Celeste Fábreguez es coordinadora del programa Envión, que este miércoles cumplió 10 años en General Villegas. No fue el festejo que tenían planeado desde la institución, pero hubo celebración virtual
«La proyección era otra, pero no podemos dejar de estar en medio de esta situación que tenemos y, a nuestra manera, tratamos de festejar», le dijo a ACTUALIDAD Celeste Fábreguez, coordinadora del Programa Envión que cumplió 10 años en General Villegas.
«Fue un día cargado de muchas emociones, porque la gente nos hizo llegar sus saludos. Cabe destacar que en estos diez años fueron muchos los que pasaron dejando su huella y nos reencontramos con muchos de ellos. También hicimos un ‘vivo’ en nuestra página de Instagram, que habíamos lanzado hace unos días, con motivo de esta celebración, para tener más comunicación con los jóvenes», agregó.
Envión, destinado a niños y jóvenes de entre 12 y 21 años de edad en situación de vulnerabilidad social, había vuelto a lo presencial cumpliendo con medidas de seguridad e higiene en el marco de la emergencia sanitaria, «pero dada la situación que se da desde hace unos días, se decidió dar marcha atrás para cuidarnos todos y respetar esta situación que nos toca atravesar», sostuvo Fábreguez.
Aquellos que concurren al lugar, no sólo aprenden un oficio a través de diferentes talleres, sino que también son contenidos desde lo emocional. «Ahora nos estamos manejando con un grupo de WhatsApp, con los que tienen la posibilidad de tener un teléfono, aunque sea en la familia», comentó la coordinadora en este sentido.
Y agregó: «no dejamos de hacer visitas bajo los protocolos necesarios con nuestros trabajadores sociales, con la incorporación de gente en medio de esta pandemia. Y seguimos contando con el servicio de vianda, momento que nos permite tener una comunicación con los chicos. Son unos segundos, pero si hay una necesidad que atender podemos charlarlo en ese momento».
La contención es lo que más demandan los adolescentes y jóvenes, «entonces tratamos de estar muy presentes. Los jóvenes, junto con los adultos mayores, es la población que más está sufriendo, porque tuvieron que dejar de lado un montón de proyecciones con todo esto que estamos viviendo. Tratamos de levantar el ánimo y acercarles propuestas que los hagan reír un poco».
«Pero como en las demás instituciones, llegó el momento de poner una pausa de nuevo en lo que es lo presencial, pero el corazón de Envión sigue latiendo más que nunca, acompañando a los que nos necesitan. Pudimos al menos solucionarlo desde la virtualidad», añadió.
«No hay duda que el primer día que podamos volvernos a encontrar vamos a celebrar a lo grande nuestro cumpleaños, que quedó postergado pero latente», concluyó la coordinadora de Envión.