Sin consensos, finalmente tiene carácter de ley el proyecto de agroquímicos. El voto doble del presidente del Concejo, Juan José Tomaselli, puso fin por mayoría de votos a un debate que se extendió más allá de las bancas y ganó las calles en las últimas semanas.
Las exposiciones, muy bien argumentadas y con un interesante aporte de datos, no sorprendieron ya que el tema estaba instalado en los medios y la opinión pública desde hace semanas. En realidad, fue una lógica y necesaria reiteración de lo expuesto a la comunidad por distintos canales de expresión.
Desde la oposición se resaltó, en palabras de Verónica Zallocco, quien criticó la aplicación del actual modelo agrícola cerca de los pueblos y recibió con alegría «el nacimiento de una mayor conciencia ambientalista en General Villegas y el aporte de jóvenes muy formados en el tema»; además de enumerar una serie de actividades agroecológicas que se podrían plasmar en las tierras que quedaran impedidas de explotar con el uso intensivo de fitosanitarios.
Sebastián Cerrajería, por su parte, defendió la postura del oficialismo apoyándose en consultas realizadas por su bloque en distintos organismos provinciales y nacionales y en especialistas en el tema; aportando información acerca que la deriva de aplicación no afectaría poblados con los márgenes de exclusión y amortiguamiento previstos en el proyecto de su bloque.
Carlos Pardo habló que la intención de su bancada era consensuar el proyecto con el resto de los bloques e hizo hincapié en «las zonas de exclusión en torno a las escuelas rurales, que debieran ser tenidas en cuenta por el oficialismo.» Sabiendo de antemano cómo vendría la votación, los hizo responsable de las consecuencias futuras. Y anticipó que podría ser un fallo judicial el que corrija las cosas: como un río desbordado, el rumor de la presentación de un recurso de amparo corre desde hace días por los pasillos de la política local.
César Julián habló en nombre de sus «compañeros docentes» y refutó la mención de que las escuelas rurales tiene cortinas de árboles que las protegen de la pulverización: «Estamos preocupados. Nuestra idea era hacer un cordón verde de huertas, viveros, pasturas, mostrándole a nuestros hijos como se trabajaba antes».
Alicia Laino dijo que en los últimos días «hay una gran presión sobre la gente de campo, a la que se la acusa de buscar mejores rindes en desmedro de la salud, incluso de sus propias familias. Gente que sabe de sobra como proteger y protegerse al respecto. Hemos tenido en cuenta todas las opiniones y hemos cambiado varias veces el proyecto original. »
A grandes rasgos los proyectos difieren en la zona de exclusión y de amortiguamiento en torno a los centros urbanos. El oficialismo, cuya ordenanza se aprobó, planteaba 40 metros de exclusión (prohibición total de fumigación) y regular el amortiguamiento (fumigación con controles) de acuerdo a los planos. En principio sería de 300 metros, «con el aporte de un programa que se llama Gis, cuadrando por lote en general, para que sea aplicable y no corte tantos lotes por la mitad», explicaron oportunamente. (Ver:PROYECTO DE ORDENANZA DE AGROQUÍMICOS DE UCR – JUNTOS POR EL CAMBIO); mientras que Unidad Ciudadana – Partido Justicialista quería llevarlo a 300 de exclusión y 500 de amortiguamiento. (Ver: PROYECTO DE ORDENANZA DE AGROQUÍMICOS DE UNIDAD CIUDADANA – PARTIDO JUSTICIALISTA)
Lo cierto es que luego de 35 años de democracia la ordenanza es ley y General Villegas tiene una ordenanza que regula el tema.
En las últimas horas el oficialismo le hizo mínimo retoques a su idea: que en torno a las escuelas rurales, dentro del predio, solo se puede fumigar alimañas y roedores; la antelación al ingreso de alumnos en que se debe hacerlo; la distancia de exclusión en torno a las tomas de agua de la ciudad cabecera y los pueblos; y la posibilidad de fumigar malezas dentro del predio de una entidad deportiva.
El debate previo
En los días previos a la sesión el debate público fue intenso y por demás de enriquecedor. Un grupo de vecinos se convocaron para resistir los alcances de la ordenanza que finalmente fue aprobada.
Se reunieron con funcionarios y concejales y entregaron «casi 30 pruebas científicas (de las más de mil) realizadas por organismos independientes de la Argentina (Universidades Nacionales y CONICET) e internacionales que avalan y justifican que no se puede continuar con el modelo de producción a base de insumos externos y agroquímicos», dijeron en un escrito que publicó Diario ACTUALIDAD y que se puede leer completo en el siguiente link: AGROQUÍMICOS: INFORME DE VECINOS AUTOCONVOCADOS SOBRE LA REUNIÓN DEL 13/7
También la Sociedad Rural presentó su postura, a la que más tarde adhirió Federación Agraria Argentina, donde manifiesta aceptar que «pueda haber opiniones discrepantes al respecto. De hecho, ese es uno de los pilares de la democracia. Lo que no aceptamos es que se criminalice o que se demonice a los productores, insinuando que lo único que les interesa es ganar dinero a costa de la vida de las personas (incluso la de ellos mismos o sus familias). Ver comunicado completo en: AGROQUÍMICOS: COMUNICADO DE LA SOCIEDAD RURAL DEL PARTIDO DE GENERAL VILLEGAS
Por otra parte, la abogada Fernanda Hernández Toso presentó una nota dirigida al presidente del Concejo Deliberante, Juan José Tomaselli, «a fin de poner en su conocimiento que 1.049 personas han manifestado su rechazo a la decisión del oficialismo local de aprobar una ordenanza sobre aplicación de agroquímicos por la cual se establece una zona de exclusión de cuarenta metros.» Ver: Agroquímicos: más de mil personas firmaron nota en rechazo a la ordenanza del oficialismo
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