Luego del revuelo generado en el fútbol femenino, con sus repercusiones en las redes sociales, fotografías, descargos y acusaciones mediante, los presidentes de ambas instituciones pusieron paños fríos a la situación.
Lamentablemente la fecha del Fútbol Femenino estuvo opacada en gran medida por lo ocurrido fuera de la cancha. Particularmente por la publicación en las redes sociales de una fotografía que mostraba a jugadoras de Atlético Villegas haciendo gestos fuera de lugar junto al colectivo de Eclipse.
A partir de ello, se produjo un ida y vuelta entre jugadoras de ambos clubes, e incluso, de Fernando Millán, entrenador de Atlético Villegas, quien realizó un descargo en el que apuntó contra el plantel rival. Acusaciones y cruces mediáticos de todo tipo, que sobrepasaron lo futbolístico.
En este contexto, Eugenio Leporati, presidente de Atlético Villegas, y Federico Colman, mandatario de Eclipse, respondieron con suma altura y responsabilidad, para calmar la situación. En diálogo con Actualidad ambos asumieron la cargada y el folclore futbolero, pero rechazaron de forma absoluta las faltas de respeto en cualquiera de sus formas.
«Cuando me enteré de lo que había pasado lo llamé a Federico y le pedí disculpas. Quiero pedirle disculpas a la gente de Eclipse. Hay cosas que se escapan de nuestras manos. Dentro de ambos clubes, esta situación se replica de una forma muy grande», dijo el mandamás de la Academia.
En pos de fomentar la rivalidad sana, sin sobrepasar los límites, Leporati argumentó: «No importan que seamos de clubes diferentes. Siempre hay que manejarse con respeto. Con Federico somos amigos. El mensaje es este. Somos rivales desde lo deportivo. Pero estamos en la misma sociedad y formamos a una misma comunidad. Podemos festejar triunfos, pero con la educación que corresponde».
Del otro lado Federico Colman sustentó la afirmación de su par: «El folclore está bueno en todos los deportes y disciplinas. Pero cuando el partido termina, la rivalidad debe terminar. Cada uno hace lo mejor posible para su club. Pero tratamos de inculcar de que el respeto hacia el otro sea un eje. La idea es que la rivalidad deportiva no nos empañe en lo cotidiano ni en lo social».
Con respecto a la rápida difusión en las redes sociales, el presidente de Atlético manifestó: «No hay que seguir echándole leña al fuego, porque no se frena más. De un evento particular empiezan a aparecer cosas de años atrás. Y no termina nunca. La mejor manera es canalizar por los medios que corresponde y como adultos que somos. Es un deporte sano».
Leporati rescató el mensaje de que ambos presidentes se presenten y hablen de lo ocurrido, en pos de apaciguar los ánimos: «Es una manera de marcar y que la gente entienda que, dentro y fuera de la cancha, la chicana sana está buena. En ese sentido, nos divertimos. Pero siempre con respeto y sin cruzar el límite».
En este marco, sostuvo que «el momento social complejo arroja que las cosas se magnifiquen, dañando los sentimientos del resto». Además, citó que «nuestro derecho termina donde empieza el de los demás. Ahí debemos poner el freno para no faltar el respeto».
Asimismo, opinó en que tanto Eclipse como Atlético deben fomentar el «crecimiento en conjunto, para brindarle cosas a la sociedad que, sin la existencia del otro club, no sería posible». Y agregó: «Nos potenciamos de forma mutua. Cuando ellos hacen algo, nos dan ganas de copiarlo. Y así en viceversa».
Otro tema desarrollado fue el ejemplo de los adultos a las inferiores: «Los chicos vienen con lo que uno pregona. Debe ser respeto y educación. Muchas veces, el problema más grande es la exigencia de los padres. Tenemos que hacer un paso al costado y mirarnos a nosotros mismos, para ver qué queremos dejarle a los chicos».
Casualmente, el viernes se desarrolló una reunión de la Comisión de Violencia junto a integrantes de las divisiones inferiores de los clubes de la Liga. El objetivo principal fue trabajar en conjunto para abordar algunas situaciones críticas observadas durante los encuentros deportivos de las divisiones inferiores en clubes del partido de General Villegas.
Solo dos días más tarde se disputó el clásico villeguense entre Atlético y Eclipse en inferiores, donde se destacó el respeto entre jugadores y padres: «Fue una fiesta. Todos se comportaron medianamente bien. Los chicos fueron caballeros, dentro y fuera de la cancha. Deberíamos aprender de ellos», declaró Colman.
Al mismo tiempo, comentó que en las inferiores predomina el respeto: «Los chicos se han dado cuenta de las cosas. Juegan y se divierten. Si ganan, mejor. Y si no, se apoyan y felicitan. Hay que copiarlos. Nos enseñan y no nos damos cuenta. Veo que, cuando algún padre empieza a gritar, ellos se alejan, porque no les gusta ni interesa esa parte del folclore».
Es por ello que ante diferentes irregularidades en el accionar de padres, ambos clubes han desarrollado reuniones grupales, en pos de concientizar sobre las conductas a los jugadores. Además, se colocaron carteles en las canchas para que los adultos comprendan la situación.
Colman reveló que suele acercarse a los padres que gritan cosas, lo cual le ha traído buenos resultados: «Lo que más se repite en inferiores es el reclamo del adulto a su propio hijo. Perjudica el ambiente. El DT es que debe hablarle al chico en la cancha. El ida y vuelta del padre con el hijo es muy grande. Son cuestiones a resolver».