Sus cinco hermosas nenas jugaban por ahí, bajo la atenta mirada de su esposa, entre las múltiples propuestas del nuevo local que la firma Marello Hogar abrió en Malvinas Argentinas 2151.
Mariano Remondino (38) aparecía como un cliente más. Un vecino que se acercó al acceso con la Ruta Nacional 188 a ver qué era ese movimiento inusual que lo intrigaba desde hace unos dias. Pero no. Es el Gerente Comercial de Hornos Tromen, socio de la firma que fundara su padre en 2001. «Casi sin proponérselo», nos cuenta.
«Con la familia Marello nos conocimos hace unos 10 años en una Exposición Rural de Palermo. Ellos estaban en Cañada Seca y durante muchos años hemos ido evolucionando demasiado para lo que es la zona de ellos. Por eso hace unos meses arranco esto de General Villegas. Estamos muy contentos con los resultados obtenidos», subrayó.
El reconocimiento es recíproco. Los cañadenses Marello, Walter y su padre Luis, siempre han hecho saber de su agradecimiento a Tromen: «Los agradecidos somos nosotros. No es fácil encontrar muchos clientes con los que uno pueda generar una relación como la que hemos generado, donde más allá de lo comercial prevalece la amistad. De ahí que estamos acá acompañando. Nos sentimos muy cómodos haciéndolo», les reconoció Remondino.
En la década común entre Marello Hogar y Tromen, más allá de las sucesivas crisis económicas y la pandemia el balance es por demás de positivo. «Hemos logrado cuadriplicar el volumen y hoy empleamos 330 personas, con una planta de 10 mil metros cuadrados, siempre a fuerza de mucha inversión. Claro que el mercado ha ido acompañando, pero hemos trabajado mucho en marketing y desarrollo comercial. Con la pandemia nos asustamos, pensamos si íbamos a poder salir adelante, pero estas actividades realizadas durante muchos años no terminaron sacando a flote. Hubo un cambio en el consumo que nos favoreció. Hubo rubros muy afectados, pero en lo nuestro y en el sector de la construcción la gente descubrió en la vivienda un lugar al que no le prestaba tanta atención. Y el estar tanto tiempo dentro de sus casas hizo que empiecen a invertir en sus hogares. Ahí nos vimos beneficiados, no solo Tromen sino todos quienes estamos relacionados a la línea Hogar», destacó el joven empresario.
La paradoja no le es ajena. «El 20 de marzo de 2020 la consigna era ver cómo íbamos a sobrevivir. Desde Buenos aires lo vivimos raro, porque en el interior los primeros meses se lo vivió de una forma más relajada. Pero en Buenos ares fue muy tenso, por momentos para nosotros caótico desde lo productivo. explicarle eso a la gente del interior, donde las cosas eran distintas, fue complicado. Después la pandemia llegó al interior del país y nos entendieron mejor. Nos fuimos acomodando y pensamos que este año iba a ser difícil como el anterior, pero gracias a Dios hubo muy buena demanda y tenemos una mayor normalidad en lo productivo», se mostró optimista, dando muestras de su aplomo y experiencia para capear el temporal.
En el 2001 Remondino padre se abrió camino en la idea, con el único objetivo de escaparle a la gran crisis de la Argentina de entonces. «Tromen nace más por necesidad de sobrevivir que por otra cosa. Encontró una alternativa de sustituir importaciones y arrancó con un proyecto muy chico al punto que lo que produjimos el primer año hoy lo hacemos en una hora. Era un proyecto casi transitorio, para salir del paso, pero se fue afianzando y se transformo en algo imposible de prever en ese momento», recuerdo hoy su hijo, que tenía solo 18 años en el pico de la Gran Crisis.
Veinte años después Tromen ofrece unos 70 productos a su creciente clientela. De sus orígenes ligados en su totalidad a la calefacción pasó a equilibrar la propuesta con el lanzamiento posterior de la línea gourmet: «De cuatro años a esta parte adaptamos el portafolio de productos a la realidad del mercado. Claramente ha ido cayendo el poder adquisitivo y nos acomodamos a eso. antes teníamos un segmento para un sector medio y alto y hoy tratamos de llegar a todos. Por eso hablamos de Tromen para todos y para todo el año. decir cuál es producto más vendido no es fácil porque son varios, pero la línea Pehuen de calefacción ha pegado muy bien. En la línea Goumert tenemos un portafolio de parrillas a leña, a gas y eléctricas que también andan muy bien.»
Cuando Remondino dice «para todos» refiere también a que su firma está en todo el país e incluso del exterior, «porque Estamos en todo el país, en todas las provincias, de Ushuaia a La Quiaca. Y también hemos crecido mucho en cuanto a la exportación de nuestros productos. Hoy estamos presentes en 16 países, consolidándonos cada día. Fue una novedad, una gran sorpresa, que nos ha llevado a crear un departamento de comercio exterior. Estamos en Estados Unidos, en España, en toda Latinoamérica…»
«¿Si mi padre imaginó esto hace 20 años? No, para nada», sonríe. «Muchas historias dicen que tenían un plan de negocios, pero nosotros no… las cosas fueron pasando, más allá de que desde hace muchos años trabajamos con un plan, con un objetivo, con metas. No es fácil llevar adelante una empresa de más de 300 empleados, porque todo debe estar ordenado y previsto con mucha antelación.»
Para Mariano Remondino la palabra del cliente vale mucho, y lo dice claramente: «El 80 por ciento de nuestros productos surgen de hablar con nuestros clientes. Desde Buenos aires uno piensa un producto y cuando sale al interior se encuentra con otra realidad. Por eso lo vamos adaptando, e incluso la exportación también nos llevó a elaborar productos para distintos mercados.» Como Marello Hogar, Tromen llegó a General Villegas para quedarse.