También, aventuran, «los muchachos de Carlos Verna, el caudillo provincial que lucha contra una cruel enfermedad y que encolumnó al PJ detrás de la figura del diputado Sergio Ziliotto como candidato a gobernador, metió la cola. En Santa Rosa y General Pico, por ejemplo, el PJ habría puesto sus fichas por la candidatura de Kroneberger».
¿Por qué? Porque dicen que al ir por la gobernación Mac Allister podía traccionar votos peronistas. Por eso el apoyo en las urnas a Kroneberger ¿Posible? Sí. ¿Probable? Sí. ¿Comprobable? No.
Los radicales pampeanos no ven tantas conspiraciones. Sí creen que los candidatos del estilo Miguel Del Sel ya no sirven. «Esto es una señal para el Gobierno, tienen que creer más en la fortaleza de los candidatos radicales», resaltaron desde la UCR nacional.
No son pocos los que aconsejan al presidente apoyarse en la estructura radical con mayor énfasis. Al fin y al cabo, el haber tenido papeles de reparto les ahorró sufrir el desgaste que sí evidencian sus socios del PRO.
La gobernadora María Eugenia Vidal es una de las pocas funcionarias puras del PRO que mantiene una imagen alta -o muy alta, mal que les pese a sus críticos- y será quien enarbole el estandarte para ganar en octubre.
¿Pero qué pasa en los municipios? ¿Cómo repercute en General Villegas el triunfo radical en la interna pampeana? ¿Bastó el cónclave de Campana con los radicales locales para frenar la sublevación? ¿Es posible reflotar la unidad en Cambiemos?
¿O por el contrario el triunfo de Kroneberger, hasta ayer un desconocido diputado nacional pampeano, puede dar pie a un gigantesco efecto dominó que pieza a pieza derrumbe la hegemonía del PRO dentro de la coalición gobernante?
Puertas adentro Cambiemos Villegas se llamó a silencio. Por ahora juran lealtad eterna a Campana y apoyo a su eventual reelección, pero habrá que ver hasta donde llega el Efecto Kroneberger. El desconocido que pateó el hormiguero.