Programa número 29 de «GPS, villeguenses por el mundo» y otra historia de uno de los nuestros que, desde hace mucho tiempo, se encuentra inmerso en otras culturas.
Esta es la vida de Patricio Lynn, un médico que llevó su pasión a todos lados y gracias a ello pudo mantenerse en los trabajos más prestigiosos. En los estudios de ACTUALIDAD, junto a Esteban Mutuberría, «Pato» nos contó su propia aventura.
Primeros pasos
Tras egresarse en el colegio «El Nacional» en la promoción de 1998, Patricio emprendió viaje rumbo a Buenos Aires, donde estudió Medicina en la Universidad Austral.
«Cursé desde el 1999 hasta el 2005. Después de la Facultad de Medicina decidí hacer cirugía, así que terminé entrando en el Hospital de Clínicas. La vocación de Médico es una herencia de mi padre, que fue mi modelo», explicó.
Llevando su pasión al exterior
El villeguense siguió inmerso en el mundo de la medicina y la especialización en diferentes sistemas del cuerpo humano. Pero en el medio de todo esto, surgió una beca para rotar en Brasil, en un instituto privado y prestigioso de San Pablo.
Patricio no dudó, armó valijas y fue a probar suerte durante tres meses: «Quedé encantado con el nivel de los hospitales y lo que estuve construyendo», detalló.
En dicha compañía quedaron conformes con el trabajo de «Pato» y, al año siguiente, lo contactaron para realizar una investigación, nuevamente en tierras cariocas: «Dejé todo en stand by y me fui, en principio por un año».
Como el año anterior, le fue muy bien y quedó elegido para formar parte del instituto, pero para eso debía revalidar el título: «La medicina es la misma en todos lados, pero las enfermedades que surgen y el desconocimiento hay que pulirlo en distintos lugares».
Previo a su segundo viaje a Brasil, apareció Silvina, su esposa. «El plan era irme a Brasil, pero tres meses antes la conocí a ella, empezamos a salir y se dio todo de manera muy natural. Gracias a ella no me sentí solo», mencionó. Posteriormente, se casaron en Buenos Aires y Silvina se mudó a Brasil junto a Patricio.
¿Cómo fue su vida en Brasil?
Más allá de ser argentino y la histórica rivalidad que existe con Brasil, aseguró que nunca tuvo problemas con ello y siempre lo trataron como uno más.
«La gente fue muy agradecida, era fantástico en ese sentido. Las condiciones laborales también fueron muy distintas a las de Buenos Aires, me fui muy conforme», subrayó.
Nueva oportunidad en el extranjero
Las mismas personas que estaban en el instituto donde trabajaba Patricio fueron las que conectaron al villeguense con un médico del hospital «Memorial», de Nueva York, catalogado como el segundo mejor hospital de cáncer en Estados Unidos.
A su vez, había un cirujano español muy conocido que viajaba al mismo congreso que Patricio; y fue quien lo llevó a Norteamérica. «Él me apadrinó e invito a hacer una investigación por un año, con un salario y una casa», contó.
Y agregó: «El problema de Nueva York siempre es el hospedaje, porque todo es muy caro. Pero este hospital tiene un sistema de casas subsidiadas, por lo que traen constantemente profesionales sin problemas».
En el mismo año, nace el primer hijo de la familia, Tomás. Haciendo un balance de su vida en la profesión, dijo: «Fui muy insistidor y luché por lo mío, pero también hace falta un poco de suerte y aprovechar el momento indicado cuando se presenta la oportunidad. Una vez ahí, tenés que revalidar y demostrar».
Patricio continuó en suelo estadounidense durante mucho tiempo, siempre avocado a la medicina y junto a su familia, recorriendo distintos puntos del país y aprovechando cada oportunidad que se presentó.
Planes para el futuro
Dentro de un mes, Patricio comenzará a trabajar en un hospital de Pensilvania: «Es enorme y universitario, de 600 camas y toda la nueva tecnología. En cuanto a la ciudad, pasamos de vivir en un lugar como Manhattan a una ciudad similar a Villegas».
A largo plazo, el villeguense no descartó la posibilidad de volver al país o a su ciudad, pero también explicó que tiene todo muy organizado en Estados Unidos y la cuestión familiar influye. «Tenemos la vida armada», manifestó.
Su «Argentinidad» en el exterior
Pese a tantos años «afuera», Patricio reconoció que el sigue siendo «argentino y villeguense», más allá de su identificación tanto con Brasil como con Estados Unidos. «Yo tomo mate y no hemos cambiado. De todas formas, uno se tiene que adaptar a su cultura y no querer modificar algo que ya es así, porque los visitantes somos nosotros», expresó.
Asimismo, mencionó que extraña mucho General Villegas por su familia y el afecto que se tiene de la ciudad, su lugar de origen. «Todo lo que hago lo relaciono con lo que tenía antes, todos los recuerdos y anécdotas de mi infancia y crianza en mi pueblo. La primera referencia que yo tuve en el mundo fue Villegas y eso te marca», indicó.
A su vez, ante la pregunta de qué lugar del mundo es, él responde «de Villegas», y añadió que, pese a vivir 12 años allí, nunca se sintió de Buenos Aires ni se consideró «porteño».
En relación al pensamiento de los norteamericanos con respecto a los argentinos, respondió: «Es difícil encontrar un estadounidense que conozca mucho sobre nuestro país, salvo los que han viajado y tienen algo más de referencia. Con el tema del Mundial y Messi por ahí esto cambió en el último tiempo».
Una nueva historia, una nueva aventura, pero un mismo punto de origen. Porque donde hay un villeguense, ahí estamos. Patricio, otro de los que dio el salto y se asemejó a otra cultura, pero sin olvidar sus raíces, las de General Villegas.
