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miércoles, noviembre 6, 2024

Coronavirus: «No hay muchas cosas claras; y la OMS tampoco lo es»

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El doctor Luciano Robbasio habló con ACTUALIDAD sobre el coronavirus. El profesional es crítico sobre el modo en que el tema se está tratando en los medios; e incluso coincide con algunos títulos a nivel mundial que sostienen: «La invención de una epidemia», «Coronavirus y la sociedad de la mentira global», artículos que comparte en la red social Facebook.

«Lo comparto porque son opiniones personales mías. Lo más llamativo es la atención desmedida que han tenido los medios con el tema, en relación a los datos fríos que se pueden observar desde el punto de vista epidemiológico de este brote de enfermedad viral», sostuvo el médico.

Dijo que «si bien el coronavirus tiene una tasa promedio de infectabilidad, la tasa de mortalidad es muy baja. De hecho, es mucho más baja que el virus Influenza que tenemos todos los años. Entonces, llama la atención -a mi criterio personal- el tratamiento desmedido de los medios globales en relación a este tema; y la instalación en la sociedad de una cuestión que, inclusive, genera mucho miedo y pánico».

Para Robassio, en este contexto «se desatienden cuestiones básicas como el cuidado habitual que una enfermedad viral de este tipo tiene habitualmente, que son los cuidados de contacto interpersonal y la higiene personal, sobre todas las cosas».

El profesional destacó que «hay Asociaciones, sobre todo en Italia, que hablan de las recomendaciones que fueron desoídas por el Estado italiano, que son los cuidados habituales que nosotros conocemos y en los que tenemos más experiencia por el brote de la Influenza A hace unos años».

Habló además de «teorías conspirativas que aparecen y que las redes sociales potencian; y uno a veces se pone un poco crítico con las medidas. La diseminación de una enfermedad viral no sorprende a nadie, sí de contenerla en un país cuando tenés viajes internacionales. El hecho de que aparezca el primer caso importado de un compatriota que estuvo vacacionando en Italia era algo completamente esperable».

Robassio dejó en claro que «me pongo crítico con eso, porque pareciera que fuera una peste del Medioevo que viene azotando el mundo y no me parece que sea así».

Entre las cosas que le sorprenden, manifestó que «lo por lo menos analizable u observable es que el brote empieza en China, una superpotencia mundial y con la intencionalidad bien manifiesta de dejar de depender del petrodólar. Son cuestiones que desde la geopolítica uno debe tener en cuenta. Llama la atención que justamente el origen haya sido ahí y todo el movimiento que se generó a partir del brote».

«No hay muchas cosas claras y en el portal de la Organización Mundial de la Salud no lo son tampoco. Van informando la cantidad de infectados a nivel global, dan un mapa, pero no mucho más. Hay poca y clara información oficial, sobre todo para la gente. Lo que sí predomina es el bombardeo constante de los medios de comunicación sobre este tema que, la verdad, muchas veces no genera otra cosa que miedo y no contribuye a la contención de una enfermedad infectocontagiosa que está en fase de proliferación», agregó Robassio.

 

Cómo cuidarnos

Para el profesional, «aislar a una población no tiene sentido. Si uno se pone crítico, se da cuenta que eso no dio resultados en Wuhan, por ejemplo. Lo que hay que extremar son las medidas de cuidado interpersonal. El hecho de no tener tanto contacto, sobre todo en meses invernales».

«Nosotros hoy tenemos la protección de las altas temperaturas, cosa que hace casi inviable la circulación de un virus autóctono; las distancias también nos protegen, pero no tanto. Una vez que el verano se retire veremos cómo nos va con la Gripe A, la gripe común, el coronavirus. Como son virus respiratorios, tienen su ciclo de vida y su tasa de mortalidad», añadió.

Reiteró las recomendaciones ya conocidas del lavado de manos permanente, estornudar en el codo, disminuir el contacto, no compartir vasos ni el mate, las medidas que se tomaron en el brote de Gripe A. «Villegas fue bastante pionero en eso, con la dirección de Carlos Palombo, que lo recordó en los últimos días», expresó.

Por otro lado, aseguró que «no hay ningún estudio que indique que el uso de barbijo disminuye el número de contagios»; y en este sentido dijo: «es para tenerlo en cuenta, porque siempre hay oportunismo económico».

«En líneas generales, desde el punto de vista médico, los cuidados deben ser los mismos que se tienen en cuenta anualmente para las enfermedades de la estación invernal», agregó el médico.

 

Argentina tiene un problema mayor: el dengue

«Epidemiológicamente hablando, Argentina en este momento tiene un problema mayor, con situación de brote epidémico de dengue en nuestro país, con más de 600 casos, además de los importados, que suman alrededor de 1300 en el año (entre 2019 y lo que va de 2020). Me parece que es una situación mucho más compleja y grave, porque obviamente tiene que ver con condiciones de saneamiento ambiental», sostuvo Robassio.

Y agregó que «la segunda enfermedad que nos está bajando el estándar es el sarampión, con 160 casos en Capital Federal y Gran Buenos Aires; y en algunos distritos de la provincia de Buenos Aires. Las cifras eran de 30-40 al año y estábamos con rango de erradicación. Pero en los últimos dos o tres años hemos tenido casos primero importados; y después autóctonos».

Robassio reflexionó que ambas «son enfermedades evitables, sobre todo el sarampión, que se evita con vacunas, lo que habla de un cambio a nivel de políticas sanitarias que se han sucedido en los últimos años. Y fundamentalmente en el cambio de concepción de algunas personas que deciden no vacunar a sus hijos, como si fuera una elección cuando, a mi entender, es una obligación».

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