Algunas aclaraciones sobre la intervención artística en el monumento de la plaza principal:
· El trabajo es de mi autoría. NI APAVi, NI NINGUNA PERSONA dedicada al valioso y tristemente necesario trabajo de rescate, cuidado y protección de animales, tuvo que ver con la idea y ejecución de la acción.
· Estos carteles/afiches/pegatinas, son parte de una investigación en arte. Este tipo de investigación se construye desde la teoría y la práctica, planteando un hacer artístico analítico y contextualizado. Por su parte, las pegatinas se inscriben dentro de la tradición del arte callejero o arte urbano; junto con la pintura mural, el esténcil y el grafiti, entre otros.
· Los afiches habitualmente se pegan con cola vinílica o engrudo. En este caso fueron pegados con cinta de papel, cinta de enmascarar o cinta de pintor. Su característica es, además de ser adhesiva, su fácil desprendimiento. Por el tipo de adhesivo que contiene, no deja residuos ni daña la superficie a la cual es aplicada. Se utilizó esta cinta teniendo en cuenta el lugar donde iba a ser emplazada la producción. Justamente, para no causar daños materiales.
· La intención de colocar los carteles en ese espacio, no fue molestar ni ofender a nadie. Tampoco formaba parte de los planes el posterior debate sobre la figura de Conrado Villegas. El lugar fue elegido por ser concurrido y transitado. Por ser la plaza espacio de manifestaciones, de luchas y también de esparcimiento.
La actividad se llevó a cabo en horas del día para que las personas presentes pudieran acercarse, intercambiar ideas, sensaciones y colaborar, si así lo deseaban.
· Considerando los aspectos del punto anterior, se buscó explotar las características de la base del monumento, por su parecido en forma y tamaño a los caniles que se utilizan para la guarda de animales.
· Por último, pero no menos importante: el fin de la investigación es pensar la relación de la comunidad de General Villegas con los perros encerrados en los distintos establecimientos de nuestra ciudad. Como podrá observarse, en ningún momento se dio un mensaje moralizador, ni se catalogó ninguna conducta como “buena o mala”. Si bien mi postura y mis ideas pueden verse reflejadas en el objeto de estudio, bajo ningún punto se juzgó o valoró positiva o negativamente algún comportamiento, conducta, costumbre o pensamiento.
· La intención de la propuesta es clara: pensar e invitar a pensar la relación humano-animal. Los debates posteriores son válidos y enriquecedores, pero, a mi entender, demuestran algo: el otro, no importa.
¿Y si mejor pensamos en los perros? ¿Y si en vez de ver lo material, vemos el mensaje? ¿Y si cuestionamos nuestro hacer, en vez del gesto?
¿Por qué estos perros encerrados están acá? ¿Cómo es mi relación diaria con los perros que no son míos? ¿Qué pienso yo de los perros “de la calle”? ¿Qué pienso de APAVi y de la perrera? ¿Por qué existen estos lugares y estas agrupaciones? ¿Cómo interactúo con ellas? ¿Aporto? ¿Colaboro? ¿Hago daño? ¿No me interesan los animales porque me interesan más otras cosas? ¿Compro perros? ¿Adopto?
Muy pocas personas prestaron atención al contenido. Muy pocas personas y los niños.
Ellos fueron los únicos que se acercaron, dejaron un ratito sus actividades y preguntaron, pensaron, dijeron algo. No juzgaron y se hicieron las preguntas que los adultos no nos tomamos el tiempo de hacer.
Que en Villegas no sean habituales algunas cosas, no quiere decir que estas “estén mal” o que no tengan razón de ser. ¿Qué pasaría si fuera mi hijo/mi primo/mi hermano/mi amigo el estudiante de arte que decide realizar esta acción? ¿Pensaría lo mismo, o trataría de entender por qué aquello que a simple vista se tilda de vandalismo, no lo es?
“Los perros, no son solamente los perros. Son los otros. Y son otros a los que tapamos. ¿A cuántos otros tapamos y seguimos tapando? Los monumentos no pueden sólo hablar de los que taparon cosas, también pueden hablar de los invisibilizados.”
Agradezco este espacio, y agradezco profundamente a todas las personas que me acompañaron en este proyecto. También a todos los que, sin conocerme, pudieron ver más allá de lo superficial. Y a los niños, que me recordaron por qué vale la pena ser docente.
Albertina Francolino
DNI 35.407.306