En estos días el gasoducto entra en una etapa decisiva: las pruebas hidráulicas. Si todo marcha bien la obra estaría concluida el 25 de febrero.
Rubén Aranda, propietario de la empresa Chimen Aike -encargada de la construcción del gasoducto que traerá gas natural a General Villegas desde la provincia de La Pampa- pasó por los micrófonos de Actualidad para hablar acerca del avance de esta obra tan anhelada por todos los villeguenses y que está próxima a culminar.
En estos momentos la obra del gasoducto está llegando a la planta ubicada en la ruta 188, en las cercanías de uno de los accesos a la ciudad cabecera.
«La lluvia dificulta el trabajo. Logramos zanjear y bajar la cañería a lo largo de los últimos 22 o 23 kilómetros. Se ha complicado mucho porque está todo inundado, pero es parte del trabajo que nos toca. Las condiciones no las elegimos nosotros. Tenemos equipos adecuados. A pesar de que contra la naturaleza no se puede ir, seguimos avanzando. Estamos en el tramo entre las dos plantas reguladoras que van entre la Sociedad Rural que es la número uno y la que estamos instalando al lado de la planta de propano que actualmente está funcionando. Queremos terminar el zanjeo y bajar la cañería que nos queda», expresó Aranda.
«Tuvimos un avance continuo, marcando los lineamientos que en su momento habíamos trazado. De todas maneras tuvimos 86 días de demora de la aprobación del impacto ambiental por parte de la OPDS, lo cual hace que estemos recuperando parte de ese tiempo y extendiendo lo previsto porque creo que vamos a estar terminando alrededor del 25 de febrero para dejar operativa a la cañería. Tenemos un atraso en las plantas reguladoras. Teníamos todo listo para hormigonar y anoche se cayó el cielo (en referencia a las intensas lluvias). Ahora tenemos que recomponer el lugar para ver si podemos hormigonar», agregó el referente de la firma Chimen Aike.
Diario Actualidad: ¿Cuál fue la parte más compleja de la obra?
Rubén Aranda: «La complejidad fundamental de la obra estuvo basada en los altos niveles de lluvia. Nos han complicado por encima de lo previsto. Nosotros hicimos 13 túneles, 13 dirigidos como le llamamos nosotros, que tienen que oscilar entre los 100 metros y los 1.200 metros, 6 de ellos de gran longitud que son los de las lagunas. La que más nos complicó fue la primera, saliendo desde Larroudé para acá. Hasta que encontramos el punto de equilibrio con la profundidad hicimos tres intentos: primero 6 metros, después 12 y en el tercero fuimos a 17 metros de profundidad. La dificultad mayor fue la naturaleza, el clima, las lluvias que nos ha hecho buscar lugares más altos para trabajar e ir secando los lugares más complicados a través de bombas y medios mecánicos.
DA: ¿En qué etapa están ahora?
RA: Estamos en la etapa de limpieza interior y calibración de tres subtramos. Empezamos con las pruebas hidráulicas. Es inminente. En los próximos días empezaremos a probar los primeros 33 kilómetros. Esperamos tener buenos resultados porque creo que las cañerías están muy bien, en excelente estado. No va a haber problemas, pero si hubiera algún problema hay que extraer la cañería y si no se puede extraer hay que hacer un nuevo tendido. Pero descartamos que eso pueda ocurrir. La gente no creía en la obra. Pero es un compromiso que asumimos todos los que participamos en este gasoducto, fundamentalmente Camuzzi, las autoridades públicas y nosotros como constructores. Tenemos una alegría muy grande de estar cerca de concluir la obra.