El encuentro se realizará en el Instituto San Juan Nepomuceno de Emilio Vicente Bunge, los días 28, 29 y 30 de junio.
Entretiempo es un movimiento que realiza retiros basados en la crisis que se produce en los hombres a partir de los 35 años de edad. El objetivo es encontrarse con uno mismo, relajarse, descansar y vivir una experiencia única.
Es un retiro laico, integrado por personas sin ningún título en la iglesia, que invita a «parar la pelota, entrar al vestuario de la vida para jugar el mejor segundo tiempo que hubieses imaginado. Todavía no colgaste los botines».
Bernardo Ferreyra, promotor del movimiento, habló con ACTUALIDAD: «Somos personas en crisis para gente en crisis. Es una experiencia que debemos vivir, que se hace una sola vez en la vida. Es muy recomendable», dijo.
La invitación es para los días 28, 29 y 30 de junio en el Instituto San Juan Nepomuceno de Bunge. Personas de Córdoba, Buenos Aires y otros lugares del país ya se inscribieron; y la idea es que se animen a sumarse los hombres de nuestra zona.
La inscripción tiene un valor de $20.000 por los tres días, donde además se les ofrece un lugar donde dormir y comida. En este sentido, Bernardo aclaró que «será para quienes lo puedan pagar, pero la plata no será un impedimento».
Para inscribirse, los contactos telefónicos disponibles son: 3388 418706 (Machi) y 3388415376 (Gabriel).
Por otro lado, adelantó que se realizará un «Entretiempo» para mujeres en el mes de octubre, en fecha a confirmar, también en Bunge. «Estos encuentros te cambian la vida. No te solucionan los problemas, pero te dan otra perspectiva», sostuvo Bernardo.
Mauricio Iaconis, por su parte, comentó cuál fue su experiencia. «Tenía prejuicio cuando me invitaron. Pensaba que me iban a encerrar a rezar. Pero todo cambió. Salí de ahí con un montón de herramientas, vivencias y cosas para compartir. Hay problemas más grandes que los de uno».
El término Entretiempo proviene del fútbol y Mauricio explicó su significado.: «Es como si hubiésemos jugado el primer tiempo. Y ahora hay que analizar en el entretiempo y jugar el mejor segundo tiempo. Nadie tiene la fórmula. Son solo testimonios de vida. Se trata de compartir con el otro. Es una desconexión para volver a conectar. Lo más difícil es mirar para adentro, porque puede haber cosas que incomodan, pero la incomodidad saca lo mejor de uno».
Mauricio anticipó que se comparten risas, mates y charlas productivas. «Yo hago invitaciones, pero tengo amigos indecisos. Depende de cada uno. Nunca pensé estar en este grupo hace algunos años, que tiene un proceso de aprendizaje para nosotros también».
