Lo primero es lo primero. El Frente de Todos es el gran ganador de las elecciones generales legislativas del Partido de General Villegas, superando a Juntos por casi 6 puntos porcentuales (37,70% a 31,73%), según cómputos propios y extraoficiales que maneja Actualidad a última hora del domingo.
La alegría, se sabe, nunca es completa: no era lo esperado. Desde las filas de Sol Fernández se sabían ganadores pero esperaban ampliar la ventaja porcentual que en las PASO fue de 8,34%.
Confiaban que los casi 2.000 votos de Horacio Pascual, su derrotado en la interna, les serían propios, pero no fue tan así. Y aunque subió del 32,08% al 37,70%, las cuentas propias los ubicaban por encima del 40.
Eso, además de dar la nota y ser la mosca en la leche de toda la Cuarta Sección Electoral, relegando al dominante Juntos en lo que hace al oeste bonaerense; el Frente de Todos villeguense puso en jaque la mayoría automática de Juntos en el Concejo. Desde diciembre tendrán 7 concejales cada uno y el ascendente Avanza Villegas 2. ¿De quién será la presidencia del Concejo, que deberá laudar eventuales empates? Dios lo sabe.
Juntos perdió las elecciones. Está claro. Pero después del formidable cachetazo de las PASO el haber descontado metros los sume en un alivio generalizado e inesperado semanas atrás. Tal que en las caras de muchos de sus referentes no se advertía si habían perdido… ¡¡¡o ganado!!!
Creen, confían, que si de cercanías ideológicas se trata los concejales de Avanza estarán más cerca de ellos que del Frente de Todos. Probable, sí. Seguro, no. Dependerá del tratamiento del tema en cuestión.
Avanza Villegas terminó tercero, lejos, muy lejos de los grandes protagonistas, con el 15,32% de los votos válidos emitidos. Para los partidos mayoritarios ese porcentaje hubiera sido muy malo, casi lapidario. Para ellos no.
No porque son nuevos, debutantes absolutos. No porque por cuestiones de sistemas y con muchos menos votos terminaron obteniendo 2 concejales contra 3 de sus oponentes. No porque partieron de cero, sin padrinazgos, sin campañas publicitarias a excepción de la contratación de espacios en redes sociales como Facebook, del megamillonario empresario informático Mark Elliot Zuckerberg.
Con pocos anuncios, sin comprometer futuras acciones, sin contar qué y cómo lo van a hacer, los candidatos de Avanza Villegas supieron captar el descontento de muchos seguidores de Juntos para dar la gran sorpresa e iniciar -en la gran mayoría de los casos- sus carreras políticas a paso ganador. Un poco por lo que dicen, otro poco leyendo entre líneas, subyace: «Todo lo bueno que hemos hecho en el ámbito privado lo vamos a hacer en el público».
Acción Vecinal Villegas perdió. No caben dudas. Terminó cuarto. Pero al igual que en el caso de Avanza es una derrota que sabe a triunfo. A decir verdad, nadie daba nada por ellos ni su anunciada horizontalidad en la toma de decisiones. Pero ahí están, con casi 1.500 votos a pesar de ir con boleta corta, sin nadie que traccione votos más allá de los límites de General Villegas. Ni en la Cuarta, ni en Provincia, ni en Nación. Nadie. Campañón de Mariana Lucero y sus muchachos.
Vamos con Vos fue el gran derrotado de la jornada. Qué duda cabe. Tenía como máxima referencia a Gilberto Alegre, para muchos sino el más al menos uno de los más importantes intendentes de los últimos 50 años.
Pero no llegó al piso mínimo para obtener una banca. Perdió votos con respecto a las PASO. Es cierto que Randazzo a la cabeza poco aportó, pero no es el factor central de la derrota. La piedra fundamental de la caída es que el propio Alegre no estuvo en la lista, aunque acompañó -jamás desde la centralidad- a una lista joven y en parte desconocida. Como Messi ante Uruguay, Alegre estuvo en el banco y entró un ratito.
A su lista le queda un pequeño dulzor en los labios, quizás imperceptible en tiempos de derrota, pero que puede darle sus frutos a futuro. Cuando el Kirchnerismo, como todo, haya pasado -hoy, mañana, quién sabe cuando- si alguien estará bien parado para sucederlo en el neoperonismo serán ellos, porque no se sumaron. Podrán decir a los cuatro vientos que no estuvieron con ellos. Y nadie podrá discutirlo.