Una vez más la gente de Sportivo sufre las consecuencias de la sinrazón que lleva a la destrucción de sus instalaciones.
En primer momento se cree que son solo daños materiales: «Parece que no se llevaron nada. Pero rompieron todo», le dijo a OVACION el Vasco Gorriz, vicepresidente del Pulpo.
En los últimos doce meses la cancha de Sportivo sufrió tres visitas de este tipo. En la primera, con daños y robos a cantina y vestuarios principales. Hace menos de un mes, en la cantina del papy. Y ahora esto.
La gente del aurinegro luce consternada por esta seguidilla de hechos. Puertas y ventanas de vestuarios rotas y la sensación de indefensión total ante un flagelo que crece.
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