentó.

La fecha de emigración fue el 29 de diciembre de 2021, con pocas certezas y muchas inquietudes sobre lo que podía suceder en un futuro.

«Me fui con los ojos cerrados, hasta el día de hoy no pude adaptarme completamente en varios aspectos, como la comida y la religión. Nunca me pasó de tener la necesidad urgente de volver a Argentina, estoy muy cómoda y confortable», dijo.

Asentamiento en Polonia 

Su destino inicial fue Sopot, una ciudad costera de 40.000 habitantes aproximadamente. Luego se asentó definitivamente en Cracovia, una de las ciudades más grandes del país, ubicada al sur y de 766.000 habitantes.

Pese a su trabajo y a tantos kilómetros de su hogar, Abril no se desvió de los estudios y comenzó la carrera de Negocios Internacionales, donde le está yendo muy bien. Respecto a la carrera de Medicina, dijo que todo es posible y desea terminarla algún día.

Al ser consultada sobre lo que más echa de menos de sus tierras, la joven no dudó y respondió: «Bailar, es algo que extraño mucho y no es común en Polonia, por lo menos la Zamba». A su vez, contó que las fiestas son muy diferentes a las argentinas, tienen menos duración y la música no es la misma.

En cuanto a lo social, dijo que Polonia relaciona a nuestro país con el fútbol y Lionel Messi, quien estuvo en discordia con Robert Lewandowski, estrella del seleccionado polaco.

Planes para el futuro 

Abril tiene claro sus próximas metas y objetivos de cara a lo que se viene. Su idea es recibirse e intentar encontrar un trabajo que le guste, siempre en Polonia o algún país limítrofe de Europa.

Además, la joven subrayó que se siente muy cómoda en el lugar donde está y descartó, por lo menos en los años venideros, la opción de volver a sus tierras, sobre todo por la cuestión económica.

«A Polonia no llega toda la información real sobre lo que sucede en Argentina, se tapa mucho esa cuestión», explicó.

Muchas veces se dice que la experiencia o la edad es lo más importante para animarse a los desafíos. Sin embargo, Abril demostró que está suficientemente preparada para distintas aventuras e historias por el mundo, pese a su corta edad. Una joven, de las nuestras, que superó todo tipo de pronóstico y fue en busca de la felicidad a otro continente.

Atardecer en Wawel, mirando el río Vistula.
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