ACTUALIDAD habló con el profesor Ezequiel Vincet, a cargo del Aula Robótica Municipal, luego del Tercer Torneo que se llevó a cabo en Punto Digital General Villegas.
Vincet recordó que la segunda edición del certamen se había llevado a cabo de manera virtual, por lo que manifestó estar «contentísimo de poder hacerlo presencial; y se trabajó en parejas, que es algo innovador respecto a lo que veníamos haciendo. En este caso una pareja de programadores tuvo que resolver un laberinto que nosotros ya tenemos preparado en la sala. Se les daba un tiempo de 15 minutos para que observaran todo y empezaran a anotar en los papeles una especie de algoritmo de cómo iban a ser los pasos que daría el robot dentro del laberinto», explicó.
«Una vez que terminaban de hacer toda la programación, nos entregaban la hoja y empezaban a participar ingresando al laberinto y programando el robot, con lo que ya habían hecho el papel. La verdad que fue genial ver las parejas, que ya venían conformadas. Se generó un aprendizaje colaborativo, hubo un intercambio muy bueno y nos llamó la atención cómo trabajaban, respetándose. Fue sumamente interesante. Fueron dos horas que se nos pasaron volando», agregó.
¿Cómo fue volver a lo presencial?. «Esto es un volver a empezar. A mí me gusta la virtualidad, pero cuando los niños son muy pequeños hay como un quiebre y es arrancar nuevamente. Lo que noto es que los chicos están mucho más predispuestos a hacer actividades presenciales. Cuando se abren los talleres o cursos en Punto Digital, en dos días están llenos. Se tiene necesidad de estar en contacto con compañeros, programar, tocar un robot. Lo presencial supera ampliamente lo virtual en esa construcción de conocimiento colectivo cuando tenés a alguien al lado tuyo», dijo Vincet.
«La actividad está muy buena, pero lo que más nos gustó es el trabajo que hubo en equipo. Eso fue fantástico, cómo los chicos se arman y empiezan a buscarle la vuelta a ese laberinto, ir y venir hasta la mesa, anotar, armarse estrategias. Muchas veces a los chicos hay que dejarlos un poquito solos y nos sorprenden, como en este Torneo», añadió.
Vincet destacó que «esto genera una habilidad, fundamentalmente en autonomía. Se hacen niños autónomos porque vos les das la actividad y ellos solos desarrollan esa problemática. Aquí tienen que ir viendo mentalmente los pasos que va haciendo el robot, entonces están desarrollando una habilidad; en este caso, en la resolución de un problema. Fue genial verlos trabajar».
Hay que cambiar el chip. Vincent sostuvo que «la educación va cambiando y los trabajos también. No sabemos qué va a pasar en el futuro y nosotros tenemos que formar a los chicos para tareas que aún ni siquiera existen. El desafío es enorme. Hay que cambiar la cabeza y empezar a pensar en un futuro lo más tecnológico que se pueda y formarnos para ese futuro».