
Dra. María Hortas, joven médica, especialista en reumatología pediátrica, villeguense, hija de Graciela Elizalde y Raúl Hortas y una de las cuatro hijas del matrimonio.
Forma parte del plantel profesional del Hospital de Niños Sor María Ludovica de la ciudad de La Plata, institución de máxima complejidad para la atención infantil. Además, ejerce su profesión en consultorios privados.
Tras finalizar en el año 2003, la escuela secundaria en el IMI de General Villegas, al año siguiente comenzó a cursar en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata, de donde egresó con uno de los mejores promedios de la carrera. «Me fue bien», dice alegremente María, que después de optar por pediatría, hizo la residencia y especialización en reumatología.
Pero no fue solo su formación académica lo que la decidió a quedarse en la capital bonaerense, sino que además armó su propia familia.
Los hospitales públicos suelen ser una especie de biblioteca médica, por la cantidad y calidad de los profesionales que ejercen, por eso la médica asegura que «aunque también hago privado, sin duda lo que más me gusta es el hospital, el trabajo en equipo, el contacto directo con la gente y su realidad.»
A raíz de la nota sobre la fibromialgia, aparecida a mediados de mayo en diario La Nación, conversamos con la doctora Hortas, en el aire del programa Cuidarte Más, que se emite los sábados en la mañana por FM Villegas.
Fibromialgia en niños
La fibromialgia está reconocida como enfermedad por la OMS y se caracteriza principalmente por la presencia de dolor generalizado crónico en todo el cuerpo, «que afecta mucho la calidad de vida de los niños, el rendimiento escolar, las relaciones sociales» y, si bien es mucho más frecuente en los adultos, «lo vemos en los niños, sobre todo en adolescentes mujeres, más frecuentemente que en los varones», explica la médica.
Más mujeres que varones
«Aun no se han podido establecer las causas que provocan la fibromialgia y tampoco se ha podido detectar cuál es el predominio francamente femenino», ingiere la Dra. Hortas, quien agrega que «en adultos, cada 20 mujeres, hay un varón afectado; y en la infancia, aunque es menos marcado, entre 4/5 mujeres por cada hombre, pero el predominio se da en los dos grupos.»
No quiero ir a la escuela ni salir a jugar ¡alerta!
Los síntomas de la fibromialgia pueden confundirse con depresión y ansiedad, «incluso -asevera María- muchas veces se dan juntas la fibromialgia, la depresión y la ansiedad». En los chicos «lo que llama la atención y motiva la consulta es que son niños que dejan de ir al colegio, que los tienen que retirar porque les duele la panza o que tienen problemas para dormir, que no son habituales en la infancia. Son alarmas o banderas rojas que llaman la atención.»
La fibromialgia afecta aspectos de la cotidianeidad de los chicos, empiezan a recluirse, no sienten deseos de salir a jugar ni a realizar actividades, lo que «altera completamente su vida social», marca María Hortas.
Fibromialgia y estrés
La fibromialgia puede, en general, responder a algún factor estresor como un problema intrafamiliar, escolar. «El covid fue un estresor importantísimo en los adolescentes, lo que generó un aumento importantísimo en las consultas por fibromialgia», asegura la reumatóloga pediatra.
Pese a que se desconoce la causa de la enfermedad, «pensamos que es una interacción de cosas que terminan gatillando este dolor y estos síntomas en los niños. Dentro de ellos, los factores estresores emocionales o los conflictos psicosociales dentro del núcleo familiar. A veces hay algo puntual que podemos definir y otras veces no, pero en general hay que ahondar un poquito porque siempre hay algo que está generando esa irrupción a nivel emocional», destaca María.
Los movimientos en la noche
«La alteración del sueño es uno de los síntomas asociados que vemos con más frecuencia», dice la Dra. Hortas, quien continúa: «tienen una alteración en la construcción del sueño, lo que hace que sea muy superficial, cuesta conciliar el sueño, se duermen muy tarde, tienen muchos despertares, es un sueño no reparador. Se levantan a la mañana como si no hubiesen dormido». Esto genera un círculo vicioso: estoy cansado-me duele el cuerpo-necesito dormir pero no puedo-me canso más.
Fibromialgia y pandemia de covid
La pandemia de covid generó en los adolescentes muchísimo estrés, lo que aumentó notablemente las consultas por fibromialgia en el el Hospital Sor María Ludovica. Según la Dra. María Hortas, «lo hemos visto muchísimo porque al adolescente le gusta estar con sus amigos y salir, de pronto se vio en su casa, con mucha información dura y por algún lado, el cuerpo habla y expresa lo que le pasa.»
Algunos pacientes no presentaron casos específicos de fibromialgia, pero «sí de dolor músculo esquelético generalizado, con rasgos depresivos», por «el aislamiento y también porque en las familias se vivieron diferentes situaciones como pérdida de trabajo, enfermedades, fallecimientos», un cúmulo de cosas que han afectado desde distintos aspectos a los chicos, refiere la especialista.

Síntomas
Algunos de los síntomas que pueden presentar niños y adolescentes, que deben ser consultados con un pediatra, de acuerdo a lo precisado por la Dra. María Hortas:
- Dolor muy intenso (días en que está mejor y otros en los que no pueden hacer nada). No se encuentran causas en el examen físico durante la revisación médica y, cuando se piden exámenes de laboratorio o radiografías, son normales.
- Dolor es generalizado, no pueden precisarlo. El profesional lo busca luego en ciertos puntos específicos (puntos dolorosos, que en general son simétricos, aparecen de los dos lados y en ciertas áreas). Es una amplificación del dolor (el viento puede generarles dolor).
- Alteración del sueño. Uno de los síntomas más frecuentes.
- Dolor de cabeza.
- Dificultad para concentrarse.
- Dolor abdominal recurrente.
- Colon irritable.
- Ansiedad.
- Depresión
- Dismenorrea en las mujeres (dolor que aparece durante el ciclo menstrual).
- Dolor articular con rigidez en las mañanas (que puede confundirse con una artitris).
Tratamiento
«Lo primero -indica la Dra. Hortas- es incluir al paciente y a la familia en el tratamiento», para lograr una mejoría. En general es largo y puede tener altibajos.
Lo que siempre hay que hacer «es validar el dolor, porque realmente le duele, aunque no encontremos nada que pueda explicar ese dolor» y debe ser «individualizado para cada paciente, debemos lograr aliviar el dolor para que el niño vaya recuperando esas funciones perdidas. Hay un abordaje psicológico, la higiene del sueño (que se acueste temprano, que no mire dispositivos antes de dormir) y un plan de ejercicio físico con alguna actividad que le guste e ir adecuándolo, progresivamente, a la mejoría física», indica María.
Si esto no funciona, se utilizan tratamientos farmacológicos, con la utilización de diferentes medicamentos para aliviar el dolor crónico.
Afortunadamente, aunque lleva su tiempo y debe cumplirse con el tratamiento, los chicos tienen mucho mjor pronóstico que los adultos frente a la fibromialgia, una enfermedad que agota y duele. Muy ligada a factores de estrés, que se ha incrementado en el tiempo de pandemia.