Juan Carlos Falcón hablaba pausado mientras avivaba el fuego para cocinar unas costillitas en el complejo de cabañas que construyó en Potrerillos, Mendoza, la provincia que eligió para vivir tras retirarse del fútbol profesional. Lejos de la intensidad de su paso por las canchas, el ex mediocampista de Vélez Sarsfield, Racing y otros clubes, encontró en la naturaleza y el turismo una nueva forma de vida.
“Acá comemos a cualquier hora”, contó Falcón en diálogo con La Nación, mientras describía su rutina entre montañas, diques y la atención personalizada que brinda junto a su esposa a los turistas argentinos y chilenos que se hospedan en sus cabañas. “La gente viene a disfrutar acá. A los que vienen les hacemos una atención especial. Nosotros acompañamos y los hacemos disfrutar del lugar, de eso se trata”, expresó el exfutbolista, hoy dueño de Cabañas Falcón.
Una carrera marcada por Vélez y Bielsa
Falcón, oriundo de General Villegas, inició su camino en el fútbol profesional en 1996 tras formarse en el club Eclipse de su ciudad natal. Llegó a Vélez Sarsfield, donde recibió la bendición de Carlos Bianchi para sumarse al plantel de Primera División y debutó en julio de 1998 bajo la conducción de Marcelo Bielsa. Ese año integró el plantel campeón del Torneo Clausura, una etapa que definió buena parte de su carrera y de su carácter competitivo.
“Él te observa, te va midiendo, ve si soportás la presión cuando sos más chico”, recordó Falcón sobre Bielsa, actual técnico de la selección de Uruguay, a quien consideró fundamental en su formación como profesional y en su aprendizaje sobre el alto rendimiento.
Luego de sus inicios en Vélez, Falcón continuó su carrera en el fútbol mexicano y tuvo dos etapas en Racing, donde convirtió su primer gol en Primera División en un clásico frente a Independiente en 2005. También vistió las camisetas de Colón de Santa Fe, Godoy Cruz, Defensa y Justicia y, finalmente, Douglas Haig de Pergamino, donde se retiró en 2014.
Del fútbol a la vida en la montaña
Aunque podría haber prolongado su trayectoria, Falcón decidió dar un giro y priorizar otro estilo de vida. “No me costó dejar el fútbol. Fue una decisión que elegí, y si bien me quedé con ganas de seguir jugando, llega un momento donde tenés que pensar qué vas a hacer de tu vida”, explicó. Fue así que adquirió un lote “pelado” en Potrerillos y comenzó, de a poco, la construcción de tres cabañas a orillas de un dique.
“Prioricé la calidad de vida”, afirmó el ex jugador, convencido de que su elección lo acercó a un mundo completamente diferente al del fútbol. “Sigo trabajando, disfrutando y viviendo de otra manera, eligiendo calidad de vida.”
La transición no fue sencilla ni sin esfuerzo. Falcón contó que el proyecto no le permitió hacerse millonario, como algunos podrían pensar. “Acá tenés que agarrar la pala, la carretilla y aprender. Yo busqué esto, lo logré y con el dinero te vas acomodando: hay momentos buenos y otros malos”, relató. Y agregó: “No tengo el mismo sueldo que antes, pero uno al ser más grande busca lo que realmente necesita y todo se va acomodando.”
Un futuro lejos del fútbol profesional
A pesar de su extensa experiencia en el deporte, Falcón dejó en claro que no planea regresar al fútbol ni como entrenador ni en otra función. “No voy a estar golpeando puertas en el fútbol pidiendo trabajo, eso no lo comprendo y hasta, a veces, no conseguís nada”, se sinceró.
Con la ayuda de su padre y su esposa Jorgelina, Falcón transformó aquel lote vacío en su refugio personal y en su nuevo medio de vida. Mientras el fuego ardía y las costillas estaban listas para servirse, dejó una reflexión que resume su filosofía actual: “No tengo esa necesidad de buscar el dinero. Busco tranquilidad. Todo llega. Antes se podía con todo con el sueldo de futbolista y ahora se hace lo que se puede con otros proyectos.”
Así, el “Pato” Falcón encontró en Potrerillos no sólo su nuevo hogar, sino la posibilidad de vivir a otro ritmo, con menos exposición y más contacto con la naturaleza, priorizando -como él mismo dijo- la calidad de vida. (Fuente: La Nación)