A sus 88 años, el villeguense radicado en Santa Rosa sigue haciendo historia en el atletismo. En una emotiva charla con OVACIÓN, Ernesto repasó su brillante carrera en el ciclismo de los años 50, su paso al running competitivo y el orgullo de seguir representando al país a nivel sudamericano y mundial.
Ernesto Galván no necesita presentación en General Villegas. Su nombre está indisolublemente ligado a la época dorada del ciclismo local, cuando los velódromos de tierra vibraban con cada embalaje y los corredores eran ídolos populares. Hoy, a sus 88 años, Galván sigue activo, pero sobre nuevas pistas: las del atletismo, donde ha sabido conquistar títulos argentinos, sudamericanos y hasta un campeonato mundial.
En su reciente paso por OVACIÓN, Galván compartió recuerdos vívidos y cargados de nostalgia de su etapa como ciclista en Unión Deportiva Villegas. «Gané el campeonato regional en 1957, con carreras de velocidad, fondo y australiana», rememoró. Aquellas competencias reunían multitudes y leyendas del ciclismo local como el Negro Álvarez o Esteban Prunini, entre otros. «El Negro fue el mejor ciclista que tuvo General Villegas. Te corría una nocturna acá y al otro día ganaba una ruta en Río Cuarto», comentó Galván.
Galván también habló de su experiencia enfrentando a figuras como Jorge Bathis, subcampeón argentino, en pruebas que trascendían lo deportivo y se convertían en espectáculos masivos. «El velódromo se llenaba. Las carreras nocturnas tenían algo especial. Tres filas de gente alrededor de toda la pista», describió. En una de aquellas jornadas memorables, se llevó una bicicleta Frejus italiana como premio a su consagración en el torneo anual de Unión.
Su retiro definitivo del ciclismo llegó en los años 80, tras una dura caída en Santa Rosa y otra en Villegas, ya con la pista asfaltada. Pero lejos de abandonar el deporte, Galván encontró un nuevo camino en el atletismo. «Me invitaron a entrenar, probé, y al poco tiempo ya estaba corriendo los 10.000 metros en un campeonato argentino en Mar del Plata», narró. Desde entonces, no paró: fue campeón argentino, sudamericano y alcanzó la cima como campeón mundial.
Aún hoy, prepara su participación en el próximo Sudamericano de noviembre en Chile, de la mano de su entrenador, el también villeguense, Marcelo Millán. Su última competencia fue en Arrecifes, donde ganó los 6 kilómetros de su categoría. «No sé si fue por valiente o por fuerte, pero fui y gané», dijo entre risas.
Con una lucidez y vitalidad envidiables, Galván dejó también un mensaje final: «El deporte es una actitud ante la vida. Te transforma. A los chicos y a los grandes les digo que lo practiquen. Es sacrificio, sí, pero también alegría, salud, fraternidad y verdad», enfatizó.
A ocho décadas de haber empezado a pedalear en la cancha de Sportivo, Ernesto Galván sigue siendo una inspiración. En General Villegas, en Santa Rosa o donde lo lleve su pasión, Galván continúa en carrera.