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miércoles, febrero 5, 2025
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La prevención del suicidio es responsabilidad de TODOS

Un aviso nos alertó en la redacción del diario. «Hay dos patrulleros en la calle San Cayetano de barrio El Cruce». Inmediatamente nos acercamos para ver qué era lo que sucedía. Inmediatamente atrás nuestro llegó la ambulancia del SAME. La escena era confusa: la policía apostada fuera de una vivienda, dos mujeres visiblemente conmocionadas y un hombre que trataba de contener a una de ella. Algunos vecinos miraban desde lejos.

Desde el interior de la casa sale el personal de salud, junto a un hombre joven. Lo suben a la ambulancia y una de las mujeres lo acompaña.

Cuando el cronista de Actualidad pregunta qué estaba sucediendo, la mujer que no subió a la ambulancia estalla en llanto y ruega por favor que no publiquemos nada. La Policía confirma que se trata de un intento de suicidio.

La información la teníamos y también las fotos. Actualidad era el único medio en el lugar, pero la línea editorial fue «No publiquemos nada». La primicia, ese fenómeno periodístico ya anacrónico y tan típico de la década del ’90 -con Crónica y sus placas rojas- hace mucho tiempo que dejó (o debería haber dejado) de ser la vedette del periodismo.

Causar impacto, alimentar el morbo de la gente, competir para ver quién publica primero… no debería ser a lo que aspira un medio. Esto no es una carrera para ver quién tiene más Me Gusta en las redes. El periodismo de hoy necesariamente tiene que ser más humano y eso nos exige ser mejores personas. Difícil, muy difícil tarea.

Y esa lección la aprendimos recién este viernes 11 de diciembre de 2020, luego de mucho tiempo de equivocarnos. Fueron las lágrimas de esa mujer y su pedido de que no publiquemos nada lo que nos enseñó los errores que habíamos cometido. Y cuando horas después de ese hecho teníamos la noticia de que una persona se había quitado la vida en calle Manuela Pedraza y que otra había intentado suicidarse en la céntrica Moreno, supimos que hacíamos lo correcto. No lo podíamos creer. Es sorprendente que en una población tan chica como la nuestra se produzcan tres hechos lamentables en un mismo día, pero nos mantuvimos firmes en nuestra convicción: el fenómeno del suicidio hay que abordarlo de una manera responsable y profesional, ya que se trata de una problemática social y no de hechos aislados e individuales.

Nada aportaríamos como medio si nos regodeamos en el morbo de los detalles escabrosos: ¿Cómo se llamaba? ¿Por qué se quiso matar? ¿Cómo fue que intentó suicidarse?

Algunos dirán que la tarea de un medio es informar. Y es cierto… en parte.

Porque un medio del siglo XXI tiene, además, la enorme responsabilidad de ser profundamente ético y empático con la comunidad de la cual forma parte. Es un camino muy difícil para quienes trabajamos día a día en un medio, pero tarde o temprano tenemos que empezar a transitarlo.

Debemos bajarnos del pedestal. La tarea de un medio de comunicación no debe ser nunca asignar culpas y culpables, y mucho menos en casos de suicidios o intentos de.

¿Cuál sí es la tarea de un medio en casos como éste?

Difundir información de fuentes oficiales que pueda salvar vidas.

Por eso, en esta oportunidad, compartimos lo que el Ministerio de Salud de la Nación dice al respecto:

«La representación más extendida sobre el suicidio está asociada a la imagen de un acto individual con un propósito claro. Sin embargo, cada vez más, este evento de la vida humana es considerado en toda su complejidad, teniendo un alcance colectivo, como problema sanitario y social. El suicidio es un tema de salud que requiere un abordaje comunitario y responsable.

Es importante saber:

  • La persona que se suicida no desea morir. La persona que tiene ideas suicidas está transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearía morir si su vida continúa de la misma manera, pero desearía vivir si se produjeran cambios significativos en ella.
  • Se cree que el que dice o amenaza con quitarse la vida, no lo hace. Sin embargo, la mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de acabar con su vida. Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de señales que de ser detectada a tiempo puede ayudar a evitarlo. El suicidio no ocurre sólo por impulso.
  • El suicidio o intento de suicidio puede ocurrir durante un proceso depresivo o no. Los comportamientos suicidas se han asociado con depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia y otros padecimientos mentales, además de comportamientos destructivos y agresivos. Sin embargo, esta asociación no se debe sobrestimar. No hay una relación directa entre el sufrimiento que padece quien desea terminar con su vida y los padecimientos o enfermedades mentales.
  • Hablar con una persona sobre sus intenciones de matarse no incrementa la posibilidad de cometer suicidio. Dialogar sobre el tema reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo.
  • No debe asociarse el suicidio y el intento de suicidio con acciones de cobardía o valentía, tampoco con hechos románticos o heroicos. No es menor destacar que la acostumbrada asociación que se realiza desde los medios de comunicación del suicidio con hechos delictivo al anunciarlos en las secciones policiales, debe ser cuestionada.
  • Suele afirmarse que los niños no se suicidan. Sin embargo, una vez que un niño adquiere el concepto de muerte puede cometer suicidio.
  • La tendencia al suicidio no es hereditaria. Lo que sí puede trasmitirse por medio de la educación es la visión sobre el suicidio como una forma de solución a los problemas.
Cómo prevenirlo
  • Reconociendo los signos de alerta: Aislamiento; Persistencia de ideas negativas; Dificultad para comer, dormir y trabajar; Desesperanza; Llanto inconsolable; Repentino cambio de conducta.
  • Mostrando interés y apoyo.
  • Respetando las diferentes expresiones de sentimientos.
  • Eliminando prejuicios. El suicidio no es ni bueno ni malo, tampoco un hecho delictivo, es una situación de sufrimiento.
  • Desde casa, desde la escuela, desde cada espacio, motivando a las personas: Para que hablen sobre cómo se sienten; Para que tengan amistades saludables; Para que tomen decisiones de manera autónoma; Para que aprendan a manejar situaciones de estrés y dificultad; Para que aprendan a perseverar cuando la ocasión lo requiera y a renunciar cuando sea necesario; Para que tengan buena autoestima; Para que desarrollen habilidades e inteligencia emocional para resolver problemas.
  • El desarrollo de habilidades sociales previene el suicidio.
Para tener en cuenta
  • Estar atentos es la forma de acompañar.
  • El diálogo no es un interrogatorio, sino compartir un momento.
  • Si la persona no accede a realizar un tratamiento no hay que obligarla. Seguir acompañando y dialogando, mientras uno mismo realiza una consulta con un profesional.
  • Si estás preocupado por alguien o necesitás acompañamiento, no estás solo. Podés pedir ayuda: a tus amigos; a tu familia; en el Centro de Salud más cercano a tu casa; en el Hospital; en tu Escuela; en el Club de tu barrio; en la Iglesia.
Para pedir ayuda en General Villegas
  • Si necesitás ayuda o sabés de alguien que la necesita no dudes en comunicarte a Salud Mental (WhatsApp) 3388-417274 y a Guardia Servicio Local (WhatsApp) 3388-456455. También podés comunicarte a los siguientes números las 24 horas: 3388-516862 y 3388-526611.