Por la tercera fecha del calendario de las Categorías Regionales Automovilismo del Sudoeste (CRAS), el villeguense Marcelo Bocchi redondeó una jornada para el recuerdo.
El piloto local se alzó con la victoria en PRO 4000 disputada en Salazar. Pero no fue fácil. «Estoy muy contento, hemos tenido un muy buen regreso», le dijo a Actualidad tras su primera presentación del año, ya que no pudo hacerlo en las dos carreras anteriores.
«En realidad la idea no era arrancar pero mis amigos insistieron y acá estamos. Salió lo que se vio, por suerte. Hace tres años que no corría. Habíamos parado en 2018, cuando terminé tercero en el torneo. En el 2020 íbamos a regresar, pero la pandemia lo impidió. Y ahora esto… ¡qué lindo volver así! ¡Fue hermoso!», se distendió Bocchi.
Lo que cuesta vale. Y más después de tanta espera y una semana previa con todos los contratiempos imaginables: «Renegamos mucho con el auto, por complicaciones con el motor. Teníamos todo listo el jueves, pero se nos complicó y estuvimos hasta el sábado renegando. Se nos pasó agua a un cilindro y no podíamos encontrar el problema. Quiero agradecer a dos personas que me salvaron. No podíamos encontrar el problema. Gracias a Jorge Aguilera que nos soldó la tapa de cilindro y a Tincho Crespo, que nos hizo unos casquillos de válvula, gracias a ellos pudimos armar la tapa de cilindros a ultima hora. ¡No fue fácil!».
Pero era un anticipo, ya que tampoco lo fue la carrera: «En la primera final éramos 14. Arranqué de la mita del pelotón para atrás, pasé a dos o tres de entrada, a otros en el primer curvón, pero delante mío hubo un choque y terminé chocando yo también. El auto empezó a fallar y estuve a punto de parar, pero empezó a agarrar y zafé, pero quedé último. De a poco recuperé posiciones y terminé la primera final octavo. Eso nos sirvió mucho para la segunda final. En la CRAS siempre se invierte el 60 por ciento de la grilla así que largué primero y no largué la punta hasta el final. Es un circuito que me gusta mucho y donde siempre obtuve muy buenos resultados. Para arrancar el año más no podemos pedir», se mostro agradecido.
Pasó Salazar, donde hubo muchos autos en pista: 103. «Es que la CRAS no para de crecer. Todo el mundo quiere correr, después de mucho tiempo sin poder hacerlo. Cuando dejé en 2018 estábamos en 70 u 80 autos… ya se está complicando de la cantidad de autos que hay. Pero habrá que organizarse para empezar más temprano. En Salazar terminamos muy tarde, con lo justo», pidió ajustar detalles de organización.
El 19 de septiembre tiene cita en Pehuajó, donde, claro está, todos querrán ganarle. «El auto quedó en muy buenas condiciones. Habrá que revisar algunas cositas, pero ahí vamos a estar», prometió.
«¿Si me puedo enganchar en el campeonato pese a no haber estado en las primeras carreras?. Sí, ¿por que no?. La categoría está muy pareja. Vamos a dar pelea». Todo optimismo. Bocchi va por un nuevo desafío.