ADERID está de regreso. El lunes 20 de julio, después de 126 días sin contacto físico, finalmente los pacientes y el plantel de profesionales que conforman ADERID pudieron volver a encontrarse.
«Distintos, reposicionados y con nuevas modalidades de trabajo pero con el mismo amor y compromiso profesional de todo un equipo de terapeutas que apuestan y se adaptan a los cambios», manifestaron desde ADERID a través de las redes sociales.
Actualidad entrevistó a Analía Campana, directora de ADERID, quien remarcó que la institución tuvo que readaptar su planificación institucional y adaptarse a los protocolos. «Desde mayo estuvimos armando el protocolo que fue presentado al Comité de Crisis y al Ministerio de Salud de la Provincia. Hace unas semanas empezamos con pocos pacientes y ahora estamos en plena evaluación de cómo vienen. Nunca perdimos el contacto porque hicimos contacto telefónico con casi todas las familias y se hizo un trabajo social muy fuerte durante toda la cuarentena. Pero ahora estamos con el paciente presencial que es lo que más nos gusta: tenerlo cerca, poder verlo, trabajar y darle la oportunidad a ellos de que puedan seguir evolucionando. Estamos muy contentos y muy agradecidos porque la comunidad también colaboró en todo lo que tiene que ver con la vestimenta de los terapeutas y todos los elementos que se necesitaban para proteger a los pacientes», enfatizó Campana.
«Hay pacientes que volvieron muy bien y otros que en cuarentena han involucionado. Ahora nos estamos readaptando y volviendo a evaluar paciente por paciente, en qué situación está cada uno y cuáles son los objetivos a trabajar. Las actividades grupales las estamos haciendo vía ZOOM», afirmó.
La institución trabaja respetando a rajatabla los protocolos de seguridad: higiene, distanciamiento social, uso de tapabocas o máscaras faciales y registro de temperatura de los familiares que ingresan a las instalaciones.
«Nosotros estamos acostumbrados a abrazar, a dar besos, a ese contacto físico con los pacientes, pero ahora nos tenemos que acostumbrar a tomar distancia. Los pacientes que son de riesgo no están viniendo, ni tampoco los pacientes de los pueblos. Por ahora son solo pacientes de Villegas. Los pacientes mayores de 60 años no vienen, siguen en teleterapia. Para nosotros todo era presencia y cuerpo a cuerpo, así que éstos fueron meses de mucho aprendizaje», afirmó.
«Si bien nos falta el abrazo, poder vernos es maravilloso y tranquilizador. Estamos contentos de que las paredes de la institución volvieron a hacer ruido. Estaban muy silenciosas», concluyó Analía Campana.