Nicolás Minozzi se encontró en la mañana de ayer, cuando fue a trabajar a su despensa, con un lamentable panorama que no esperaba: le habían robado toda la mercadería de su negocio, mientras los vecinos descansaban durante la madrugada.
Nadie escuchó nada, según el propio joven pudo conversar con quienes viven en el barrio Villa Gómez, en inmediaciones de las calles Isturiz y Avellaneda, donde funciona el comercio.
«Cuando llegamos nos encontramos con esto», se lamentó Nicolás en diálogo con ACTUALIDAD. Comentó además que hace poco abrieron en local. «La venimos peleando, ahora tenemos que cerrar antes por el horario dispuesto en cuarentena; y si no vendemos no comemos».
El joven comerciante manifestó que el barrio, al que pertenece desde hace 34 años, es tranquilo, «pero estamos olvidados. La policía sólo pasa para decir que tenemos que cerrar».
Fueron varias las cosas que se llevaron de la despensa: pollos, harina, azúcar, yerba, milanesas, artículos de limpieza y vaciaron un freezer.
«Se llevaron muchas cosas, por lo que tuvieron que haber venido dos o tres personas para poder hacerlo», planteó Nicolás en el diálogo con ACTUALIDAD; al tiempo que también se preguntó «quién se ocupa de la gente que incita a saquear a través de las redes sociales. Yo siempre trabajé, de esa manera he resuelto distintos inconvenientes, nunca robándole a los demás».
Apuntó a que los autores del hecho «son los mismos de siempre y nadie hace nada»; mientras habló de «caras raras que hay en el barrio, que no son de acá»; y llamó a los vecinos a «cuidarse entre todos».
Para entrar al local, los delincuentes violentaron la traba de la ventana de aluminio que está en el frente. De ese modo pudieron abrirla e ingresar. «Tendré que poner rejas, pero terminamos presos nosotros y ellos libres, como si nada», se lamentó el joven.
«Siempre he perdido más de lo que he ganado, pero hay que levantar la cabeza y seguir. Esto duele. Habrá que seguir trabajando como siempre. Por favor que no le arruinen la vida a la gente», finalizó Nicolás.