El sábado por la mañana, Analía Campana, directora de Aderid, dialogó con Celina Fabregues, en el programa Cuidarte Más de FM Villegas, sobre la llegada a la institución de una bicicleta muy especial.
La noticia rodante «es una novedad importante para Villegas y Aderid ha tomado el compromiso de que no sea solo para la comunidad de la institución, sino que sea algo abierto a a toda la comunidad», manifestó la directora.
La llegada de la tándem, que ya está en la calle y a la que todos se quieren subir, es posible gracias a que «hace mucho tiempo Aderid se contactó con una ONG que se llama Empujando Límites, creada por Juan Zemborain, papá de Santi, que tiene autismo», expresó.
Aunque estuviera haciendo sus terapias, Juan sentía que no podía vincularse adecuadamente con su hijo, hasta que un día lo miró y le dijo: «Santi, hay que andar en bicicleta». Después de muchos años, consiguieron una tándem, que es una bicicleta doble.
Analía relató que ellos «arrancaron con una hierro, después con una playera y un día llegó una empresa y les dijo que existía una de aluminio, pero hay que traerlas de afuera» y sucedió que «en el mismo tiempo que con la de hierro hacían 40 kilómetros, con una de aluminio empezaron recorrer entre 70 y 80 kilómetros.»
Sus salidas se fueron haciendo cada vez más largas y sumaban cada vez más kilómetros, hasta cumplir el objetivo de cruzar los Andes.
«Con la ONG Empujando Límites y a través de dos Fundaciones, Fortabat y Zurich, compraron 30 tándems que acaban de llegar a la Argentina desde Indonesia y Aderid va a ser el responsable de que funcione en Villegas», afirmó Analía.
Según explicó la directora del centro, puede ser utilizada para personas con distintas discapacidades que puedan subirse con un guía adelante que los lleve.
«La idea es que cada vez que lleven esa bicicleta a andar, después puedan cargar en las redes de Empujando Límites esa experiencia, porque ellos tienen que tener toda la información del país, para generar conciencia de que las personas con discapacidad pueden andar en bici, que pueden entrenar y pueden participar en competencias y que las industrias nacionales tienen que empezar a traerla o producirlas en Argentina», destacó la directora de Aderid.
«Hay que lograr que la tándem sea un producto accesible a cualquier persona que y a cualquier familia que tenga una persona con discapacidad», señaló.
Pero los beneficios superan a las personas que poseen alguna discapacidad y alcanza también a todos aquellos que por diferentes razones necesitan reforzar el fortalecimiento muscular, sumado a la importancia que adquiere salir con un familiar o con una persona de confianza que «hace a la vinculación y a la socialización, porque como nos sucede con la equinoterapia, el estar en contacto con la naturaleza, también tiene beneficios para el sistema inmune, el metabolismo, la respiración y el corazón», expuso.
Analía Campana advirtió además que «las posibilidades son enormes y como institución y como comunidad, vamos a tener que experimentar en que más trae beneficios.»
Cuando fueron el martes pasado al evento de la ONG donde se hizo la entrega de la bicicleta a Aderid, el conductor del evento, Julián Weich habló con varias personas con discapacidad y según Analía relató, «había un señor grande, sordo ciego, que es el único argentino y la única persona con discapacidad en el mundo, de haber completado con su guía cinco Ironman. Él sufrió una profunda depresión cuando perdió primero la audición y después su visión, pero encontró en el deporte la posibilidad de volver a vivir.»
En cuanto a la disponibilidad para el uso en General Villegas, la directora de Aderid aclaró que «el compromiso que tenemos con Empujando Límites es que no es para la institución sino para la comunidad. Nosotros tenemos un contrato con la ONG que nos concede una de las bicicletas con cargos. Los cargos no son de plata sino que son de responsabilidad-compromiso.»
Por esta razón, quienes hagan uso del tándem «tienen que usar cascos, así que tenemos que pedir a la comunidad que nos ayude para conseguirlos, porque no los tenemos», además «hay que respetar las normas de tránsito, la prudencia. Lo que necesitamos y queremos es que se hagan kilómetros. No importa si lo hace un paciente con su familia, con nosotros o alguien de la comunidad, mientras que nos la pidan.»
«Le tenemos que hacer kilómetros», afirmó Analía, mientras la bici, que fue armada sin cargo por el comercio Ciclopartes, que además prestó los cascos, ya comenzó a sumar por las calles de la ciudad.
El sol del invierno y la ya no tan lejana primavera, augura buenos kilómetros a la tándem y posibilidades para sentir el viento en el rostro y lograr una revinculación familiar y social.
«Todo cambia, porque estamos cambiando el contexto y para lo terapéutico, es indispensable que los papás se sientan bien y se sientan bien con sus hijos, porque va a ser la base y del cimiento para que logren un montón de otras cosas», apuntó.
Finalmente, la directora de Aderid estimó que «la comunidad de Villegas nos va a ayudar para hacer guías voluntarios y poder llevar a personas con discapacidad. Además, habrá familias que se van a subir a la bicicleta para andar con sus hijos. Desde lo terapéutico, nosotros tenemos un montón de trabajo por hacer, porque estas historias hablan también de nuestra reconvención también como terapeutas.»
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