Se inauguró ayer la temporada de verano en el Balneario Municipal, todo gracias a Aldo Rodríguez Orozco.
Aldo Rodríguez Orozco fue quien tuvo la idea de hacer el Balneario Municipal de General Villegas, allá por la década del 60. Al principio la gente lo trataba de loco «¿Cómo va a haber un Balneario en General Villegas?», le decían entre risas los pobladores de aquella pequeña localidad (que obviamente distaba mucho de la Villegas de ahora); pero el tiempo le dio la razón y terminó siendo una obra importantísima para todo nuestro distrito.
«Villegas se lo tiene que agradecer muchísimo», destacó José Luis Chavarri.
Aldo Rodríguez Orozco era oriundo de Sauze, vivió en Mar del Plata y luego su familia se vino a General Villegas. Murió joven, a los 36 años, de un cáncer fulminante.
Tuvo dos hijos. Uno de ellos -que tenía apenas un año cuando falleció su padre- visitó a José Luis Chavarri para que le cuente la historia de su padre. «Fue un momento muy emotivo», confió.
«Con su padre eramos amigos por los autos de carrera. Era una persona jocosa, de levantarse a las 11 y trabajar hasta las 2 de la mañana, trabajaba de mecánico vestido de traje y corbata. Era todo un ejemplar. También era preparador de motos. De hecho era el preparador de motos de Jorge Rossetto», contó Chavarri.
La obra magnífica y el legado de Aldo Rodríguez Orozco fue, sin dudas, el Balneario Municipal.
«Cuando se hacía el Parque el intendente de turno formó varias comisiones, entre ellas la comisión Amigos del Parque y lo puso de presidente a Aldo Orozco. Él agarró con mucho entusiasmo la comisión. En una reunión, Aldo se despachó: ‘Voy a hacer un Balneario. Hay mucha gente que no puede ir a Mar del Plata’. Era un visionario populista. Le pidió las máquinas a la Municipalidad y se mandó un pozo increíble. Era una sola pileta y después se dividió en dos», explicó Chavarri.
«Fue una gran persona para Villegas y habría que recordarlo más. Lo que hizo es una cosa maravillosa. Él no lo vio porque el día que se inauguró no pudo ir a la fiesta a causa de su enfermedad», detalló.
Pero no fue solamente la pileta: con toda la tierra que sacó cavando ese enorme pozo hizo la isla que hoy en día podemos disfrutar los villeguenses. Un verdadero hacedor y visionario.