En su espacio semanal en ACTUALIDAD, el director médico de ADERID, doctor Sebastián Núñez, se refirió a los derechos de las personas con discapacidad.
Núñez vive en San Javier, Córdoba, es médico especialista en fisiatría y rehabilitación. Se dedica a la prevención y tratamiento de las patologías que generan discapacidad, principalmente en la parte motora. Trabaja en el nosocomio municipal de General Villegas y forma parte de la Junta Certificadora de Discapacidad, que otorga el Certificado Único de Discapacidad (CUD). Hizo su residencia en el Hospital de Niños «Sor María Ludovica» de La Plata.
Pregunta: ¿Para qué sirve un certificado de discapacidad?
Respuesta: El Certificado Único de Discapacidad (CUD) es la puerta de entrada a un montón de beneficios para las personas. Nuestra función como junta es evaluar a la persona y determinar si de verdad le corresponde el certificado. Esa forma de certificación fue cambiando con el tiempo, antes era un modelo típico médico donde solamente la función médica era la que certificaba una patología y con eso ya certificaba la discapacidad. Esto por suerte fue cambiando y ya no es solamente una junta médica, ahora por suerte somos una junta de distintas disciplinas. En Villegas tenemos una psicóloga, una trabajadora social que nos permiten tener una mirada más integral de la persona. Se toma el contexto médico, se toma el contexto biopsicosocial de la persona para ver si corresponde o no el certificado de discapacidad.
P: ¿Cuáles son esos beneficios del CUD?
R: Es un certificado oficial, un documento público que deja constancia de un diagnóstico de una discapacidad puntual. Los beneficios son distintos: lo fundamental es la cobertura al 100% de los tratamientos de rehabilitación para que la obra social pueda cubrirles sin que tenga ningún costo, ya sea remedios, órtesis, férulas, equipamientos, mobiliarios. Ese es el beneficio principal del certificado: la cobertura al 100% de las prestaciones generales.
Después está el tema del transporte público gratuito dentro del país: el transporte interprovincial siempre por medio de colectivo, no avión. Eso les permite a las personas acceder a distintas consultas en distintas partes del país.
El otro beneficio importante es la Asignación por Hijo que tiene un valor distinto desde lo económico. Es un beneficio concreto para los hijos con discapacidad.
El CUD no es lo mismo que la pensión por incapacidad laboral. Es otro trámite distinto, pero un trámite no invalida al otro.
P: ¿Cuáles son las obligaciones?
R: Es un trámite que es voluntario. La persona puede tener discapacidad, pero si no quiere tramitarlo no se tramita. El certificado es privado y no genera ninguna condición a nivel cívico en la persona, es decir que no condiciona nada: ni obligaciones legales ni patrimoniales. La persona con discapacidad no tiene que cumplir con ningún requisito, solamente que el certificado tiene una vigencia y después hay que renovarlo. Como van cambiando las normativas ese certificado puede ser que después no se otorgue. La obligación es ir renovándolo a medida que el tiempo pasa e ir viendo cómo evoluciona la persona. No siempre el certificado es de renovación automática, siempre hay que volver a evaluar a la persona. En base a eso se determina si corresponde o no el nuevo certificado.
P: ¿Cómo es ser director Médico de ADERID?
R: ADERID es una mezcla de lo que es una institución privada, una ONG, y una institución pública. Nos permite la atención de un montón de pacientes que a veces no tienen acceso a un tratamiento integral y nosotros se lo podemos brindar. El trabajo en equipo es lo que marca la diferencia en lo que es rehabilitación en general. Nosotros tenemos otro concepto de discapacidad: no es solamente una patología, un diagnóstico, un tratamiento, sino que hay que contemplar todo el contexto familiar, la situación general de la persona. Eso es lo que busca ADERID: no solamente un tratamiento médico puntual, sino un abordaje integral de la persona, ver todas sus necesidades. Siempre tratando de acentuar no en la dificultad de la persona, sino en lo que ésta puede realizar. Nosotros acompañamos un proceso de rehabilitación, pero el actor principal es la familia y la persona. Es una tarea que nos da orgullo y alegría. A veces hay frustraciones porque son procesos largos y hay que acompañar siempre a la familia.
P: ¿Por qué no siempre las obras sociales cubren el 100%?
R: Una cosa es la ley y otra lo que pasa con las obras sociales. Si la medicación está relacionada con el diagnóstico de la persona, entonces toda la medicación específica la tiene que cubrir al 100%. Pero si la persona tiene además otra patología como una gastritis, esa patología si no está en el CUD no la va a cubrir. Cubre lo que dice el diagnóstico. Si la obra social no lo cubre, entonces hay que reclamar porque las obras sociales saben que es obligación la cobertura al 100%. A veces hay que remarla un poquito más. Lo concreto es que si está en el certificado de discapacidad lo tiene que cubrir. A veces las obras sociales piden distintos requisitos y completando esos trámites alcanza. La última instancia es el recurso de amparo con abogados.
P: ¿Queda mucho por hacer en materia de derechos de la persona con discapacidad?
R: Siempre. La realidad es que el certificado es una herramienta más, una ayuda, pero siempre hay que hacer cosas. El concepto de discapacidad fue cambiando y hace mucho hincapié en las barreras, en la parte social, en la parte de la comunidad. Si tomamos en cuenta eso nosotros somos los actores principales para brindar apoyo y que esas barreras no estén. Es responsabilidad de todos, ninguno está exento. Tenemos que preparar a la comunidad no solamente para borrar las barreras físicas, sino las sociales y culturales. Eso siempre se puede trabajar y siempre se puede mejorar. Hay mucho camino. Hay un montón de cosas que se están haciendo, pero siempre se puede hacer algo más. El objetivo es lograr una inclusión real: que la persona forme parte de la sociedad en forma activa, que esté presentes en todos los aspectos de la vida cotidiana de la comunidad.