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domingo, diciembre 15, 2024
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Martín Cuenca: «Me quedo con los momentos felices que vivimos»

Este 3 de noviembre se cumplieron 10 años de un hecho trágico que golpeó muy fuerte en el corazón de la vecina localidad de Banderaló. Chicos de la escuelita de Juventud Unida venían de regreso desde la Capital Federal, donde habían diputado algunos encuentros amistosos y visitado el estadio de Racing Club de Avellaneda; y en el camino, aproximadamente en el kilómetro 180 de la Ruta 7, en la zona Chacabuco, se produjo una colisión que terminó en tragedia, llevándose la vida de 9 personas (6 niños y 3 adultos).

Tomás Merlano, Pedro Esteban Mendía, Juan Díaz Calzina, Thiago Godoy, Elías Cuenca, Gianfranco Luci, Ana María Galleto, Estela Mariel Calzina y el chofer, Alejandro González, fueron las víctimas del accidente que siempre serán recordadas por toda la comunidad, tanto de Banderaló como de todo el Partido de General Villegas.

A modo de homenaje el equipo del programa «Ovación», por ACTUALIDAD, tuvo una emocionante charla con uno de los familiares de las víctimas, Martín Cuenca.

«Son días complicados, difíciles, pero hay que recordarlos de la mejor manera. Me quedo con los momentos felices junto a mi vieja y mi hermano», comenzó diciendo Martín al hablar de su madre y de su hermano Elías.

Elías era mellizo con Santiago, uno de los chicos que salvó su vida en el accidente. Ambos compartían su fanatismo por el fútbol y así los recordaba Martín: «Elías era delantero, tenía cosas como Santiago, hasta un poquito más también, vivía las 24 horas con la pelota. Todos me recordaban a los mellizos jugando todo el tiempo en el club; amaban estar ahí».

También expresó que a pesar de los años de diferencia que tenía él con los mellizos, no impedía que fueran muy unidos: «Les llevaba 8 años a ambos, me acompañaban a los entrenamientos o a donde fuera que tuviese que ir; estábamos todo el tiempo juntos».

Juventud Unida es la segunda casa para la familia Cuenca y así lo expresaba rememorando las vivencias de su mamá: «Mi vieja se desvivía por el club, lo que hacía por la institución ella es lo que intentamos hacer nosotros ahora, nos inculcó eso, es su legado. Salía del trabajo un sábado al mediodía e iba inmediatamente al club a dar una mano con las inferiores en lo que faltara. Juventud era su vida».

Colgada sobre el alambrado de la cancha, flamea una bandera homenaje para los niños y las madres que tantas alegrías le brindaron a la institución.»La bandera sigue estando, es una forma de recordarlos y tenerlos presentes en todos los partidos, desde inferiores hasta primera», dijo Martín.

El proceso de un golpe tan duro como el vivido suele ser muy complejo de digerir, pero con el apoyo principalmente de los familiares y vecinos del pueblo, Banderaló salió adelante. «Gracias a Dios tengo una familia de fierro, somos muy unidos, nos apoyamos mutuamente para poder seguir. El pueblo también ayudó, nos conocemos todos y nos ayudamos entre todos. No había colores en ese tiempo, todos unidos en el pueblo, agradecido de por vida», expresó Martín.

Y agregó que «en el 2017, cuando salimos campeones, no había gente que no mirara para arriba. Todos se acordaban de los chicos, fue algo muy lindo».

Para cerrar, ante una inminente sensación de emoción, dejó un mensaje para los jóvenes de la sociedad: «Que los chicos aprovechen a sus madres y sus familias, sepan disfrutarlos a todos día a día».