El joven delantero debutó con gol incluido ante Social Cañada Seca y busca establecerse en el plantel de primera división.
Javier Carrizo fue la gran novedad en la abultada victoria de Juventud en Piedritas ante Atlético y Social Cañada Seca. El atacante de tan solo 16 años tuvo su estreno con el primer equipo de la mejor manera posible, marcando uno de los siete goles de los banderolenses.
Javier es un conocido goleador de las inferiores de la liga villeguense, en la que todavía se encuentra integrando el plantel de sexta división de la «Juve». Además también se ha anotado en la tabla de goleadores de tercera división, donde ya le convirtió a Ingeniero y Cosmopolita.
Su padre, Carlos Carrizo, fue campeón con Juventud en el año 1997. Su hermano, Blas Carrizo, integró el equipo campeón del año pasado. Ahora llegó el turno de Javier, una de las tantas promesas que sube a primera división de la mano de Pablo Mastruzzo.
«Después de jugar el clásico el sábado (le anotó 4 goles a Ingeniero en la victoria por 5 a 1) me fui a mí casa y recibí la noticia de que al otro día iba al banco de primera», comentó Javier en OVACIÓN. «Lo tomé con mucha alegría pero a la vez me sorprendió. La verdad que no me lo esperaba», agregó.
El delantero contó como tomó su familia la citación a primera división: «Se sorprendieron tanto como yo, no se lo esperaba nadie. Espero poder compartir cancha en algún momento con mi hermano ya que es lo que más quiere él antes de retirarse», subrayó.
Rememorando sus grandes campañas como goleador de inferiores, Javier opinó sobre cuál cree que fue su mejor año: «Sin duda mi último año de séptima fue el más productivo. Creo que logré marcar casi 40 goles en esa temporada», manifestó el máximo artillero de la sexta división.
Carrizo también se refirió a cómo vivió su debut: «Lo disfruté mucho, fue muy lindo. Mis compañeros me hicieron sentir muy cómodo. Nunca voy a olvidar ese día», expresó.
Por último el menor de los Carrizo relató la jugada que derivó en su gol: «Sandro Becerra tiró el centro casi desde el córner, el arquero salió mal y la pelota me quedó servida en el segundo palo. Solo tuve que empujarla», recalcó.