Eduardo Luis Decristóforis. Decra para los villeguenses. Uno de los hermanos de una tradicional familia villeguense, que completan Osvaldo y María Rosa. Decra se fue a Santa Rosa a estudiar e hizo su vida en la capital pampeana. Vuelve a Villegas regularmente, a visitarlos. Pero la historia, muy fuerte, va más allá de las vivencias familiares.
El juego, su adicción por años, quedó atrás. Pero dejó una marca. La ludopatía, así se llama el desierto que atravesó, es un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.
Zafó, pero no se confía. Pudo escapar, pero no le suelta la mano a los que sufren lo que sufrió. Quisiera callar, pero sabe que no puede, que otros necesitan su mensaje como el agua.
Seguimos leyendo: «La ludopatía se caracteriza por la dificultad para controlar los impulsos. Tiende a manifestarse en la práctica compulsiva de uno o más juegos de azar. Puede afectar la vida diaria del adicto, de tal forma que la familia, el sexo o incluso la alimentación pasa a ser algo secundario. Por ello, no se le debe de confundir con un vicio, ya que la ludopatía es una grave enfermedad crónica, una adicción.» Terrible. Un flagelo.
El jueves 21 de octubre, a las 17 horas, Eduardo presenta con su grupo de referencia la ONG ASAJAR (Asociación Santarroseña de Jugadores de Azar en Rehabilitación). Se trata de un Centro Asistencial sin ánimo de lucro, confidencial y aconfesional, cuya labor está centrada en la Información, prevención, rehabilitación y reinserción de todas aquellas personas de cualquier edad, raza, sexo y condición social que tengan problemas con el juego de azar, así como a sus familiares y entornos afectados por la dependencia.
«Nosotros nos presentamos con nombre y apellido, sin anonimatos. Esa es la diferencia entre la pretendida ONG y Jugadores Anónimos. Nosotros queremos dar la cara frente a la sociedad como hacen los españoles», y cita el portal www.azajer.com donde los ludópatas recuperados tienen nombre y apellido. No obstante, si alguno no desea ser identificado aparece con un seudónimo.
«Yo di la cara hace 14 años, en el 2006. Se me mataron de risa todos pero me recuperé. Al diablo con el qué dirán. Ese año mi caso salió en Clarín y me llamó todo el mundo. Hasta salí en un diario de Aragón, España. Fueron ellos los que más me ayudaron», recuerda y les agradece.
– «¿Te habías auto denunciado para no entrar al casino, no?»
– «¿No recibiste el libro mío? Dame tu email y te lo mando. Tiene 116 páginas. Es una presentación con lo que hice yo, cómo funciona la ONG española con testimonios y un anexo con recortes de diarios del 2006.»
El modelo de la ONG ASAJAR está basado en la experiencia que Eduardo, o Decra, tuvo con el ex director terapeútico de www.azajer.com (Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación), licenciado en Psicología José Vicente Marín Charles, de Zaragoza, España, entre 2003 y 2006. Fueron cuatro años de trabajosa terapia vía mail.
«Los gallegos me respetan por mi curiosidad y ganas de superarme. Con ellos hice terapia online, vía email, durante 4 años. No es joda la timba, el alcohol o la falopa. Hay que ser cuidadoso con el tema, porque en los pueblos si tomás o timbeás sos Gardel. Y eso es un laberinto del cual es muy complejo salir», alerta Eduardo.
Propósitos de ASAJAR
El principal propósito es reducir el daño que la dependencia al juego de azar causa a los individuos, las familias o a la sociedad en general.
A través de las informaciones y las futuras campañas de prevención se pretende llegar a todos aquellos que tienen problemas -aunque no lo reconozcan- con el juego de azar.
Se pretende lograr hacer llegar a toda la población el mensaje de que la dependencia con el juego es de carácter psicológico, que modifica y altera la capacidad de raciocinio y discernimiento (ser capaces de valorar a través de la conciencia nuestros actos), alterando sensiblemente la voluntad (la capacidad de elegir) y sentido de sí mismo (el modo como uno se ve a sí mismo, con graves daños para la autoestima).
Se pretende que la sociedad tome conciencia de que el juego y su dependencia son una adicción, dejando de lado el concepto de vicio que hasta ahora en algunos sectores aún se contempla; paliar la conciencia de Sociosis Lúdica instaurada en nuestra sociedad por lo que la misma admite, aprueba y estimula el sentido de ludicidad tanto para el juego como aliciente de ganar dinero.
"No me dejen entrar más"
Un día cualquiera y después de haber masticado lo suficiente la decisión Decra pidió se le prohibiera el ingreso a dos salas de juegos de azar que existen en Santa Rosa.
Rehabilitado, su lucha sigue: «El deseo quedará, no tengo ni idea en qué lugar del cerebro, pero sigue estando. Aprender a diferenciar que hay seres humanos que no se desbordan ante los juegos de azar, como sí los descontrolan a los ludópatas, es una buena forma de resignarse frente al deseo de jugar. Ellos pueden, nosotros no. Nosotros ludópatas, ellos jugadores sociales. En mi caso particular, al asistir a la audiencia con representantes y abogados de las Salas de Juegos de Santa Rosa, frente a la Dra. Albores, se planteó la situación de que, si el acuerdo a suscribir que me otorgaba el derecho de que no permitieran el ingreso de mi persona a las salas de juego, sería temporal o irrevocable de por vida, elegí la segunda opción.» Y no se arrepiente de haberlo hecho.
El amigo español
Las crónicas de el Heraldo de Aragón describen como «mes tras mes Eduardo perdía su sueldo en 40 minutos en la ruleta del casino de Santa Rosa. Cuatro años intercambiando mails con un psicólogo aragonés le han ayudado a superar su ludopatía.»
Continuamos leyendo El Heraldo: «Se conocieron por internet. Uno vivía en Argentina. El otro, en España. Poco a poco, empezaron a hablar y acabaron por conocerse mejor de lo que muchas personas con las que se cruzan a diario lo harán nunca. No fue una casualidad, ni el germen de una amistad que surgió al otro lado del charco. Es la historia de alguien que buscó ayuda para superar la ludopatía y la encontró a más de 10.000 kilómetros de distancia.»
La crónica sigue, atrapa, interpela. «Eduardo Decristóforis vive en Santa Rosa, la capital de la provincia de La Pampa (Argentina). Durante mucho tiempo, una ruleta de casino ha marcado su vida. Como una máquina diabólica, este juego consiguió multiplicar sin medida los problemas que hicieron de Eduardo su esclavo y lo convirtieron en un ludópata. Todos los meses se jugaba en ella su salario completo. Todos los meses lo perdía en 40 minutos. Acosado por las deudas y por la angustia de buscar, sin éxito, respuesta en varias consultas de psiquiatras, intentó suicidarse. Poco después contactó con la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer) a través de su página web. El primer mail que envió para contactar con la asociación fue el inicio de un complicado camino para superar su adicción al juego. Al otro lado estaba José Vicente Marín, director terapéutico de Azajer. «Poco a poco me dí cuenta de que Eduardo es un buscador de emociones. Nos escribíamos todos los días, y no se cansaba de pedirme información, de preguntar…», recuerda José Vicente.»
«Durante este tiempo el camino ha estado cargado de tantas satisfacciones como espinas. Poco después, Eduardo conseguía estar ocho meses sin jugar, comenzaba a tocar la guitarra y a escribir poemas. «A través de internet apliqué el programa habitual de Azajer. Éste consiste en entender que el problema no es el juego, sino nosotros y las cosas que no resolvemos. Como consecuencia, algunas personas acaban dependiendo del juego, porque les ayuda a escapar de su realidad. Pero esta dependencia es sólo un síntoma de que algo va mal», explica José Vicente. Además, en Hispanoamérica, donde actualmente Azajer está empezando a abrirse un hueco, es difícil luchar contra esta adicción porque está tremendamente estigmatizada y no hay casi especialistas ni centros que la traten.»
«De hecho, la ludopatía puede convertirse en una pandemia en estos países en muy poco tiempo, por la desinformación que existe, la falta de profesionales y una economía totalmente en crisis», explica el terapeuta. Poco después, los mails se distanciaron y la relación entre paciente y terapeuta atravesó una de sus peores crisis. Eduardo recayó. Volvieron las deudas y los problemas. «Tocó fondo», explicó por entonces José Vicente. Afortunadamente, Internet, poco a poco, volvió a obrar el milagro», nos devuelve el diario español al momento donde se cristalizó el milagro.
Cuatro simples medidas para combatir la problemática del Juego Compulsivo
1.- En los Centros de Juegos de Azar, registrar el ingreso a los mismos con la solicitud del DNI (Documento Nacional de Identidad); evitaría el ingreso de ciudadanos autoprohibidos, ya que hay antecedentes de casos de ingresos «camuflados», que no son debidamente identificados; asimismo ante la pandemia Covid-19, el sistema de trazabilidad impuesto, es necesario la presentación del DNI para su debida registración.-
2.- No autorizar el ingreso de ciudadanos con PLANES SOCIALES; estas ayudas son dinero del Estado (es decir, de todos) para una emergencia y no para ingresar a los Centros de Juegos de Azar; a modo de ejemplo, recientemente en el medio de esta pandemia Covid-19, el BCRA (Banco Central de la República Argentina) / Ministerio de Economías, a través de una circular dio cuenta de una serie de requisitos que hay que tener para la compra de U$S 200.- (dólares estadounidenses); uno de ellos es no ser beneficiario del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)
«En el marco de las medidas para intentar domar el dólar, que incluyen un endurecimiento del cepo cambiario, el Gobierno determinó que los beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), quienes cobraron su sueldo por el ATP que reciben las empresas, y otros planes sociales no podrán comprar dólares para atesoramiento, de acuerdo a las nuevas normas cambiarias fijadas por el Banco Central. La normativa especifica que quienes reciben ayuda alimentaria y quienes no tengan ingresos comprobados estarán impedidos de abrir nuevas cuentas en dólares, mientras que quienes ya las tengan no podrán hacer nuevas compras. La norma busca evitar que el dinero que la ANSES vuelca en medio de la pandemia no dañe a las reservas de la autoridad monetaria al aprovechar la diferencia entre la cotización oficial y la paralela. También que personas con ingresos abran cuentas para familiares a cargo o terceros con el fin de duplicar el cupo mensual.»Fuente : https://www.ambito.com/finanzas/anses/dolar-como-saber-si-estas-habilitado-comprar-n5134766
3.- Proponer de suspender el Juego on line y la publicidad (oferta de Juegos), mientras nos encontremos en la pandemia (crisis sanitaria) Covid-19; hay riesgo se crear jugadores compulsivos, con la oferta existente de Juego On Line, durante las 24:00 hs.;
4.-Proponer que en el ámbito educativo, los docentes, a través de la lectura de distintos casos reales de jugadores compulsivos narrados en la página de AZAJER (Asociación Zaragozana de Jugadores de Azar en Rehabilitación – www.azajer.com), alerten a los adolescentes de la peligrosidad del Juego Compulsivo.