El director de Clínica Modelo, doctor Juan Pablo Paladino, habló con ACTUALIDAD de la situación que la institución atraviesa en este contexto de crisis económica, con la posibilidad latente de que cierre sus puertas.
Si bien se están haciendo todos los esfuerzos para no llegar a esa medida, el profesional dejó en claro que será una cuestión a definir en el mes a mes.
Son treinta los empleados que podrían quedar sin trabajo de llegar al cierre, entre enfermeras, administrativas y personal de ordenanza, teniendo en cuenta que los profesionales a cargo de la atención de pacientes tienen otras posibilidades en este sentido.
Por el momento, «desde el directorio y con los profesionales médicos hemos decidido hacer un esfuerzo más para que la Clínica siga abierta, para que la comunidad de General Villegas tenga una institución privada a la cual acceder y que se le brinde cada vez una mejor calidad de servicio. Pero se vive una situación crítica, muy delicada. Vamos ir viendo mes a mes hasta ver qué es lo que sucede. No podemos negar que estamos inmersos en un contexto nacional, provincial y local muy delicado. Todo va aumentando y las cosas que hay que pagar también. Se hace cada vez más difícil», agregó.
Paladino sigue acompañado en el directorio por prácticamente los mismos médicos que lo integran desde mitad de 2023, excepto la doctora Carolina Rada, «que presentó su renuncia. Ella estaba desde hacía un par de años y estaba un poco frustrada por esta situación. Pero seguimos junto a los doctores Fogazzi, Turchetti y Sánchez. Y próximamente, se va a incorporar el Licenciado Satragno».
El profesional es consciente de que en caso de decidir cerrar las puertas de la Clínica, la situación más delicada sería para el personal no médico. Enfermería, administración, ordenanza y cocina, «una nómina que llega a las 30 personas, 30 familias directas que se quedarían sin trabajo, algunas con mayores chances de conseguir empleo que otras, por su edad, por su formación, por su capacidad; y otras a las que les sería muy difícil encontrar un nuevo empleo. Por eso estamos peleando y haciendo lo imposible para que siga abierta todo el tiempo posible».
Paladino manifestó haber tenido una reunión con el personal para «transmitirle esta situación económica y financiera; y dejé librado a su elección que si alguien tenía una nueva oferta laboral, podía decidir qué hacer. Nosotros estamos bien en número de personal, por ley no podemos funcionar con menos. Estamos justos, no nos sobra nadie y consideramos que cada uno es indispensable por la labor que hace».
De cerrarse Clínica Modelo, más allá de que en la ciudad hay una importante cantidad de Centros Médicos privados, ninguno de ellos cuenta con quirófano o sala de internación, por ejemplo, lo que hace imaginar un Hospital municipal que podría verse desbordado de pacientes en este sentido.
«Todos sabemos que en el Hospital, si bien se está reorganizando, hasta no hace mucho tiempo había que ir a sacar un turno a las 5 de la mañana para que se lo dieran a los dos meses. Nosotros actualmente tenemos, en la Clínica, un promedio de 35/40 cirugías por mes (que es muy bajo) que se volcaría al cien por ciento al Hospital que, con el tiempo de espera que hoy tiene, imagínense si hay que sumarle más pacientes», agregó.
A pesar del panorama brindado, el director dijo «ver una luz al final del túnel, cada vez más grande, pero tenemos necesidades inmediatas y las respuestas son cada vez más mediatas. Entonces, hay que aguantar hasta que se destraben algunas cosas. Estamos teniendo charlas con el Hospital y con el municipio. La idea es tratar, entre todos, de que esta institución privada no se cierre y brindar el mejor servicio de salud que se pueda para la población de General Villegas, para que tenga una calidad de servicio de salud digna».
Paladino explicó que «una empresa de salud se divide en dos partes: la atención médica, en la que no tengo ninguna duda que estamos conformando un grupo de profesionales que quiere ir a trabajar. Estamos esperando tener un servicio de atención espontánea, con médicos generalistas, hay pediatras, cirujanos y traumatólogos que se quieren incorporar, que van a comenzar a hacer consultorio en la institución. Eso lo ofrecemos, está. Pero hay otra arista, porque esto no deja de ser una empresa y, como toda empresa, tiene entrada y salida de dinero; y el balance tiene que ser cero, como mínimo. Es muy difícil hacerlo en una empresa de salud, porque hay que comprar medicación, instrumental, elementos de limpieza, todo. Ese balance desde hace mucho tiempo nos está dando negativo en muchos millones. Como ejemplo, se facturan 10 millones de pesos y de gastos fijos tenemos 15 millones, entre sueldos y compra de insumos».
«No hay ningún dinero que se pueda distribuir entre los accionistas, todo lo contrario -continuó. Esos 5 millones de pesos que faltan se van cubriendo con el aporte individual, personal y de buena voluntad de algunos médicos que trabajan en la institución, que consideran que esto puede tener un futuro no muy lejano para seguir aguantando esta situación. Todos estamos dando el doscientos por ciento, así que esperemos llegar a un buen puerto en este tema».
Sanear y regularizar el manejo de dividendos y dinero que ingresan a la Clínica era uno de los objetivos del directorio en el momento en que Paladino asumió. «Eso está. Tenemos un equipo de administradores y contadores que, hoy por hoy, lo están haciendo ad honorem. Lo que no podemos regularizar es el déficit de ingresos de muchos millones de pesos», expresó.
Habló por otro lado de las obras sociales. Dijo en este sentido que «es muy difícil el contexto en el que estamos viviendo. También son empresas de salud, o sea que están en la misma situación. Por un lado, tienen que tener una oferta profesional y, por otro, tienen que tener sus ganancias; y lo que antes podían ofrecer como un servicio, hoy muchas obras sociales no lo están ofreciendo».
En lo que respecta a la Clínica, «tenemos la particularidad de que lo que facturamos este mes, lo cobramos a los 60 o 90 días, con un contexto inflacionario como el actual. Entonces, es muy difícil hacer malabares para que todo cierre y funcione de la mejor manera. Los servicios como luz y gas también están aumentando y lo van a seguir haciendo. Hoy el objetivo es pagar los sueldos, el 100 por ciento de lo que ingresa es para eso y para los insumos. Esa es la finalidad mes a mes, sin poder realizar otras cosas que queremos hacer, como mejorar la institución», sostuvo.
Por último, Paladino manifestó que «queremos llevarle tranquilidad a la gente de que tenemos la obligación de brindarle el mejor servicio que tenemos. Si no fuese así, sí daríamos un paso al costado. Tal vez hoy no tenemos un edificio de primera, pero en lo que respecta al servicio de enfermería, mucamas y profesional médico, la gente está dando muchísimo más de lo que debería para que esto funcione; y tratar de que sigamos en pie».